Capítulo 38

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Mirar, nuevamente, esa esfera color azul por nuestra ventanilla me trajo bastante nostalgia. Casaya había sido el primer lugar visitado al escapar de aquella aterrorizante nave, la cuál a la fecha se trataba de nuestra mayor fortaleza, nos habíamos apoderado de nuestros miedos para colocarlos a nuestro favor. No fue fácil, lo interesante es el papel que tomó en nuestras vidas un antes y un después, el hecho de que a través de nuestras acciones logramos cambiar nuestra posición, probablemente los atemorizados ahora son ellos.

Todo eso debí a cierta chica de ojos color miel, añadiendo los tantos peligros que corrimos para librarnos, podría decir que fue por su loca propuesta de escaparnos sin más. A quien consideraba una extraña "impulsiva" es la persona que más amo, me he enamorado de todas las pequeñas partes emocionales y físicas que conforman su ser ¡Es maravillosa!.


— Hashimoto —Mencionó la susodicha llamando mi atención — Tenemos que darnos prisa, parece ser que estamos a tiempo de evitar todo.

—Nuestro vehículo aterrizó sobre aquel bosque donde pasamos nuestra primera noche. Apenas pudimos reaccionar cuando, al salir por la rampa movediza, nos apuntaban los soldados azules con su típica pistola de manos — ¿No recuerdan a su general? —Mencionó la alienígena, cesando el destello blanco de las armas — Tenemos un ataque previsto, ¡Activen todas las defensas cuanto antes!.

— ¡A la orden! —Mencionaron al unísono todos los sargentos, tomando marcha a la ciudad.

— Nuevamente los humanos nos visitan, que mejor momento que en nuestra festividad a las 12 lunas —Delante de nosotros se presentó su majestad cubierta por dos sargentos. No podría olvidar su cabello blanco, o su encantador vestido.

—Hice una referencia por educación. Levantándome más tarde — Me temo que nos encontramos aquí por un propósito distinto. Tenemos que apurarnos para neutralizar el ataque.

—Nazu comenzó a dirigirse a la ciudad con nosotros por detrás — Es mi deber el uso frecuente del Oráculo, por lo que conozco distintas líneas temporales sobre la conclusión de dicho atentado. En todos tenemos perdidas, nuestro deber será evitar las menos posibles.

—Sergio se acercó volando hasta la chica de piel clara — ¿Vale la pena el riesgo? Considerando que sus habilidades muestran un teórico futuro.

—La princesa agachó la cabeza unos segundos — Éste planeta se encuentra bajo mi cuidado. Conociendo el riesgo que correrá y quedarme de brazos cruzados solo provocará que viva en mi conciencia por el resto de mis días.

— ¿Qué tal si evacuamos a todos los ciudadanos? Colocándolos en una estadía segura —Preguntó la rubia.

— El tiempo es corto, imposible dicha tarea considerando la población. Nuestras naves tampoco son las suficientes. Aún así, contamos con la seguridad del coliseo y nuestro búnker, encerraremos ahí a todos los civiles de inmediato —Respondió Trishma mientras revisaba su cristal electrónico.

— No olvidemos nuestras demás tropas, todo el ejército que estuvimos entrenando están por llegar, ¿No es así? El objetivo será más sencillo considerándolos —Sakura se encontraba algo alterada, sus emociones dieron un diminuto giro al descubrir quién era. Dando prueba que los sucesos en nuestra vida nos convierten en las personas que somos, moldean nuestras personalidades.

— La mayoría se encuentra apunto de llegar. Me será complicado guiarles mientras lidero también al ejército de Casayos, necesito que te hagas cargo, eres en quien más confío para llevar ésta tarea —Tanto la General como la Cazadora colisionaron sus miradas, con decisión una a la otra aceptó el trabajo. La humana detuvo su marcha, esperando al ejercito en la ubicación actual.

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