Capítulo Extra [5.2]

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Nataly Miller


Nos encaminamos a los brazos de la contraria, admirando nuestros rostros sudorosos y llenos de heridas, así como nuestras vestimentas totalmente deshechas. ¿Qué había sucedido en tan poco tiempo? Aparentemente no nos afecto exclusivamente a nosotras, pero, debía haber otras personas en el área. Esto es sumamente extraño.


— Gracias a dios estás con vida —Reposé su cara en mi pecho.

— Pensé que durarías otro rato dormida, lo siento. Decidí aventurarme a conseguir algunos suministros o algo de ayuda, la primera fue la única con éxito —Levantó su brazo dejando observar una bolsa ecológica con diversos víveres dentro, pareciera que fuera a reventar con tanto peso — El supermercado "Marrón". Aparentemente terminamos muy lejos de nuestra última ubicación.

—Casi al otro lado de la ciudad. ¿Perdí la memoria? — Será una pregunta torpe tomando en cuenta los destrozos. Pero... ¿El carro aún funciona?.

— No, comprobé el que prendiera el motor y nada. Es una gran suerte que continuemos con vida, doy gracias por ello. Vayamos a comer —Tomó mi mano y nos encaminamos hasta bajo la sombra de un árbol, sorprendentemente de pie y dando sombra a la inmensidad del sol.

—Comenzamos a husmear entre la mercancía. Me percaté de un empaque de galletas color lila, comprobando que son las que amaba — ¡Mis favoritas! —Respondí con una sonrisa y unos ojos brillosos. Ella me conocía tan bien en tan poco tiempo.

— Claro, no puedo traer algo que no te guste —En sus manos sostuvo una caja transparente de fresas — La crema se terminó, espero no sea un inconveniente.


Estuvimos comiendo en una buena tarde de compañía con nuestras bebidas y postres preferidos, discutiendo el que haríamos al terminar... Realmente ninguna de nuestras ideas era certera en asegurarnos seguridad. Como las personas maduras que somos, intentamos mantener la calma y evitar las lagrimas, ambas teníamos la mentalidad en alto.

Nuestra única opción era seguir buscando en los alrededores, luego de haber cubrir los sangrados con vendas que se aseguró traer, es la persona más precavida que conozco, tiene asegurado todo. Siempre ha sido así, debo aceptar el hecho que esa particularidad la llevo le movía a la cima en clases.


— Está anocheciendo. Debemos volver y dormir en el coche. Aparentemente ya tardó en explotar, como en las películas —Mencioné tratando de bromear, sin embargo, ese efecto no se tuvo.

—La pelirroja tocó por su cuello repetidamente — ¡El collar! ¡Lo perdí! —Comenzó a exaltarse. Su pecho realizaba respiraciones agitadas.

— Tranquila —Hice una pausa haciendo memoria. Con la simple mirada nos entendimos ambas y volvimos al lugar donde sucedió nuestra merienda. 

Ese artilugio era lo suficiente importante para ambas, de cierta manera simbolizaba nuestra amistad. En conjunto ambas partes formaban un corazón de metal, con la inscripción de la palabra "love". Lo compramos en una de nuestras salidas casuales, nos pareció lindo.

— ¡Lo veo! —El objeto estaba a unos metros en distancia del sitio de nuestro paradero. Es extrañar la forma en que terminó ahí — Prometo cuidarlo mejor —Lo regresó a su cuello esperando a que le ayudara a poner el broche.

— El perderlo no significa perdernos en persona, tonta —Introduje la esfera dentro del broche para sujetar. Fue tan inesperado el grito de la chica, podría ser que le pellizqué la piel por accidente.

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