Piedra, papel o ¿...?

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-Oye...-

-¿Qué quieres?-

-¿Conoces el juego piedra papel o tijeras?

-¿Quién no?

-Bien, bien, entonces... ¿Quieres jugar conmigo?-

_____

-Si gano ésta ronda me dejas ver tu stand- Insistió por quinta vez.

-No lo repetiré Narancia...-

-Vaaaamos, ¿Por qué no?- Hizo un puchero infantil.

-Te dije que es peligroso, y ya, fin del tema- Dije con voz firme.

-No entiendo... ¿Qué puede tener de peligroso? ¿Cierras? ¿Cuchillos por manos?- Comentó jugando a adivinar.

-Narancia... ¿Qué obtengo yo si gano ésta vuelta?- Apoyé el mentón en la palma de mi mano.

-Uh... ¿Qué podrías querer de mi?-

-¿Tu silencio es una opción?- Sonreí burlón.

-¡Ahhh! No tiene gracia jugar contigo- Se enojó cubriendose en las mantas de la cama.

-Si lo creyeras no me hubieras pedido jugar en primer lugar~- Alardeé triunfal.

-Creí que serías mucho menos imbécil, es todo- Refunfuñaba aún en su escondite.

-No lo creías, te hubiera gustado que así fuera- Corregí.

-... ¿Y qué si es así?- Habló por lo bajo.

Tomé tanto aire como mis pulmones me permitieron y exhalé despacio -Solo si ganas...- Me rendí -¡Pero!- Corté de inmediato -No puedes tocarlo ni alterarlo de ningun modo- Condicioné.

-¡Claro!- Saltó de la cama con una gran y brillante sonrisa.

-Solo... mantén la calma...-

"Mantén la calma" En realidad sentí que eso era un consejo más para mi que para él.

-Purple haze- Llamé sin ganas haciendo aparecer mi stand en medio de la habitación.

-...- No articuló palabra alguna, solo se limitó a observarnos con el ceño apenas fruncido.

Purple haze se veía tan intimidante y despiadado como siempre, chirriaba sus dientes cada tanto lo cual me preocupaba ligeramente, pudiendo lograr una muy mala primera impresión.

-Hum...- Apretó la mandibula y bajó los pies de su cama.

-¿Narancia qué haces?-

-...-

-Oye, Narancia detente- Ordené nuevamente.

-... Ho-hola...- Saludó nervioso.

-No habla ¿qué mierda haces?- Susurré conteniendo mis gritos.

-Soy Narancia, encantado de conocerte al fin- Continuó dando pequeños pasos para acercarse.

-¡Arghh!- Respondió mi personificación tonta.

-Yo... creo que no eres tan malo como Fugo dice- Sonrió cálidamente.

-Hmn...- Por primera vez creí haber visto a mi stand tomarle atención a algo que no debiera partir en mil pedazos.

-Solo te ves malo por fuera...- Extendió su palma hacia él enseñandosela -Sé que puedes ser dulce como el Flancito- Insitó a que apoyara su mano contra la suya.

-Argh...- Gruñó bajo mientras se movía lentamente a la mano de Narancia.

-Lo sabía, eres un chico genial- Alagó como si fuesen amigos de toda una vida.

Por ti volaré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora