Capítulo 61

4 0 0
                                    

— Despierta. Ha acabado, por fin —Mi ojo se entreabría ante esas palabras, trataba de despertar de mi sueño. Poco a poco divisaba el rostro moreno de aquella mujer que amaba completamente — Todos estamos esperándote, ¡No seas egoísta! —Su gritó me hizo desperté exaltado, levantarme de la misma manera, me encontraba acostado en sus piernas.

— Karlen calmó a los guerristas. Por lo pronto no habrá muertes —Frente a mí pude apreciar esas curiosas botas de metal, algo destruidas. Levanté la mirada siguiendo su cuerpo hasta mirar a Trishma, mantenía algunas cortadas en su rostro, además de partes robóticas rotas — Cero preocupaciones, son partes para reconstruir. Mientras que tu ojo...

— Debemos darnos prisa, aún logramos cerrar la lesión —Propuso Nazu desde un costado. Su traje de guerra estaba hecho pedazos. Algunos cuantos cortes le acompañaban, todos ellos apunto de cicatrizar, no eran nada comparados con los adquiridos en la primera batalla; Los del rostro. La cola de cabello, color nieve, se encontraba dispareja por un corte.

—Algo me hizo retenerme. Memorizaba las palabras de aquel hombre al adquirirme éste daño. Luego de pensarlo, negué con la cabeza — Estaré bien. Es una cicatriz de batalla. Todos hemos adquirido alguna, ¿o me equivoco? —Empezaron a reír todos a mi alrededor. De fondo observé a Dai siendo acorralado por otros chicos, le colocaron algunas esposas sin importar su estado, llevándole a quien sabe donde. Preferí solucionar el dilema luego.

—Apenas me sostuve en mis piernas, aquel sujeto de cabellos rojos me sostuvo por los hombros. Sus extremidades voladoras iban produciendo nuevas plumas lentamente — ¿Dónde está ella? ¿A dónde fue Nataly? ¿Está segura? —Temía decirle la verdad. A pesar de su estado parecía mantener la cordura. El cuchillo en su mano indicaba su terquedad al mantenerse firme y leal.

— Sergio... —Pase mi mano por el rostro, irritado — Ella nunca te quiso, o me quiso. Estaba... Jugando con nosotros —Sentía ese nudo en mi garganta, el que no te permite expulsar las palabras, el que no te permite decir la verdad por miedo a la reacción, a los escenarios ficticios en tu cabeza — Planeó todo para rescatar a su amante. Es una historia muy extraña, pero te aseguro que ahora todo estará bien —Le extendí la mano con una sonrisa. A lo que él respondió con un rostro afligido. Estiró sus inmensas alas y emprendió su vuelo, con algunas dificultades por su estado, pero voló lo suficiente alto para perderlo de vista.

— ¿Debemos alcanzarlo? —Mencionó la morena.

— Debe tomarse un tiempo a solas —Un fuerte soplido nos hizo dar la vuelta a ambos. La figura del inmenso minotauro, con un cuerpo sanguinario, se presentaba. Desde luego que a donde iba llevaba su arma, igual de manchado, por cierto.

— Ahí está mi muchacha terrícola —Ambos se vieron y corrieron a un abrazo — Quiero aclarar que volví a rescatarte, no tiene nada que ver con el destino del universo como aseguraba la princesa. Luego de todo, somos el mejor dúo de cazarrecompensas —Se separaron del abrazo.

— De hecho, quiero abandonar ese puesto. Recuperé mis memorias, he vuelto a ser la chica que alguna vez estuvo ahí, bajo todo la confusión. Aún no tengo idea de como llegué hasta ese planeta, pero, ya no quiero vivir con la necesidad de asesinar seres a cambio de monedas. Tú también puedes cambiar —Hubo un silencio tranquilo en la conversación.

— Eso en tu ojo te hace mirar muy varonil —La voz me distrajo de la conversación. Con Masaki apenas logrando moverse sin quejumbrar — Pedro se encuentra con su primo. Y mandó a decirme lo apenado que estaba por lo sucedido, de verdad que no puede sostener la mirada para volver a verte —Ignoré el comentario con una sonrisa apática — Cambiando un poco el tema... —Dijo lentamente — Nos pusimos a inspeccionar entre los ciudadanos de éste pueblo. Encontré dos pequeños diciendo ser hermanos de cierta persona que ahora surca las calles volando —Se apartó de enfrente para mostrar a dos pequeños niños discutiendo. Jaloneaban sus rizos dorados entre ellos.

Evolution WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora