Capítulo 49

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— ¿Qué fue precisamente lo captado por tus ojos? —Una sala completamente blanca, dónde el único foco del techo calaba en mi vista. Vacía, a excepción de un par de bancas holográficas.

—Apunté mis pupilas a la general, acomodando palabras en mi mente. Una respuesta debe darse con certeza e información verifica — Una ciudad cubierta por abrasadoras llamas, lograba sentir su calor... Lo peor fue luego; Koji estaba vivo, me hablaba y... y... y... —Repetí con nerviosismo.

— Compórtate —Ordenó con una voz fría. Esa mujer tenía su manera intimidante al comportarse, le fluía natural por su tiempo como líder de una tropa armada.

— Los demás estaban muertos, sus cuerpos putrefactos yacían ahí durante tiempo atrás. Tú quedabas intacta, debíamos encontrarte y hacer frente a A03 —Mis ojos se entrecerraban, así como la cabeza me pesaba.

— Una alucinación creada por tu mente, eso es todo. Representando los temores que alimentan de tu preocupación, por lo tanto, te es necesario descansar. Algunos de mis hombres sufrían similares padecimientos, normalmente somos capacitados evitando estos problemas, pero no te daré ese tipo de sufrimientos. Son inadecuados —La duda llegó a mí.

— ¿Cuáles "sufrimientos"? —Resalté la segunda palabra.

—Suspiró, y junto al aire expulsó la respuesta — Consistían básicamente en la utilización del Oráculo, convencían a los guardias en un futuro seguro lleno de victorias. Todo un engaño —Su mirada se perdía por el salón — No importa. Saliste volando de la entrevista, los civiles tienen cientos de dudas —Me puse de pie, siendo interrumpido por su mano en la mía — Serán respondidas a través de tu servidora —Llevó la mano a su pecho — Tienes una decisión pendiente. Hoy es el último día, eso tengo entendido.


Pasaron tan rápido, sin espacios disponibles para practicar o terminar de empacar, aunque... ¿Qué pertenencias físicas me quedaban? Más vale prepararme mentalmente.

Salí del salón camino al campo verde. La meditación nunca de presentó en mi mente, a pesar de las recomendaciones de mi madre: "Kenji, el colegio te trae por todas partes. ¡Acompáñame a meditar!", primera ocasión para seguir sus consejos, cuando uno crece adquiere el razonamiento a cosas "tontas" que se refieren los adultos, sujetos más gratos de experiencia.

Estando en el punto más alto perteneciente a una elevación de tierra, crucé una de mis piernas por encima de la contraria, llevé mis manos por encima suspendiéndolas en el aire. "Esto es extraño", pensé. ¿Habrá alguna manera correcta? Supongo solo intento dejar llevarme por sonidos naturales, relajar la composición muscular, dicho conjunto sobrepasaba los 650.

Hay pequeñas creencias dichosas sobre el alma, una pequeña parte indica que ésta pesa 21 gramos. Mi madre, pese a estudiar campos de la física y química, mantenía creencias en esto. Era una mujer de mente abierta, con pensamiento libre.
Liberé esas 0.740753 onzas pertenecientes a una parte invisible. Fluía junto a; al agua... Al cantar de los animales... A la par del viento. Esa parte de mi ente fue expulsada de su prisión, libre como un animal sacado de cautiverio.


—En composición de los sonidos se unió un nuevo acorde: Pisadas — ¡Vaya coincidencia! Mi intuición femenina me indicaba tu posición aquí —Mi amada tomó asiento en mi lateral, los sonidos lo indicaban.

— ¿Sucede algo? Necesito concentrarme antes de cualquier otro camino a tomar —Parte de la práctica era jamás perder la postura.

—La palma de su mano fue a mi muslo, acto que hizo inclinarse levemente debido a la ansiedad — Estamos afrontando el suceso de un "Adiós"... Así mismo un trauma causado del agobio sufrido a diario —Abrí los ojos siguiendo el rostro del invitado. A la par bajé ambas manos.

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