Capítulo Extra [3.2]

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Sergio Crespo


Tres meses desde la partida de Hashimoto, me cuesta decirlo, pero... Su ausencia atrajo diversas consecuencias en todas las personas, a un nivel nacional, si se podría decir de esa manera. Se comenzaron a formar debates sobre el liderazgo que tenía un "maniaco", tal cual lo llamaron los ciudadanos que él mismo decidió salvar. Debo admitir cuando dicen que perdió la cabeza en un momento realmente importante, aún así, lo considero un momento de colapso y no una actitud general. Con el tiempo, al tener el liderazgo de la general Trishma (Quien realmente tiene experiencia en el mandato de grupos) se comenzaron a crear rebeliones por el hecho de que un extraterrestre llevara esa tarea, lo considerábamos como un ataque racista ante ella, ¿Esto tiene otro nombre?. Desde mi punto de vista se trataban de problemas que simplemente nos atrasaban. 

Todos hemos crecido como personas durante éste tiempo, la guerra nos ha cambiado la vida por completo. E inclusive nos hemos fortalecido con entrenamiento y seguimiento diario de nuestras ocupaciones. Algunos inclusive descubrimos nuevas capacidades. Cambiamos bastante, realmente desean rescatar al japonés, entre esas personas se encuentra Nataly, a quien le cumpliría totalmente mis promesas.


— ¿Realmente la gente ésta abogando algo tan tonto? —Preguntó la rubia. Ambos subíamos las escaleras cuesta arriba, ubicadas en lo que podríamos llamar "ayuntamiento" .

— Cada día odio a la humanidad más —Nuestras pisadas podían sonar por toda la zona, hasta que dimos con el segundo piso, recorriendo hasta llegar al balcón donde nos esperaba la detonante del problema.

—Se le veía muy alterada, dando vueltas de una esquina hasta la contraria. Y por su espalda colgaba el tanque con la criatura (Quien se desarrollaba mucho más despacio de lo normal, llevaba un proceso que no era suyo, aún así, indicaba su única manera de vivir) — Los confrontaré, llevó todo el rato evadiéndoles ¡Es momento! —Se detuvo en frente de nosotros. O hablaba consigo misma, o nuestra presencia fue visualizada momentos antes.

— No podemos combatirles, la población es de ayuda. Simplemente cambiemos su manera de ver las cosas —Desde atrás de nosotros una cuarta persona hizo presencia: Masaki. Sus ideales los expresaba como si se tratase de cosa sencilla.

—La general salió al balcón, lugar donde le observaría toda la multitud. Cuando me refiero a "multitud" realmente es un grupo de unas 40 personas, todas con letreros y deseándole lo peor del mundo — ¡Aquí me tienen! —Exclamó la mujer.

— ¡Te queremos muerta! —Una daga hielo fue lanzada, rozando la mejilla de la extraterrestre. Dicho acto hizo que presionara sus dientes y volviera dentro.

—Con su dedo pulgar limpió la sangre y nos miró profundamente — Esto no es una protesta pacifica, me veo en la necesidad de tomar medidas adecuadas —Un hombre adicional se recargó en la puerta de entrada.

— Sabes que puedo encerrar a cada uno de ellos en cuestión de un movimiento —Se trataba de Karlen — ¿Te echo una mano? Mi familia quiere verme, pero puedo encargarme.

—Subió una de sus enormes botas mesas en el escritorio donde realizaba sus labores, el golpe produjo un fuerte sonido por el peso de sus zapatos — ¡No! Me quieren a mí, si nos vamos por tu camino nos veremos como una solución sencilla y el silencio absoluto de una opinión distinta, muy tonta, pero distinta —Volvió a su postura observando su alrededor — Nataly, Masaki, Sergio, Sakura y Pedro —Presionó el comunicador — Las personas de allá fueron entrenadas por mis propias enseñanzas, en caso de verme en peligro, requeriré de su ayuda.

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