Capítulo 103

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Cuchillas y deseos

Draco recibió una carta de su madre después de presentar sus TIMOS, la cual decía lo siguiente;

Querido Dragón:

En casa todo esta como en verano. Hay nuevos cuadros en la habitación azul. Se que tus TIMOS han sido sencillos.

PD: tu padre volvió a enfermar. Espero que no sea grave.

A cualquier persona que leyera dicha carta le parecería demasiado común, incluso aburrida. Pero para Draco no fue así.

En ella podía enterarse de dos cosas;

La primera: La habitación azul o las mazmorras tenía ocupantes.

La segunda: a su padre lo habían castigado por el fracaso del Ministerio. Solo por suerte logro escapar de Azkaban pero el señor Oscuro no se tomó tal fiasco con alegría.

Por supuesto, regresar a casa no fue alentador.

El señor Oscuro lo llamo una semana después de su llegada. Draco guardó su asco ante la imagen de aquel que decía ser el más poderoso mago.

Su escueta oclumancia al parecer sirvió, ya que el Señor Oscuro no detectó su repulsión. Pero nada lo preparó para la Marca.

Las manos pálidas en forma de arañas tomaron su brazo con firmeza, la punta de la varita se colocó en su antebrazo y el Señor Oscuro dijo el maléfico.

El dolor fue como cuchillas calientes en su piel. Draco no pudo contener el grito que se formó en la base de su garganta. Escucho a lo lejos la risa de su tía y un jadeo de su madre.

-Ahora eres uno de nosotros, Draco- comentó el señor oscuro con su voz iría- y tienes dos misiones. Si las cumples serás recompensado, quizás te deje tener a Potter antes de que la mate-

Draco no mostró ninguna expresión pero por dentro la ira y la culpa lo inundaron.

Esa noche, después de que su madre hubo vendando su brazo, Draco no puedo sacar de su mente las palabras hirientes que dijo a Harriet.

Pero tuvo que guardar sus pensamientos y sentimientos. Su tía Bellatrix comenzó a enseñarle oclumancia.

- Fortalece tu mente, bebé Draco- canto la mujer mientras se deleitaba al ver jadear por la recién invasión de su mente. -Lamentarse no sirve de nada...-

Draco logró sus escudos al final de Julio. Pudo entrar a la mente de su tía, y no fue experiencia que deseara repetir.

Bellatrix Black estaba loca pero su locura fue consecuencia de los excesos de otros.

- Bella no deseaba casarse, no con Lestrange- murmuró su madre esa noche, en su pequeño rincón de paz, que era la habitación de Draco.

Un lugar de paredes color beige arena y nuez moscada; tonos cálidos que combinaban con sábanas y cortinas azules.

- ella tenía fe en casarse con el actual Lord Black y tener libertad. Pero Lord Black fue repudiado y Bella fue venida a Lestrange- su madre parecía haber ido a un lugar oscuro por la forma en que sus ojos se nublaron- El antiguo Lord Lestrange, no era conocido por su amabilidad-

-Vi los cuchillos...-

-Saca eso de tu mente y nunca busques las huellas en Bella, ella no toma con gracia ser expuesta como débil- ordenó su madre.

Draco se convenció de una cosa. Aquellos que decían ser de la luz no eran más que fanáticos cuadrados... Igual que los que decían ser magos oscuros.

Harry Is HarrietDonde viven las historias. Descúbrelo ahora