Harry Is Harriet

Capítulo 35

Rata en fuga

Las mazmorras del Ministerio eran frías y húmedas.

Peter sabía que este era el mejor escenario que tendría, aún no entendía que pudo haberlo delatado, su disfraz había sido útil durante los últimos once años, los Weasley fueron una buena cuartada y aún cuando eran un montón de traidores pobres su vida como rata de los pelirrojos fue buena.

Se mantuvo cerca del mundo mágico, pudo estar en las protecciones del Colegio y no tenía que preocuparse por aurores buscándolo. Incluso pudo ver a Harriet Potter y obtener información de la niña que acabo con Maestro. Claro que se sorprendió cuando resultó ser una Slytherin.

Peter escucho pasos fuera de la celda, un hombre delgado y de cabellos rizados.

-Pettigrew- murmuró una voz que Peter escucho una vez cuando estaba al servicio de su Maestro.- Rata escurridiza, mañana te llevarán a Azkaban-

Peter gimoteó pero el hombre lo calló con un movimiento de su varita.

-Cállate, Lucius quería que cortara tu lengua por hablar, pero creo que tú podrías se más útil que eso- dijo la voz con burla.

-Claro que puedo, haré cualquier cosa, cualquier cosa- gimió Peter.

-Entonces sal de aquí, Pettigrew y busca a nuestro Señor- murmuró él hombre mientras sacaba una varita de su túnica.

-El cambio de guardia es en una hora-

El hombre se fue y Peter gimoteó un poco más.

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Peter Pettigrew escapa de la custodia del Ministerio.

La noticia estuvo en la primera plana del Profeta. Y Harriet la leyó después de encontrar a su profesor lívido con el periódico entre sus manos tomado con fuerza.

-¿Señor?- la voz de Harriet llamo la atención de su profesor quien se volvió a ella.

El hombre entonces se puso en pie y lanzó varias olas de magia alrededor de la casa.

Nagini estaba tensa ante las emociones de los dos humanos y Harriet la puso al corriente lo que ocasiono que Nagini se envolviera a sus pies seseando y lista para atacar.

-¿Señor?- llamo de nuevo Harriet cuando las nuevas salas se asentaron.

-Pettigrew no entrará aquí, hablaré con el director. Usted no puede quedarse con Longbottom o los Weasley irá directamente a Howgarts- la voz de su profesor sonaba llena de urgencia.

-Pero... ¿Cree que el venga por mí?- la pregunta sonó sin preocupaciones y Harriet sabía que debía tener aunque sea un poco de ella pero estaba con su profesor.

-No me arriesgaré a eso- dijo el profesor abriéndose camino a la chimenea.

Las llamas verdes ya crepitaban y el director pido pasó.

Harriet sintió de nuevo la magia rodando, aunque está era distinta, como algo melancólico y brillante.

-Veo que has agregado nuevas salas.- comento el director- Oh, querida. ¿Cómo estás?-

Harriet se mantuvo en el umbral de la sala, su profesor estaba tenso como una cuerda de violín.

-Bien, señor- respondió la niña. Nagini aún se mantenía cerca de ella.

-¿Has desayunado?-

El profesor gruño y encaró al anciano.

-Harriet ve a desayunar. El director y yo debemos hablar-

-Creo que todos deberíamos tomar el desayuno. Vamos querida- el anciano avanzo hacia Harriet quien le lanzó una mirada a su profesor

-Bien- mascullo su profesor y condujo al comedor.

Cuando estaban a punto de terminar. El director hablo al fin de Pettigrew.

-Harriet, querida. No debes preocuparte por Pettigrew. Los planes para estas semanas serán los mismos- informó el director antes de tomar un poco de té

-¿De que habla? Ella no estará segura en ese lugar- ladro su profesor.

-Lo estará. Yo personalmente me asegurare de eso, de la misma manera que tú lo harás sí así lo deseas, mi muchacho- continuo el director sin parecer molesto por el tono de voz de su profesor.

-Pero... Neville y su abuela, ¿No correrán peligro?- cuestiono Harriet revolviendo los restos de su desayuno con el tenedor.

-No debes preocuparte, querida.- el Director sonrió afablemente- Cornelius vino a mi antes de que la noticia llegará al Profeta, por lo que sabemos, Pettigrew escapó con una varita y su rastro se pierde en algún punto de Kent. No creo que tenga interés en ir tras de ti, Harriet-

El bufido de su profesor provocó que el director centrará sus azules ojos en el hombre y sonriera comprensivo.

-Pero no por ello dejaremos tu seguridad a la ligera, por supuesto- concluyó el director

Su profesor parecía querer discutir pero el director palmeo el hombro del hombre más joven.

-Ahora, el Ministerio quiere colocar Dementores en la escuela y aún cuando me niego a eso, no podré evitar que invadan el pueblo o los alrededores. Por lo que espero que tengas cuidado con ello-

Harriet frunció los labios, sabía de los Dementores por los libros que había estado devorando. La idea de tener un grupo de ellos cerca no le agradaba mucho.

-El Patronus lo hará, Harriet.- dijo su profesor con desdén.

-por supuesto que es una arma adecuada contra ellos. Claro que tener un buen Profesor de Defensa también es indispensable por lo que le he pedido a Remus tomar el puesto- informó el director ligeramente.

Harriet agradecía que su profesor fuera un Oclumante, porque la furia que brillo en los orbes negros daba algo de miedo.

Harriet no entendía como el director siguió sonriendo cuando era objetivo de tal mirada.

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Harriet pasó las últimas semanas en casa de Neville, quien le aseguro que Peter Pettigrew no podría pasar las protecciones del Invernadero. Harriet le aseguro que no estaba preocupada por Pettigrew, solo esperaba que este año fuera tranquilo pero parecía que no sería así.

Harriet también le informo a Neville de la posibilidad de Dementores en Howgarts y el rubio pareció preocupado.

Aún con todo, Harriet disfrutó de la compañía de Neville, dándose cuenta de que sus sentimientos por el chico estaban cambiando y que eso realmente era peligroso.

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El tren traqueteo por las vías; el vagón estaba ocupado por Neville, Hermione, Millecent y Harriet.

La Slytherin de ojos verdes intento encontrar a Luna Lovegood para invitarla a unirse a ellos pero no lo logro.

Harriet había buscado información sobre los Lovegood encontrando que era una familia antigua propietaria de una revista llamada Quisquilloso, la madre de Luna había muerto cuando la niña tenía siete, Harriet se imagino a la pequeña Luna de la mano de su padre despidiendo a su ser amado.

El traqueteo del Tren se detuvo poco antes de llegar a la estación de Hogsmeade y Harriet se inquieto cuando Ron dijo que había algo moviéndose a fuera.

La puerta se abrió de golpe y la figura de Remus Lupin entro con la varita en alto.

-Silencio- pido el hombre en un murmullo cuando las luces se apagaron.

Con un movimiento cerró el vagón quedándose en pie frente a la puerta.

Claro eso no impidió que el dementor entrara, tampoco impidió que Harriet se desmayara mientras escucha la voz de una mujer gritar.