A veces, lo inesperado funciona de la forma esperada.
El vino se me subió rápido a la cabeza, pero a pesar de estar un poco desconectado de lo que se hablaba recuerdo cada cosa con lujo de detalle.
Nunca debimos beber juntos... tal vez así no me sentiría tan mal ahora.
—¿Estás bien? —Me preguntó Abba preocupado.
Los chicos no me oyeron.
Bajé la cabeza con una mano en el estómago y otra en la boca.
Abbacchio se paró de inmediato y me sujetó.
Los chicos no lo notaron.
—Me quiero ir... —Murmuré sujetando débilmente la ropa de Abba.
—Tomaré a Bruno. Los llevaré hasta su casa. —Me avisó serio.
Fugo y Mista seguían gritándose sobre quién es mas idiota que el otro.
—Nos vamos.
Seguí a Abbacchio... Y pasamos desapercibidos entre tanto escándalo, no me importa, pero no lo comprendo.
—¿Puedes caminar solo? —Me preguntó atento.
—Ya llevas a Bruno... —Comenté sin sentido.
—No te pregunté eso, dije si puedes caminar solo
—S-sí... Trataré...
Soltó un suspiró y acomodó a Bruno sobre su hombro con cuidado —Ven, afirmate de mi ropa aunque sea.
De pronto lo vi muy nublado y...
—¿Los escuchaste no es así?...
—¡¿Por qué?!... ¿Por qué siempre me usan, Abbacchio?
Abbacchio no es de muchas palabras, pero deja que sus acciones hablen por él.
Tomó mi cabeza y la apoyó en su pecho —Límpiate esas lágrimas, hablaremos todo lo que quieras al llegar a casa, ¿De acuerdo?
Fruncí el ceño del enojo... Recuerdo el dolor de haber mordido mi labio para no llorar mas y me limpié la cara tal como me dijo.
Llegamos pronto a pesar de que Abbacchio estaba cansado, tomado, y con Bruno encima.
Abrí como pude y Abba llevó a Bruno hasta su habitación para dormir.
Mientras lo esperaba me senté en mi silla con la luz apagada y la cabeza entre las piernas.
—Bucciarati dormirá hasta el otro día seguro. —Bromeó.
Al verme paró sus risas y fue hasta la cocina —¿Dónde guardan los vasos?
—Ahí arriba, junto a las tazas... —Respondí inconsciente.
—Veo que te afectó... —Comentó mientras llenaba dos vasos con agua —Toma, bebe despacio.
Miré el vaso y luego a Abba a través del cristal con su figura distorsionada y oscura...
—No puedo creerlo...
—Fue sorpresivo, admito que ni yo lo vi venir.
—No lo sé, yo sí imaginaba que se odiaban, pero no así... Mucho menos creí que podrían entrometerme de ese modo...
—Hum... Aunque me reí por lo imbéciles que son, no estoy con ellos... —Comentó. —¿Crees que pueda fumar aquí, por cierto —Me miró con los cigarros en la mano.
—A Bruno no le gusta pero supongo que puedo buscarte algo para que uses de cenicero.
—Gracias. Y retomando la charla...
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Por ti volaré.
RandomTú en tu mundo separado del mío por un abismo Oye llámame, yo volaré A tu mundo lejano. Por ti volaré Espera, que llegaré Mi fin de trayecto eres tú Para vivirlo los dos. _______________________________ Las fotos de los capítulos no son mías, crédi...