A pesar de estar chocando contra el metal, nuestras botas no producían sonido alguno, eran perfectas para escapar de manera silenciosa y sin problemas. Corríamos con seguridad en dirección contraria al sonido que había producido la alienígena.
Comenzaba a cansarme, mi corazón latía rápidamente por el esfuerzo. No fui tan bueno para hacer deporte y eso se notaba por mi delgado cuerpo, no era lo mío.
— Es momento que empieces a contarme un par de cosas —Intenté entablar una conversación, me costaba respirar con el paso entre las salas.
— No es momento —Dio una vuelta en seco, me costó seguirle por lo que resbalaba.
—Aceleré en carrera para alcanzarla por un lado — ¿Qué es este calzado? Parece ser algo especial.
— Lo son —Me miró fríamente, no le costaba correr — Si te las quitas la maldita naturaleza, que se esparce por toda la nave, logrará detectar las vibraciones de nuestros pasos y, con ello, la tipa nos asesina sin piedad.
— ¿Algo te trajo a mi rescate?
—Levantó los ojos molesta — No es nada personal. Nazu fue encontrada en el bosque, mencionó que intentaba ayudarte y salió peor de lo que esperaba. Poder ver el futuro no le bastó, así que, por sus órdenes, fui enviada a ayudar. Después de todo soy el soldado mejor calificado. Solo espero que con esto, no meta en problemas a Casaya.
— Lamento ocasionarles problemas. De verdad, nunca le pedí ayuda a la princesa, ella fue lo suficiente generosa —Topamos con una puerta, mantenía líneas amarillas horizontalmente. Trishma colocó una esfera, la cual se quedaría pegada con magnetismo. Simplemente esperamos a que soltara una descarga para desplomarse al suelo.
— Supongo que necesitarás uno como éste. Los terrestres no viven sin tener oxígeno, según mis investigaciones —Colocó una pulsera en mi brazo derecho — Inhala. Es escapar y entrar en otra nave, nada complica... —Se quedó en silencio. Ambos miramos lo mismo con terror; Una raíz que se extendía tomando su pierna — Mierda... ¡Largo!
—La chica de ojos verdes se hizo presente — Tampoco fue de mucha ayuda llevarte al chico de la sala y dirigirse a la salida de escape. No soy lo suficiente tonta para no darme cuenta —Levantó su mano ligeramente para que la planta comenzará a enroscar con fuerza su pierna.
— ¡No te dejaré sola! —Me puse frente a ella en señal de protección. Presioné mis puños y alrededor de ellos se erradicó una luz amarilla. ¡Volvieron los poderes! No lo pensé dos veces, levanté la mano derecha y lancé un rayo, lo bloquearía con plantas que crecían entre las estructuras del lugar. Ahora entiendo el porqué del parentesco a un vivero.
— Ella quiere llevarte a ti —Resaltó el pronombre. Levantó y bajó sus brazos velozmente para desprender dos hilos negros desde sus muñecas, comenzaron a enroscarse individualmente hasta formar dos cabos que se ajustaban a sus manos. En cuanto los empuñó un líquido corrió dando la figura del filo al secarse en poco tiempo.
Toda planta que se acerba terminaba siendo cortada por sus pequeñas armas. Después de todo terminó por apartarme detrás suyo, nuevamente.
— Tienes que volver, no hay otra forma de solucionar el problema que tenemos —Detrás de nosotros apareció una enorme raíz que tomaría a la general estampando su cuerpo contra el muro contrario. Sus armas eran lo muy débiles contra el grosor. Quedó ahí, siendo consumida por aquel ser que crecía lentamente hasta hacerla perder de vista.
—Con ambos puños golpeé la mitad de la planta, se retorcería del dolor soltando a mi compañera — Tus palabras no cambiarán mi opinión.
— Entonces, tendré que tomar otras medidas —Crecieron dos rosas moradas a mis costados, ambas abrieron sus pétalos para soltar grandes cantidades de polen en mi rostro. No lograba ver nada — No son enemigos para alguien como yo —Sentí como su mano cacheteaba mi rostro con la suficiente fuerza para lanzarme contra el muro — Mi verdadero poder no es hacer crecer hierbas, realmente es el de la vida —Los pequeños rasguños que tenía en la cara comenzaron a curarse rápidamente, sin dejar alguna cicatriz.
— ¿¡Qué demonios!? —Intenté levantarme, caí nuevamente y me apoyé sobre mis rodillas junto a ambas manos sobre el suelo.
— Podrás ser capaz de cosas mayores si me acompañas. Encontraremos algo interesante que no sean rayos tontos. Algo magnífico, el poder de un verdadero dios —Estiró su mano en mi dirección, esperaba que la use como apoyo.
— ¡No, Kenji! —La humana dio media vuelta para observar a la chica morada suplicar. No hacía caso a su lastima. Hizo crecer, por debajo, una planta carnívora enorme que intentaba devorarla. Sus piernas y brazos impedían la unión de la feroz mandíbula.
— Tu mamá sigue con vida, eso puedo asegurarlo. Puedes venir y conocerla por ti mismo, es una persona maravillosa —Continuaba con su mano en el aire. Yo simplemente pensaba la situación — Esto solamente fue un error de principiante. Te lo perdonaré.
— Ni siquiera yo logro creer en tu palabra —Trishma colocó dejó logró zafarse de un salto, enseguida cortaría la raíz de por donde había crecido, dejando que muriera — El niño viene junto conmigo —Metió sus dedos entre sus pechos para lanzar una diminuta canica de colores a los ojos de nuestra enemiga. Un pequeño humor se soltaría cuando estuviera a centímetros de su rostro — Ojo por ojo, supongo.
—Puse mis manos en su armadura para empujarla y correr hacia la puerta — ¡Maldito insolente! —Dedujo de inmediato a donde iba, comenzaron a crecer más plantas desde las pequeñas aberturas del metal, todas ellas lanzaban hojas puntiagudas en mi dirección. Una de ellas logró quedarse clavada en mi pantorrilla, caería en el suelo por el daño.
— ¡Vete! —La alienígena frotó las puntas del cabo de ambas dagas, uniéndolas por una línea eléctrica. Lanzó una de ellas hacía la mujer, dando cerca de su cuello y con ayuda de la fuerza, dando vueltas alrededor de él. La tenía apresada con una correa.
—Saqué la punta de la hoja con mis propias manos, comencé a sangrar de manera leve — Antes de irme... ¡Conserva esto! —Me levanté con esfuerzos por la herida. De mi bolsillo saqué la caja de madera con las pastillas, elegí una del montón, una color azul — ¡Te volverás mucho más fuerte! —La lancé en su dirección y que con éxito lograra atraparla.
— Te lo agradezco —Sonrió y enseguida tragó el medicamento.
Con ayuda de mis dos manos terminé de abrir la puerta de antes, al mismo tiempo toqué la esfera negra que tenía mi pulsera. Un casco transparente se colocó en mi cabeza, producía oxígeno. De igual forma, un campo rojo rodeaba todo mi cuerpo, eso me mantenía en calor.
Al abrir ambas puertas el oxígeno del lugar comenzó a escapar creando una corriente de aire que los empujaba fuera, la general se aseguraba que nadie escapara; Mientras continuaba ahorcando a la chica, hacía fuerza con su otra daga en el muro para mantenerse dentro. Por mi parte, salí disparado fuera, dejando atrás un protocolo de seguridad, con el cual toda la nave se reforzaría de otra capa de metal dejando ceñando mi salida.
Vagué unos momentos por el espacio confundido por lo sucedido. Antes del cierre total alcancé a presenciar como la nave se llenaba de flora, literalmente los vidrios eran tapados a causa dé.
Llegó el momento, el vehículo que me mencionó anteriormente me introdujo a bordo con una luz tenue que me absorbía lentamente. "¡Ayuda! ¡Necesitamos ayuda!", varios hombres de Casaya comenzaron a atenderme de inmediato; Un grupo insertó cuatro pequeños aparatos en el suelo, estos proyectarían una cama que flotaba en dirección a un cuarto. Otro tomó mi muñeca para romper la pulsera y soltarme de ese traje espacial. Todo sucedía muy rápido, tan pronto como fue posible llegamos a una sala de urgencia donde fui puesto en una bañera llena de agua cristalina.
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Evolution World
Science FictionUna 3ra guerra mundial a sucumbido al planeta tierra y sus ex-habitantes. ¿La razón del comienzo? Es la evolución artificial a la raza humana, donde, el primer grupo conocido como "Evolution World" lleva la tarea de rescatar y otorgar habilidades so...