Capítulo 3

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No solía tener insomnio casi nunca, pero ésta noche no me había siquiera servido el ponerme a contar ovejas. Mi batalla por cerrar mis ojos comenzaba, la curiosidad me invadía, quería saberlo absolutamente todo. Mi misma desesperación era lo que me doblegaba a mantenerme despierto.

Me enfadé lo suficiente como para sacar aquél cofre de madera de mi bolsillo, el obsequio de A06. Retire la tapa de encima y la dejé en el suelo, no podía describir que pasaba por mi cabeza. Dentro había distintas de las pastillas que nos habían hecho consumir en Evolution World, era obvio, literalmente tenía que buscar y convertir a personas, pero ahora era para nuestro propio propósito de salvar a los demás.


Me levanté del suelo, exaltado de la emoción lleve ambas de mis manos entre mi largo cabello, pero algo llamó mi atención, la derecha desprendía un brillo amarillo espectacular, por lo cual coloqué la palma boca arriba y comencé a obsérvalo. El brillo se volvió cada vez más intenso hasta disparar un rayo de energía ¡Wow! Estaba absolutamente impresionado, los daños eran nulos porque fue disparado hacía el cielo, pero imagina como podría encargarme de otras personas con un rayo igual a ese.

Me agaché nuevamente a recoger y tapa el recipiente, en cuanto lo hice algo llamó mi atención, así que volví a guardarlo en mi bolsillo y me dirigí hacía los árboles donde me parecía haber visto a alguien.


— ¡Kenji! ¡Juguemos a las atrapadas! —Di media vuelta y visualicé a una niña pequeña con un hermoso vestido blanco. Su piel era morena, su cabello oscuro y tenía una horrible cicatriz que atravesaba su ojo derecho en forma vertical.

— ¡Espera! —Sin voltear atrás comencé a seguirle, después de todo sabía cual era mi nombre y debía averiguar de quién se trataba.

—Durante el camino, una rama se interpuso en sus pies descalzos y la hizo tropezar, fue el momento adecuado para acercarme e intentar ayudarla — ¿¡Te encuentras bien!? Eso te sucede por correr en un lugar tan peligroso —Estiré mi mano y la levanté al tomar su brazo con el mayor cuidado posible — Es momento de volver a casa ¿Cuál es tu nombre? ¿Dónde están tus padres?

— ¿Acaso me olvidaste, Kenji Hashimoto? —Su mirada se volvió más oscura y comenzó a llorar un poco — ¡Eres una persona espantosa! ¡Después de todo lo que pasamos juntos! Eres... Eres... ¡IMBÉCIL! —Sus manos se convirtieron en puños demostrando su furia. Levantó la cabeza y volteó a verme con una mirada escalofriante, en ese momento se desvanecería en humo y yo perdería mis sentidos ¿Qué habilidad era esa? En ese instante se escuchaban miles de risas de niños en mi cabeza. Mi cuerpo comenzó a caminar sin que se lo ordenaba.

— ¡No saldrás de aquí! —La voz de esa chica se había apoderado de mi cabeza, era muy parecida a mis pensamientos.

— ¡Suéltame! ¡Ahora! —Mis piernas continuaban avanzando, no podía ordenarles el detenerse, sé que suena tonto, pero es lo que sucedía.

— Causaremos un poco de caos con ese poder tuyo, después de todo no sabes como usarlo, por lo que aprenderás conmigo —Hacía miles de cosas; Trataba de mover mis brazos, mis piernas e incluso cerrar los ojos, pero no podía. Era una clase control mental.

— Es gente inocente ¡No puedes hacer eso! —Por lo menos aún podía hablar con esa persona a través de mis pensamientos.


Ya no estábamos bastante lejos, salíamos del bosque y comenzaba a ver una ciudad totalmente modernizada; Los autos flotaban al igual que algunos edificios, había luces y pantallas por todas partes. Y parecía también haber vida alienígena, pero no lograría completarla por completo, intenté aguantar la respiración, pero de alguna forma quedé inconsciente sin lograr que mi cuerpo se detuviera, era lo más confuso.

Yo no podía lograr más, ni siquiera darme cuenta de lo que sucedía ahora, pero sentía como mis pasos seguían moviéndose por si solos. Por ahora sólo quedaba la voluntad de mis compañeros por intentar salvarme y a todos los habitantes de aquél lugar.


—El primero en despertar fue el más alerta de todos, de alguna forma había visto como me retiraba —¡Hey! ¡Despierten! —Se dirigió a ambos y con la fuerza de sus plumas comenzó a crear ventiscas para despertar a ambos.

—Pedro fue el segundo en despertar y entendió la situación al ver que faltaba. Después de bostezar creó a dos de sus guardianes con forma humana — Vayamos en cuanto antes, debe estar en problemas sabiendo que apenas tendrá su transformación.

—Después de moverse por los aires los tres juntos, el pelirrojo comenzó a dudar si debía hacer la pregunta, pero estaba tan furioso que la soltó hacía su amiga — Había tantas personas en ese lugar ¿Porqué tuviste que traer al más problemático?

— Todo debe ser un mal entendido... —Mencionó el segundo chico intentando defenderme sin prueba alguna.

— No tengo idea, logré ver que era una muy buena persona, sólo tiene sus complicaciones, pero apuesto que será nuestro mejor aliado. Apuesto que el destino tiene planes para nosotros, estoy casi segura—Mencionó Nataly finalizando con una sonrisa que era molestada por el aire que pasaba entre ellos. Después de un rato moviéndose lograron ver una ciudad y probablemente el lugar donde me encontraba.


No había momentos para idear un plan o para conseguir armas o suministros, teníamos que hacerle frente con lo que tuviéramos. La ciudad ya estaba hecha pedazos y de la misma forma había seres vivos aterrorizados por sus vidas, corriendo por todas partes.

Dicen que en ese momento no parecía ser yo mismo, mis ojos eran totalmente blancos y no dirigía ni una sola palabra, mi única forma de expresarme era expulsar rayos de energía destructivos por mis manos. Era como si hubieran absorbido mi alma y expulsado mi mente. Sería lo más escalofriante que un ser podría ver en frente de él.

Esto no sólo se había convertido en un problema para los habitantes del lugar, si no en un problema de todos los humanos presentes, debían ponerme alto  o siquiera saber donde terminaría. Supongo que después de todo, llegábamos juntos, salíamos juntos.

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