Capítulo Extra [2.1]

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Pedro Javier López Sánchez

Nacimiento: 08 Abril 2036

Estatura: 1.80cm       Peso: 66 kg

País residencia: México

Edad: 17 años

15 Noviembre de 2053       13:20pm

Escuela preparatoria: Horbin

Era un día como cualquier otro, bueno, lo podemos llamar de esa forma y hacerlo ver "normal" cuando se trata de lo que me toca vivir por mi cuenta.

Siempre he tenido una vida acelerada, digamos que, además de dedicarme a mis estudios como todos los otros chicos del colegio, también llevaba un poco el negocio de la familia. No tenía problema con eso, el dinero que sacaba la mitad era mía, mientras que la otra era utilizada para necesidades de mi familia. De igual forma adquirí distintas habilidades al dedicarme a esto, como puede ser la discreción, regateo, e incluso me volví algo popular entre los chicos de la escuela.


Ahora mismo me encuentro pasando por la entrada de mi escuela, una de las más cotizadas del estado, mi entrada se debía al dinero, llegué a entender que el dinero es el que lograba todo en la vida. Sujetaba mi mochila roja con uno de mis hombros y una mano, llevaba unos cuantos libros y la "mercancía"  encubierto entre ellos, causa de que no pesara mi equipaje. Los pasillos eran lo suficiente pequeños y numerosos para obtener prudencia. Me camuflaje con mis pantalones de vestir azules y camiseta botonada blanca (Según el código de vestir), pasando como si nada sucediera, esperando a mi comprador estelar en el lugar de su casillero (Sí, teníamos casilleros. Los alumnos éramos contados).


— Pedro —Se hizo llegar con un susurro desde mis espaldas para posteriormente colocarse frente a mí — Lamento la tardanza. ¿Lo que acordamos? —El chico rubio de ojos miel comenzó a hurgar entre su billetera café. Con su peculiar saco negro y corbata, era un hijo de papi y le obligaban a ir con clase.

— Mi horario es pequeño, lo sabes. Tengo memorizado las horas en que es más seguro repartir, no podré volver a venderte si se repite —De mi mochila saqué un libro cualquiera de historia. El cual utilizaría para mi siguiente clase.

— ¡Vamos! Relájate, amigo. ¿Qué harás? ¿Entrar a clases? —El riquillo estiró un fajo de billetes por debajo de su cintura, señalando con sus ojos.

—Tomé el dinero y lo guardé de inmediato en mi bolsillo — Muy gracioso —Deslicé la pequeña bolsa de marihuana al borde del libro, justo al momento lo tomó el chico.

— Fue un placer —Mencionó mientras se dirigía en mi dirección contraria, justo al unísono del timbre de cambio de clase. 

— Otra cosa, Omar —El chico se detuvo en seco esperando mis palabras, las cuales se desvanecerán entre los otros tantos chicos que salían de las aulas — Espero que ya hayas practicado haciendo esos rollos —Ambos nos reímos para proseguir en lo nuestro.


Verídicamente, mi familia se encuentra metida en la venta y producción de marihuana, así como algunas otras drogas. Por mi parte vendo únicamente ésta, puesto que es la que más vendemos y la que menor causa impacto en los adolescentes. No queremos dañar a nadie, simplemente generar nuestras ganancias y continuar con nuestras "maravillosas" vidas. Los compradores son contados, no pienso hacer esto sin cuidado, me aseguro de revisar el área de venta, así como los pasillos libres y los puntos ciegos de las cámaras. Llevo tiempo planear todo, pero todo sea para tener una venta sin consecuencias.

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