Evolution World

Prólogo

¿Qué es un "ser humano"? Por mi parte te aseguro que es el peor de todos los males, el único ser capaz de lastimar, asesinar, traicionar y escupir en la cara de su propia especie sin sentir culpa alguna. La única especie egocéntrica para poder pensar en si misma y dejar que su propia civilización perezca delante de sus ojos. Tenemos conciencia de todo eso, pero sin remordimiento alguno seguimos haciendo nuestros actos de nula bondad. Se debe ser lo bastante cruel para convertirse en humano, se tiene que olvidar de ser consciente.

Mi nombre es Kenji Hashimoto y desafortunadamente soy parte de esa especie. Pero uno no escoge ni sus ojos, ni su color de piel, su sexualidad y mucho menos que tipo de personas quiere que se le crucen en su vida. Lo que si podemos elegir es ser mejor que el resto.

A mi edad de 17 años lo único que deseaba era disfrutar de una vida pacífica a lado de una familia que me cuide, proteja y me ame como todos los demás, supongo. A cambio de eso, me dieron a recibir un mundo agonizando actualmente de guerra y sufrimiento entre miles de personas inocentes, prueba de lo que les hablaba hace poco.

Metiéndonos más en detalles... No, olvídenlo, no hay detalles. Simplemente una gran explosión cerca de mi lugar de residencia, Japón. Pero no logro enterarme como llegué a este sitió ó si mis amigos y familiares siguen aún con vida buscándome. De lo que estoy "seguro" es que me encuentro ahora mismo en un campo de concentración ubicado en cualquier parte posible del mundo.  Me he enterado que es la clase de sitio donde el gobierno muestra su verdadero rostro creando mutaciones con las personas recogidas y obligándoles a participar en la guerra, eso es lo que se cuenta.

Podía considerarse como una casa, una muy espantosa, pues sus paredes mantenían un color completamente negro, mientras que los azulejos del suelo eran de un azul opaco. Muy apenas si podía mirar mis manos por la poca luz artificial, no había ni una sola ventana.

En este espantoso lugar lo único que podía hacer era aguardar en una enorme fila de personas (La mayoría mantenían sus heridas al igual que yo, ni hablar de su ropa) para llegar a una mesa de madera acompañada de lo que parecían agentes del gobierno, sobre la mesa parecía haber cientos de carpetas que bien podrían ser expedientes de todas las personas o quizá su sistema de registro. Todos esos agentes contaban con un traje en específico; camisetas negras de manga larga, grandes botas, guantes de tela,  un casco con careta que cubría su cabeza y ojos. No me detendré a decir colores, todo era negro, incluso los rifles que llevaban consigo.
Tuve que esperar hartas horas en éste lugar donde la gente era maltratada vilmente si no continuaban avanzando o si pedían informes, no importaba que tan cansado o herido estuvieras "¡Muévete! ¡Muévete!" Es lo que tenían como respuesta, si había mala suerte añadían un jalón o un golpe.

Fue ahí cuando me di cuenta que mi turno al fin había llegado y lo único que mis oídos lograban escuchar era...

— Nombre y país al que perteneces —Daba la orden un hombre sentado del otro lado de la mesa, portaba el mismo uniforme que todos los demás, era imposible distinguir sus rasgos físicos. Su voz era lo bastante grave para tomarse con seriedad.

— ¿Disculpa? —Intentaba asimilar lo que me había dicho y si era buena idea darle mis datos. En ese momento sólo pensaba en como molestaba a la vista el único foco colgando sobre la mesa.

— ¡Deja de hacerte el estúpido, niño! —Uno de los hombres que le acompañaban optó por hacerme daño con un golpe en la mejilla. Era hacer lo que me pedían, no tenía una alternativa posible, no podía huir.

— Kenji Hashimoto. Pertenezco a Japón —Respondí mientras sobaba mi cachete de tal golpe. Las piernas me temblaban de cansancio, pero eso no les importaba a ellos, simplemente guardaban mis datos en uno de los tantos papeles en las carpetas. Tomaron una foto donde no salía en mi mejor perfil, de inmediato la imprimieron con el mismo celular y la añadieron al expediente.

— ¡Que pase la siguiente persona! —Mencionó el guardia luego de obligarme a poner mi muñeca derecha sobre una maquina de laser automática, muy similar a una de maquina de coser. Me habían gravado números y letras entremezcladas: "SLR488" ¿Qué significaba? Seguro que era como me identificaban, como un espécimen entre todos los datos que conservaban.

No quería recibir otro golpe, por ello continúe mi caminata hacia la puerta metálica más cercana, la cual me hizo llegar a un espantoso laboratorio lleno de personal con batas, maquinarias e instrumentos de científicos. Mi camino no era obstruido por ellos, pues todo eso se encontraba a los costados del pasillo con un simple vidrio transparente de separación.

En mi pasillo continuaba habiendo más guardias y personas ordinarias que nos obligaban a avanzar.  A cada uno nos mojaban con mangueras de alta presión, a colocarnos un uniforme de cuerpo completo rojo , sin considerar los zapatos. Y, finalmente, teníamos que tragar una pastilla. Al hacer todo esto, me percate de diversas personas que morían o eran asesinadas al no seguir lo que se les pedía o fallecían meramente de cansancio. Lo único que hice fue dar gracias por seguir con vida. Miles de niños y adultos siendo cruelmente lastimados cuando los ancianos y niños pequeños eran asesinados en los laboratorios sin explicación alguna, debí suponer que la razón es porque eran inservibles, sus cuerpos no sirven para estas situaciones.

Después de haber ingerido aquella pastilla tan peculiar, fui sometido a diversas pruebas; me azotaron, me golpearon, fui puesto a bajas temperaturas y altas, e incluso me tomaron pruebas de sangre. Aún así logré salir, con demasiadas heridas de ese lugar, pero parecía haber terminado.
Ahora reposaba en una pequeña celda entre un lugar lleno de ellas, ¿Ahora estaba en una prisión?. Cuando entré tuve la suerte de toparme con alguna otra persona recostada en una de las dos camas, lastimosamente parecía que estuviera totalmente en estado de coma y no pude dirigirle la palabra o verle el rostro. Fue por ello que decidí descansar, lo necesitaba.
Este día era de lo más extraño y difícil, mis expectativas de poder sobrevivir en un sitio así son demasiadas bajas...
¡Papá! ¡Mamá! Daría lo que fuera por volver a toparme con esas personas... ¡Esto es horrible...!