-¿Soy una bruja?-
"Te tratan como una serpiente enroscada a punto de atacar"
Harriet se rebela contra la autoridad, tiene un padre murciélago, una madre serpiente y un novio muy tierno (Resumen hecho por Angel_swett)
La felicidad se aprecia más c...
Nagini odiaba que Severus tuviera que pasar por esto y que ella no pudiera hacer nada al respecto. Desde que el año escolar termino, Severus tuvo que romper todo contacto con ella y Harriet en verano. El señor oscuro no estaba confiando muy bien en Severus, aun cuando sus escudos pasaron la prueba, el señor oscuro aún no se fiaba del todo del mago más joven, quería un sacrificio.
El Señor Oscuro le ordeno a Draco Malfoy matar a Albus Dumbledore para hacer pagar a Lucius Malfoy por su fracaso, Albus Dumbledore le pidió a Severus que lo matara cuando el momento llegara y Narcisa Malfoy le pidió un Juramento inquebrantable a Severus en el que jurara proteger a Draco. El sacrificio era entonces simple; la vida de Dumbledore o la vida de Draco y por ende la de Severus.
Nagini quería ir por esas dos Black y morderles el cuello, ¿Cómo se atrevían a involucrar a su Severus en un Juramento como aquel?
Dado su humor, que no podía ser calmado por las manos de su esposo, Nagini tomo por costumbre vagar por las calles muggles y deshacerse de los Dementores o cualquier mago idiota aspirante a Mortifago. No quería que Harriet se enterara de todo lo que su padre estaba pasando, Circe sabía que esa niña era capaz de hacer un plan descabellado para romper la Marca en el brazo de Severus y deshacer el Juramento al mismo tiempo.
«Su hija en ocasiones presionaba demasiado los límites de su magia. »
Nagini también se dedicó a distraer a su pequeña serpiente y organizo que todo el coven se reuniera con ellas en la casa del padrino perro y el lobo. Así que para el cumpleaños número dicaseis de Harriet y Neville Grimmauld Place estaba rebosante de vida. Entre las niñas, los Weasley, los Longbottom y la ocasional visita de las dos Tonks.
💮
La semana que paso en Privet Drive fue bastante inusual. Durante quince años en los que Harriet supo que lo mejor que pudiera suceder era ser ignorada nunca pensó que las cosas cambiaran de forma tan drástica y rogaba a cualquier Diosa que la salvara.
«Por favor, Ceres, detén esto. Oh no, trae otro, no, no, no...»
-Esta revista es de la temporada pasada, pero tiene unos hermosos vestidos con encaje.- dijo su tía con los labios en una sonrisa burlona.- Oh, Yvonne presumió todo el año antepasado sobre la boda de su ahijada y el hermoso vestido que uso. Si me preguntas era horrible, toda esa muselina, dios. -
Tía Petunia hojeo la revista hasta donde se encontraban varias fotografías de buen gusto de distintas modelos con vestidos de novia.
-Tía, aun falta mucho para, para que me casé. - gimió Harriet cuando su tía balbuceo sobre el ajuar de cierta modelo, su tía alzo los ojos con una clara muestra de indignación.
-No seas tonta, ¿sabes todo lo que conlleva una boda?.- dijo su tía como si Harriet hubiera dicho que chismear era delito.- Tenemos el tiempo suficiente, no más.- su tía volvió su mirada a un vestido en particular con mangas largas.- Ahora, dado que tu eres muy bajita, sacaste a la tía abuela Anne en eso, ella era una cosita,.. pero creo que algo que sea pegado a tu figura sera adecuado....-
-Tía, ¿por qué no hablas de esto con Ibu?- pregunto Harriet esperanzada.
Su tía pareció debatir entre tomar limón puro o una cucharada de vinagre.
-Sí, creo que esa... señorita podría ser más cooperativa que tú.- dijo su tía tomando algo de té que había preparado esa mañana.- Sinceramente, niña, ¿de donde sacaste la poca preocupación sobre estos asuntos?, seguro fue de la Tía abuela Mary, ella siempre iba con el cabello todo despeinado, recuerdo esa vez que uso un horrible vestido color amarillo...-
Harriet sonrió ante la historia sobre su pariente. Su relación con Tía Petunia seguía siendo algo complicada pero habían tomado por costumbre tomas el té después del desayuno y hablar, su tía hablaba más que ella, pero era agradable hasta cierto punto.
El fin de semana llegó y con ello la ansiedad de Harriet alcanzó estándares insospechados. Neville vendría.
Su tía no fue tan lejos como para prepara algo para recibirlo, pero le pido a Dudley que se vistiera con unos de sus trajes formales y hablo con tío Dursley para que no tratara mal al invitado.
-Piensa en esto como un negoció, querido- escucho Harriet decir a Tía Petunia una tarde noche en que ambos adultos escuchaban las noticias y Harriet estaba sentada en el patio trasero leyendo- La niña tendrá un matrimonio con un buen partido y no vendrá a casa nunca más, debemos ser lo más refinados posibles para no espantar a este pretendiente.-
Harriet escondió una sonrisa tras su libro, su tía bien pudiera ser una Slytherin.
Neville junto con Ibu llegaron a las 5:00 pm en punto. Su rubio venía vestido con un suéter de punto color salmón y un pantalón de vestir, se veía demasiado adorable si le preguntaban a Harriet.
-Hola- saludo Harriet con una sonrisa tonta.
-hola- Neville le sonrió ampliamente y ambos se olvidaron de que estaban en la entrada.
-¿En serio?- la voz de Millecent hizo que Harriet saliera de su contemplación.- Busquen un callejón-
Harriet se sonrojo mientras su mamá se reía.
Cuando todos estuvieron dentro del #4, Harriet alzó una ceja interrogativa a Neville.
-Me hizo jurar que no te diría-
Millecent parecía en su propio mundo inspeccionando el papel tapiz.
Después de esa tarde, Harriet tuvo claro que no metería las manos en la planeación de su boda, por el bien de su cordura.
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