Capítulo 50

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Ser absorbido dentro de la centella fue similar a observar un festival de fuegos artificiales de colores variados, sólo que en línea recta, comparado a dar vueltas en tu mismo eje una y otra vez, pero la dirección era de abajo hacía arriba. En cuestión de un medio minuto arribamos encima del cuerpo metálico. Cayendo encima de una tapa redonda, del mismo material, aparentemente deslizante para entrar. 

La "sala" (Nombrada así por ser el primer sitio al aterrizar) era un pasadizo, literalmente, entre dos caminos, manteniendo un elegante sillón blanco y algunas plantas del mismo tipo. Todo el sitio era pintado del semejante pigmento, espantoso para la vista. El mantener los ojos un tiempo causó cansancio en la vista. Las luces azules lineales se esparcían en todo el suelo como un sistema de cableado discreto. Es curioso, tiempo sobrante para construir artefactos originales a mitad de una guerra.


— Siéntete como en casa —El gran tipo se dirigió por el camino de su derecha, torciendo el cuerpo para convertirlo en su dirección norte — ¿Requieres un recorrido? Vamos, todo el sitio es de tu pertenecía —Corrí detrás suyo con mis pasos haciendo eco entre las cuatro paredes alrededor. Se volverá algo irritante conforme le dé atención, continuemos con naturaleza ignorándole.

— ¿Porqué? ¡Hay miles de millones de personas aproximadamente allá afuera, algunas inclusive muriendo en la Tierra! Y vienen buscándome a mí como un trato equitativo, siendo listo sabrás que el extraerme no parará las almas valientes de los restantes. Entonces, ¿Cuál es el plan? ¿Qué obtienes llevándome? —Mis revueltos por la mente le obligaron dar la vuelta en una expresión algo madura, a decir verdad, esas eran una de sus tan limitados comportamientos.

—Sus extravagantes iris rojas se apoderaban de mi análisis. ¿Con qué método obtienes esto? Seguramente es un capricho extra, así como los músculos — Toda acción tiene una razón escondida. Lamento no poder otorgártelo en éste momento, pero —Resaltó con fuerza la oposición — Comprenderás al llegar, señor Hashimoto —Continuó su camino dejando unas palabras revotando continuamente — Eres la razón de que conserven sus biografías tengan un episodio extra, por mi juicio estaría armando un cementerio. Agradece a tus raíces —Daba más para meditar, simplemente me dejó ahí meditando sobre sus referencias, es extraño. La espera me conservaban acezante. 


Misma sensación causo mis movimientos, mi existencia era clave, por lo que mencionó. Arriesgarme y entrometerme entre las habitaciones será algo insignificante. "¡Hagámoslo!", me dije a mi mismo. El rastro de A02 era nulo, a la par de alguna otra persona, ¿Esto se conduce sólo? Tanta chatarra tiene un fin maravilloso a nuestra época, tecnología no accesible al público común, desde luego.


Del pasadizo izquierdo era la boquilla perteneciente a la simulación del vertebrado. Se tenía el panorama central con una pequeña mesita de mandos apenas más ancha que mis caderas. Luces y botones resaltaban en el cuadrado. Por encima un panel alrededor mostrando el espacio exterior, así como poco más de la "boca" del vehículo. Ésta sección es tan clásica, no requería ojos por encima. Volví por recorrer el segundo camino con distintos cuartos, dirigiéndome al primero a la derecha y dejándose abrir por el control de puertas automáticas.

Una situación fatal... Criaturas encarceladas sin pena, la gran cantidad se encontraban intactos. Otros tantos muertos y algunas muestras de ADN eran ubicadas en una caja transparente al principio del salón. Agaché la mirada prometiendo a mi mismo, socorrerlos en otro momento apropiado, hui dejando los sentires detrás. Esas celdas de electricidad eran inmunes a cualquier daño. Es probable que, al liberarlos, sean asesinados por el malévolo sujeto.

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