Aún sabiendo lo que podía ocurrir.

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Permanecí quieto donde me encontraba, hubo un silencio sepulcral, nada sonaba además del chistar de la madera ardiendo.

No podía creer que delante de mis ojos yacía el cuerpo de Guido Mista. Si bien era un imbécil por donde lo viera dentro de todo seguía siendo un sujeto inocente.

No merecía algo así. No por algo tan poco significativo...

...

-¡Lo encontramos, Mista!

¿Qué? ¿Esos son...?

-¡AGGGGGHHHHH! -Soltó nuestro enemigo con un grito desgarrador.

-¡MISTA, MISTA, GANAMOS, GANAMOS!

-No puede...

-Jaja... Mng... Así que... Ahora soy Mista, ¿eh?

¿Era una broma?

Abrí los ojos de par en par -Estás... vivo. -Murmuré pausado.

-Medio vivo -Sonrió con dolor -Sí recibí esa última bala; eso fue lo que me mostró de dónde disparaba -Tosió apenas mientras sujetaba su abdomen.

-No sé... no sé que decir...

-No digas nada, solo ayúdame a levantarme, otra me dió en la pierna

Tomé a... Mista, y con esfuerzo salimos sin que nadie nos viera.

-¿Te sentiste mal por mi? -Rió sujetando el torniquete improvisado que hice.

-¿Te parece gracioso? Creí que habías muerto -Lo miré molesto.

-Estaba asustado, no me culpes, no supe que mas hacer

-No parecías asustado para nada -Escupí con rencor.

-Créeme, es solo la segunda vez que vivo luego de una balacera así jajaja aggh, mierda, y quizás ni la sobreviva... -Se quejó por lo bajo aguantando el dolor.

-Soporta un poco mas, te llevaré a un hospital

-¿Y la misión?

-Me encargaré de avisarle a Bucciarati, no pienses en ello. Seguro que ya acabaron la misión sin nosotros.

-Ahora me siento inútil... Pero bueno, al menos me llamas por mi nombre -Tocó el tema otra vez.

-Guido también es tu nombre, no exageres.

-Solo dilo, vamoos, o podría dejarme morir~

-No juegues con eso.

-Solo acéptalo y dilo, no es difícil

-Pareces un niño...

Tomamos un taxi hasta el hospital mas cercano y Guido a pesar de recibir dos balazos conservaba la calma.

«Está demente»

Al llegar de inmediato los doctores dijeron que debía esperar afuera. Nos miramos un segundo antes de separarnos... él en una camilla mirándome algo nervioso y yo quieto sin poder hacer mas por él.

-Procura no morir, Mista.

-Definitivamente viviré para oír eso de nuevo... -Sonrió mas relajado.

La puerta se cerró en mi nariz sin previo aviso.

«Que mañana tan agitada» Pensé rumbo a la sala de espera.

Arrastré un poco los pies con pereza y en cuanto tomé asiento di un sobresalto en mi silla, sentí incómodo y cuando toqué mi bolsillo trasero vi que curiosamente mi celular había sobrevivido.

Por ti volaré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora