Capítulo 45

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Volvimos al sitio determinado de nuestra partida, Casaya.

Unos minutos después aparentemente, considerando que A02 había escapado y ya llevaban a acabo las construcciones de los alrededores, al igual de atención a heridos. Nuestras tropas se retiraron de inmediato con ayuda del modo guía por el espacio, solo quedábamos los recién llegados. Tirados en el suelo con una jaqueca afectándonos, nos costó retomar la cordura para reaccionar. Un viaje por el tiempo debe tener reacciones a nuestros cuerpos físicos, quiero decir, es complicado entenderlo y debe traer sus complicaciones. Posiblemente el cuerpo del portador se adapta con la costumbre, un tipo de entrenamiento.
Otro efecto secundaria fue el mareo, mis puntos cardinales giraban sin mover mis piernas. Se trató de cuestión del tiempo a reponernos por la llegada de un aliado.


— Bendito sea al Mayor, sus vidas están intactas —La alienígena morada se aproximó por detrás nuestro — Por lo pronto, atendemos sus heridas en nuestras aguas termales. Luego tengo un tema que tratar con todo el grupo —Dicho y hecho, dirigimos nuestra caminata alrededor de unas montañas, dónde todos retiramos nuestras ropas para meternos en un estanque rodeado de rocas, conteniendo un líquido rozado. Al sumergirte sentías paz interior, te dabas cuenta el proceso de cada rasguño sanando.

— Con que ya tienes una nueva fase, eh —El japonés golpeó el hombro del español para felicitarlo.

—Sergio sonrió — Se siente tan satisfactorio, el poder rodeó mi cuerpo hasta hacerme sentir el rey del mundo. El enrojecimiento de mi piel empieza a terminar —Sacó una mano del agua, demostrando que ya se tornaba cerca a su color habitual — ¿Y esas ropas nuevas tan extrañas que trajiste? —Pregunta dirigida a Masaki.

— Liberé un campo de concentración, una larguísima historia aprovechada para mis nietos —Bromeó — Aparentemente nuestras acciones no tuvieron repercusiones en nuestro presente... Todo va de la misma forma.

— Es probable la creación de una línea alterna, un universo paralelo, tal cual como en las películas —Aseguró el alado — Afortunados nosotros, destruimos toda una iglesia y fuimos considerados seres malignos. Lo importante es que seguimos intactos.

—Despejé mi cuerpo del líquido, sintiendo el frío correr por cada parte de mi cuerpo desnudo, perfectamente curado — Me adelanto, necesito ir a ver a la princesa —Por encima de una de las rocas guardábamos nuestras ropas. Las ausentes fueron reconstruidas con precisión por los científicos Casayos.

— En un momento te alcanzamos, Ken —Expreso la rubia, quién desde otra esquina observaba junto a la otra mujer, dándonos la espalda para evitar inconvenientes.


Estando ya vestido como acostumbraba, di media vuelta a la salida por una puerta, curiosamente éste era un cuarto (Representado como un jardín, incluso las paredes estaban llenas de musgo) dentro del enorme palacio. La salida daba luz al pasillo principal con estatuas y pinturas del dueño, dando unos pasos adelante hasta topar con el cruce de un segundo camino a la derecha, ahí una puerta de madera siendo custodiada por dos soldados armados.

Mi rostro fue reconocido, por lo que me permitieron el paso al instante. La chica reposaba en su alcoba sobre una cama de cristal moldeado a comunidad, en dicha parte entraba un rayo de luz a través de un tragaluz proveniente del techo, la intensidad de dicho elemento era superior a la natural de los satélites a ésta hora. Por la alcoba se ubican distintas cosas construidas del mismo mineral, cambiando solamente el color, objetos como bien puede ser: Un tapete, tocador, sillas, casa de muñecas, guardarropa, sillón, etc.

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