Por ti volaré.

Nueva oportunidad.

No confió en mi.

Aerosmith nos elevó al igual que lo ha hecho miles de veces en mis prácticas.

Cuando Fugo dejó de clavarme las uñas estabamos a varios metros del suelo gracias a mi stand.

-Puedes soltarme ya-

Abrió los ojos despacio, como tanteando el terreno -¡¿POR QUÉ HICISTE ESO?!- Fue lo primero de varias cosas que me gritó.

Dejé que Fugo siguiera gritando mientras tomaba el lugar de Smith. En pocas palabras creo que lo ignoré.

-Sujétate, ahora sí podrías caerte-

Saltó para salvarme, algo es algo, pero si lo veo de otro modo parece que lo hizo porque no confio en que tuviera todo bajo control.

Vi que se sentó en el asiento a mi lado y piloteé hasta dónde fuera seguro.

Estaba enojado, se le veía a simple vista.

¿O tal vez puedo sentir que lo sentí? Como sea, no tenía ganas de discutir.

-Puedo llevarte a tu departamento, ¿Quieres irte?- Pregunté sin ánimos.

-... Creí que pasaríamos la noche aquí- Respondió como si lo hubiera ofendido.

-Como quieras- Aterricé a Aerosmith, esperé a que Fugo bajara y reduje su tamaño.

-¿No dirás nada?-

No otra vez... -¿Qué quieres que diga?- Lo miré de reojo mientras caminaba iluminado por mi stand.

-¿Qué quieras que diga? ¿Eso es todo?-

-La verdad no sé que esperas, y para empezar te dije que te quedaras en la habitación.-

Me miró enojado sin soltar palabra alguna, supongo que le cayé la boca.

-Está frío, abrigate.- Me lanzó el poleron que traía antes.

Lo amarré a mi cintura y le di la espalda siguiendo mi camino.

-Dije que te abrigaras, no que te lo amarraras-

-No tengo frío-

-¡¿Qué mierda te sucede?!-

-No deberías gritar...-

-¡Contesta!-

-Te dije que no salgas porque puedes perderte, estaba preocupado por ti y no te importó porque siempre haces lo que quieres, ¿Eso contesta tu pregunta?-

-¿Y por qué te lanzaste así? ¡Me asustaste Narancia Ghirga!-

Suspiré y seguí caminando -Sígueme, debes estar cansado- Metí mis manos en mis bolsillos y cerramos la conversación hasta volver a la habitación.

Cuando entré vi que todas las flores estaban desparramadas...

-¿Qué harás?- Me preguntó como si me controlara.

-Llorar hace un rato me agotó, solo dormiré. Y no, no voy a escaparme a ver si así te calmas- Quité el poleron de mi cintura, mi bandana y mis botines. -Nos iremos cuando despierte-

Se quitó las zapatillas y se acostó a mi lado -Buenas noches- Dijo como si le hubiera costado decirlo.

-Sí... Solo trata de no pasar frío, aquí es helado- Le di la espalda y en un rato ya estaba dormido.

A la mañana me desperté por los molestos rayos del sol que entraban por el ventanal. Hora de irse.

Me giré y Fugo ya había despertado -Hola- Saludé simple.