Mis sentimientos por ti. Parte2.

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De forma abrupta estabamos siendo llevados al interior por dos chicas, paso a paso hasta el punto sin retorno.

Llegamos a un rincón cerrado con cortinas transparentadas dónde se hallaba la dama con la que debíamos hablar -¿Es usted Tina?- Preguntó Abbacchio.

Las otras dos chicas se perdieron dejándonos solos.

Ni siquiera quiero ver o ser parte de ésto.

-¿Quién me busca?- Habló su voz femenina pero rasposa por el cigarrillo.

-Leone Abbacchio, vengo de parte de Passione a cerrar unos tratos- Se identificó con voz seria.

-¿Qué clase de tratos?- Interrogó con su gato gordo entre los brazos.

Bajé el rostro y suspiré hondo rogando que no me reconociera.

-Veo que no estás solo...-

-Es mi compañero- Respondió seco.

-... Querido Panni... nunca creí volver a verte por aquí- Canturreó.

-Ni yo mismo lo creí- Levanté la frente resignado ante la situación.

-¿La conoces?- Me miró Abbacchio con un gesto entre sorpresa e indignación.

-¿No le has hablado de tu madre?-

-Anna...-

-Tienes razón, casi madre- Dejó que Roa bajara de sus piernas -Aún recuerdo lo reacio que eres con las muestras de afecto, cariño- Se levantó de su asiento y se colocó en medio de nosotros dos -¿Quieren dar una vuelta mientras hablamos de negocios?- Nos ofreció con una sonrisa.

Abbacchio la siguió sin decir mucho, lo cual me inquietaba un poco. En misiones anteriores (en las que ibamos juntos) él se encargaba de persuadir, y si no resultaban bien las cosas Purple Haze lo arreglaba rápidamente.

¿Mi relación con ella?... Ella es... no, fue como mi madre adoptiva.

Cuando dejé la mansión de mis padres y estuve vagando solo y con el estómago vacío (o eso creía ella) me acogió en su pequeño locale di spogliarelli. Anna Mae, de 47 años en ese entonces, se me acercó y me preguntó por mera curiosidad que hacía ahí afuera. No fui el chico más comunicativo, sin embargo, de algún modo logró que me abriera a ella. Me quedé en el club con las chicas, me llevé muy bien con todas (De ahí que sepa bailar poledance) y con el tiempo descubrí que no podría vivir ahí por más tiempo; no por problemas (al menos nada grave que valga mencioncionar) o cosas redundantes, sino que fue... solo porque creí que no podía vivir a costa de alguien más, incluso si trabajaba para ganarme el lugar no me parecía correcto. Hablé con Anna, nuestra despedida fue algo emocional, tanto para ella como para mi. Sé que me veía como el hijo que jamás pudo tener, y yo la apreciaba por cuidarme y respetarme, sobretodo enseñarme todo lo que sé. Vivir en las calles no es algo de lo que hablen los libros, y eso me lo enseñó Anna, o mamá Tina, como siempre trató que le dijera. Pero el momento había llegado y me marché.

"Tina Turner"

Ese era su nombre artistico, y supongo que ahora el nombre del club.

Recuerdo que lo último que me dijo, mientras me daba mi último pago fue: "Espero no volverte a ver por aquí"

A pesar de no ser algo cariñoso para muchos... valoré que me dijera eso, que esperara grandeza en mi.

-Como ves, querido Panni- Me sacó de mis pensamientos -Ahora soy dueña de éste lugar, me llevó un tiempo pero fui muy perseverante y logré ganarme lo que merecía- Decía con orgullo en sus palabras -¿No crees que se ve distinto? Ahora tiene un aire fresco y femenino- Sacudió los hombros exageradamente, tal como solía hacer.

Por ti volaré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora