Después de un tedioso viaje al fin logramos llegar a Malta sanos y a salvo. Aunque no puedo decir lo mismo de nuestras maletas.
-Nos quedan tres horas antes de la reunión, iremos a comprarnos ropa- Dijo Bucciarati al llegar al hotel que reservamos por una noche y acomodar su cabello antes de volver a salir.
-Estoy algo cansado- Bostecé sin ánimos en tanto me refregaba el ojo despacio.
-No podemos ir así vestidos- Señaló su ropa algo sucia por el accidente -La reunión es en un lugar importante y se informó que todos los asistentes deben ir de etiqueta- Añadió una vez que terminó de arreglar sus broches dorados.
-¿Por qué hay que ir formales? ¿Dónde será? ¿Habrá mucha gente? ¿Qué crees que se hablará? ¿Irá el jefe?- Pregunte sin parar de soltar mis dudas por un segundo, a ésto Bruno solo sonrió y se acercó a mi para acariciar mi cabello suavemente.
-No podemos vernos mal, es cosa de educación por la iglesia, lugar a dónde vamos a ir- Esbozó una sonrisa suave de ojos cerrados -Y sí, siempre asisten muchos invitados, más de los que creerías- Rió por lo bajo haciendo un extraño gesto, casi como una mueca -Con respecto a lo que se hablará... no lo sé, puede tratarse de nuevas rutas de venta, algun otro método para ganar dinero o informar algunas bajas- Mientras hablaba de forma lenta paseaba por la habitación con calma, como si examinara todo -Y lo dudo, el jefe es alguien muy reservado, jamás ha sido visto por nadie, y tampoco hay que hablar mucho sobre él, deberías evitarlo en la reunión- Rodó los ojos con fastidio y risillas.
No estaba muy seguro de la historia de Bucciarati, mucho menos sabía por el tiempo que estuvo en la mafia y las cosas que ha visto o hecho, pero si relataba que no era buena idea hablar de ese sujeto no me importaba en absoluto seguir su extraña orden, no si es ese tipo el que daba los vistos buenos para ascender en la organización.
-Necesito de ti y tus energías ahora- Se acercó la cama dónde me encontraba y tomo mis mejillas entre sus manos -Sé que estás exhausto por lo de Aerosmith, pero quisiera que me apoyes-
Era imposible negarle algo a mi jefe, inclusive si no lo fuera no tendría el corazón para hacerlo.
Suspiré por lo bajo y me levanté de la cama de un gran salto -Bien ¡vamos!- Elevé el brazo corriendo a la puerta.
A los segundos Bruno seguía mi paso hasta la salida para ir por tontos y raros trajes elegantes.
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-No lo sé, me veo extraño, tengo ganas de golpearme- Admití mirandome al espejo poco convencido de lo que usaba.
Dado que era una reunión formal partimos comprando ropa para la ocasión, ya luego podría volver a la comodidad de usar todo lo que yo quiera. Al menos eso me aseguró Bruno.
Era una tienda de caballeros dónde muchos de los que estaban ahí me miraron feo por mi ropa. No hacía falta que lo dijeran, sus ganas de echarme se notaba incluso antes que ellos. Pero aun así trate de copiar su horrible estilo para Bruno.
-No lo sabré si no me permites verte- Musitó del otro lado.
A regañadientes abrí la puerta del probador dejando al descubierto un traje feo que consistía en un pantalon de vestir color negro (que me queda grande a pesar de ser la talla más pequeña) una camisa naranja que me quedaba larga, y una corbata negra que no supe anudar bien.
-Odio ésto- Fruncí el ceño frustado de no pillar nada que me quedara bien.
-También me sentiría así si fuera tú- Confesó entre risas sutiles.
-Buh.- Bufé por lo bajo.
-Quitate eso, te ayudaré-
-No te vayas, no quiero estar aquí solo y que me vean- Rogué tomando la tela de su brazo.
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Por ti volaré.
AcakTú en tu mundo separado del mío por un abismo Oye llámame, yo volaré A tu mundo lejano. Por ti volaré Espera, que llegaré Mi fin de trayecto eres tú Para vivirlo los dos. _______________________________ Las fotos de los capítulos no son mías, crédi...