¿De qué va este juego?

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Game over para los dos.

Lo amo, pero no pienso decírselo.

-Eres muy lindo~

-Y tú -Contesté menos endemoniadamente cohibido.

«Mierda, lo del castigo es un fastidio para mis planes...»

Si bien no entiendo lo que siente Narancia por Secco y su aparentemente largo pasado juntos, sé lo que es ver algo que no querías, y mas de una vez. No obstante, lo que sí entiendo a la perfección es que a pesar de que no me guste, que esté totalmente en contra de que reprima lo que siente, y que odie que evite el tema, insistirle seria lo peor que puedo hacer.

«Sé como Narancia por una vez y hazlo olvidar todos sus males»

-Aunque realmente me guste este sitio -Suspiré resignado -Te ofrezco visitar un lugar más divertido que seguramente está abierto, ¿Qué dices?

Abrió sus ojos de par en par tomando mis manos con pequeños saltitos -¡¿En serio?! ¿A dónde? ¿Me gustará? ¿Es una cita?

-Sí Narancia es una... -Cuando caí en cuenta no pude evitar ponerme como idiota -S-solo vamos -Apreté suavemente su mano arrastrándolo con cuidado hasta la salida sin que nos viese algún guardia.

-Hey fu~ -Susurró a mis espaldas.

-¿Qué quieres? -Contesté mirando a ambos lados antes de salir totalmente.

-Me preguntaba... ¿Aún te pone nervioso salir conmigo?

Lo miré de soslayo algo extrañado -Si solo llevamos un día, no seas tonto.

-Oh por-Golpeó su cara -Hablo de salir, los dos solos, no salir como novios.

-Oh... Bueno, no puedo decir que al principio me pusieras nervioso, en realidad me exasperabas jajaja

-Que bastardo eres. -Bufó con un puchero.

-Si, si, el peor -Contesté con un ademán distraído buscando el lugar.

-¿A dónde vamos, Flancito? -Preguntó dulcemente.

«Me asquienta un poco que sea tan lindo...»

-Creo que a tres cuadras de aquí -Dije ubicándome un poco mejor.

-¿Cómo sabes dónde estamos?

-Estuve unos días aquí por el trabajo.

De camino, Narancia parecía feliz tomado de mi mano, incluso daba pasos grandes y jugaba a subirse a algunas cosas que se nos aparecían en el trayecto.

-Hoy siento que puedo hacer una gran voltereta, ¿Tú qué crees? ¿Podré hacerla?

-Puedes hacer lo que quieras.

Paró de jugar, me miró un poco desanimado y dejó los líos de lado.

«¡¿Fue mi culpa?! ¡Carajo, en mi mente sonaba bien!»

-L-lo que quiero decir es que eres muy buen deportista, podrías hacerlo si te lo propones, ya sabes... E-eso... -Traté de arreglarlo.

-... Jajaja, en serio eres muy lindo e idiota -Se burló tirándome para robarme un pequeño beso en la mejilla.

«Si sigue haciendo eso me dejará enano como él. Puff»

Se soltó de mis manos sin previo aviso y como si fuese lo mas normal del mundo comenzó a correr para agarrar velocidad y dar un gran salto. Solo porque sí, porque le dio en gana.

-¡¿VISTE ESO?! !LO HICE! ¡LO HICE!¡¿TE GUSTÓ?! -Corrió de vuelta a abrazarme y chillarme en la cara.

-La verdad no creí que pudieras, si me sorprendiste jajaja

Por ti volaré.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora