Capítulo 4

154 38 33
                                    

—No tenían otra alternativa, todos corrían peligro; Desde niños mimados llorando, animales corriendo por su vida y los habitantes del planeta corriendo sin control con tal de salvar sus propias vidas. Alguien tenía que hacer algo — ¡Ahora! —Y desde luego que lo vería como algo correcto.

— Tendrás que perdonarme luego, Kenji —Nataly se encontraba preocupada por los daños que pudiera ocasionarle a su compañero, pero no dudaba en lanzar algunos restos de los edificios para hacerle reaccionar.

— Tendremos que terminar con esto cuanto antes. Mientras menos daños mejor —Pedro en su momento lanzó dos escupitajos para pedir la ayuda de sus musculosas criaturas de plantas. Ambas tomaron cada uno de mis brazos.

—Desde luego que el pelirrojo no dudaba en matarme de ser necesario. Apenas nos conocíamos y no era del tipo sentimental — ¡No lo suelten! —Dio un pequeño salto para empujarse y volar por encima de los escombros hacía mi dirección, pero no era lo bastante veloz. Logré soltar mis brazos y destrozar a los árboles. Seguido tomaría a Sergio del cuello, arrastrarlo por el pavimento y lanzarlo lejos.

— Maldita sea. Apenas tiene sus habilidades y es una arma de destrucción. Pero no me rendiré aquí —El chico de cabello ondulado subió hasta la cima de un edificio y comenzó a crear más de sus criaturas, las suficientes para tener un equipo de rescate y otro de batallas.

— ¡Baja de ahí! —Quien o lo que haya tomado mi cuerpo lanzó una fría mirada hacía el chico, quien no tenía habilidades para cubrirse, era un peligro para él. Mi cuerpo comenzó a dirigirse a una increíble velocidad hacía él, estaba listo para golpearlo si no se hubiera puesto entre medio su compañero de cuernos, quien salió disparado lejos.

— Éste no eres tú, no harías todo esto —La chica del grupo intentaba detener mis piernas con su telequinesis, pero simplemente retrasaba mis movimientos. Pronto había llegado al edificio y lo derribaría con unos cuantos golpes — ¡No! —La rubia dejó de hacer fuerza en mi cuerpo para dirigirse a su compañero, con sus poderes le salvaría de tremenda caída. Era un alto precio, pues varios escombros le caerían encima a ella al descuidarse.

—No lo esperaba, pero Sergio había explotado del enojo. Nunca soportaría la imagen de su amiga siendo lastima, mucho menos con tal brutalidad — ¡NADIE PUEDE TOCARLE! ¡ESCUCHAME! —Su cuerpo se despegó del suelo y salió disparado como una bala contra mi. Nuestros puños chocaban entre ellos al intentar lastimarnos, hasta que uno de ellos nos separó por la brutalidad del impacto — ¡Todo lo que ha hecho por ti! —Sus alas decayeron y se formó una joroba en su espalda. Todos estábamos sangrando y con las ropas rasgadas.

— Necesitas descansar. Mis "Canes" pueden ayudarte —Así es como Pedro había llamado a sus obedientes criaturas. Cuando menos me di cuenta había estado rodeado de sus monstruos, por lo que decidí retirarme de un salto. Digamos que no podía observar lo que sucedía, pero de alguna manera podía sentir a los seres vivos que se mantenían cerca, era una locura.

— Tengo que verla —Corrió hasta el lugar donde la chica había permanecido herida, con ayuda de sus alas comenzó a quitarle los escombros. Permanecía viva, inconsciente y con algunas heridas, por lo que decidió cargarla y alejarla del peligro.

— No quiero utilizar el segundo plan, es demasiado arriesgado —El castaño miraba como sus creaciones morían una por una en mi batalla. Caían del cielo como si fueran muñecos inútiles, al tocar el suelo se deshacían, no servían para más.

— ¿Es lo mejor que tienes? —Mi cuerpo comenzaba a hablar por sí mismo, desde luego que yo no trataría de provocarles — ¡No son más que unas sabandijas! —Estando en el suelo utilicé mi puño derecho para golpear el suelo con tal potencia que crearía una ráfaga destructiva de viento, arrasaría con parte de la ciudad y así mismo con los Canes que quedaban.

Evolution WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora