Harry Potter: La luz que muere

La ambición no es mala

30 de julio de 1991

Número 4 de Privet Drive

Ya había pasado un tiempo desde que Harry descubrió que era capaz de usar magia, y desde ese día estuvo esperando con la máxima paciencia a que llegara su carta del colegio Hogwarts de magia y hechicería, al joven mago le emocionaba la idea de conocer a más magos y brujas de su edad, así podría compararse con ellos y saber que tan bueno o malo era él en comparación, esa emoción se veía severamente aumentada al saber que el colegio al que asistiría por su nacionalidad, era posiblemente el mejor colegio de magia de todo el mundo.

Harry durante todo el tiempo después de la confrontación con sus tíos vino desde la casa al callejón diagon para surtirse de libros, ingredientes y objetos curiosos para mejorar sus habilidades mágicas y estuvo seguro que como mínimo, ya tenía aprendido todo lo que podría aprender en los primeros dos cursos a la perfección, y una vez termino de repasar por última vez materiales correspondientes a los primeros cuatro años estándar de Hogwarts, (materiales que él creía firmemente que serían superados debido a la reputación de la escuela), el niño que vivió se dedicó a estudiar más a fondo su nueva fascinación.

Las artes oscuras.

Harry fue consciente de como de mal fueron vistas estas artes, pero para él no era más que otra rama de la magia que debía ser estudiada, a la vez que era de las que más traía beneficios si se empleaban correctamente, siendo el principal la defensa contra las mismas y el poder que estas podían brindar en un duelo.

Harry se dirigió hacia la puerta de la casa, pues ese día llegaba correo y al ver entre las carcas encontró lo que estaban buscando, un sobre era grueso y pesado, hecho de pergamino amarillento, y la dirección estaba escrita con tinta verde esmeralda. No tenía sello. Para corroborar que fuera el correcto Harry le dio la vuelta al sobre y vio un sello de lacre púrpura con un escudo de armas: un león, un águila, un tejón y una serpiente, que rodeaban una gran letra H. no cabía duda era la carta de Hogwarts.

Harry casi brinco de emoción al tener el preciado objeto al fin entre sus dedos, así que procedió a leer el contenido de la misma con la misma emoción que al tomarla.

«Señor H. Potter, la habitación más grande Número 4 de Privet Drive».

COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA Y HECHICERÍA

Director: Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore.

Querido señor Potter.

Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios. Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de julio.

Muy cordialmente,

Minerva McGonagall

Subdirectora adjunta.

Uniforme

Los alumnos de primer año necesitarán:

Tres Túnicas sencillas de trabajo.

Un sombrero negro puntiagudo para uso diario.

Un par de guantes protectores.

Una capa de invierno.

Libros

Todos los alumnos deben tener un ejemplar de los siguientes libros: