Sábado 1 mayo de 1993.
Colegio Hogwarts de magia y hechicería.
Aula de defensa contra las artes oscuras.
Harry caminó con calma hasta llegar al lado de su escritorio, llevaba puesto su traje negro y su habitual abrigo largo color verde, color que destacaba en conjunto con sus brillantes ojos que se ocultaban tras sus gafas, mismas que usaba por elección, no porque todavía las necesitara. El abrigo que llevaba contenía en su interior su varita de repuesto, la primera que había tenido; hecha de Acacia, mientras que la funda que llevaba en el cinturón contenía su varita Ollivander, mientras que la de saúco había sido dejada en casa por mera precaución, en su mano un bastón negro reposaba, siendo sujetado por la cabeza verde del mismo, misma que era una gema verdosa; una esmeralda. Harry golpeteaba el bastón en el suelo dos veces cada cuanto tiempo; era una buena forma de evitar las distracciones, el propio bastón escondía dentro algunas runas y encantamientos, entre los que estaban bastantes para resistir los daños.
Si todo eso fallaba.... Pues al menos aun serviría para pegarles.
- Ahora - Empezó a hablar Harry. - Como saben, están a nada de iniciar sus exámenes TIMOS, el título indispensable de magia ordinaria. Lo llevaran a cabo desde el 23 de mayo hasta el día 5 de junio, cuando es la última evaluación. - Harry estaba de espaldas a la clase, su mirada fija en el pizarrón
- Los TIMOS son, como bien saben, el segundo examen más importante de todo el mundo mágico, para algunos el más importante, siendo la evaluación de mayor grado, mayor dificultad, y mayor importancia que cada uno de ustedes han afrontado hasta el momento, siendo los que van a determinar que exámenes EXTASIS podrán llevar a cabo, mismos que, a su vez, determinan a que carreras pueden aspirar, siendo, básicamente, los TIMOS el primer paso para que sean elegibles en el trabajo que a futuro deseen. - La voz de Harry se mantenía serena. Él golpeó dos veces el suelo con el bastón.
- Esta materia, especialmente, será evaluada de forma excepcionalmente exigente dados los acontecimientos recientes. - Harry se volteó para quedar frente a frente con sus alumnos de quinto curso, los cuales eran de Slytherin y Gryffindor. - En esta oportunidad quiero repasar algunas de las preguntas teóricas que bien podrían venir. Iniciaremos por las protecciones mágicas. -
Harry alzó su varita con calma y formó un pequeño pilar donde puso un maniquí que asemejaba a un torso y cabeza humana, aunque este tenía la parte donde debería ser la carne de un tono transparente, dejando ver la imitación de los órganos del cuerpo que tenía dentro, luego se quitó su abrigo, saco y su chaleco, quedando en la camisa de manga larga, posteriormente le colocó con cuidado el chaleco y el abrigo al maniquí. Un segundó maniquí fue conjurado por su varita y colocado en un pilar al lado del primero.
- Bien, como saben, o como deberían saber si piensan pasar sus TIMOS, hay muchas criaturas mágicas que son, gracias a sus pieles, excepcionalmente resistentes a todo tipo de ataque de los magos, sean maleficios o maldiciones, pudiendo resistir tandas enteras de varios magos calificados antes de sentir los efectos sobre sí. Entre estas criaturas tenemos a los Nundu, a los dragones, basiliscos, etc. Otras, a pesar de no tener pieles muy gruesas, sobreviven por otros factores, siendo que los recubre magia como al ave del trueno, las quimeras, las mantícoras, o porque directamente reviven, como los fénix. - La varita de Harry señaló a donde estaba su abrigo. - La piel de dragón es la favorita para realizar prendas protectoras, ya que son más fáciles de cazar que los Nundu, son más maleables, ligeras y durables, además que la cría de basiliscos es ilegal, así que son la opción que aún puede verse en la naturaleza -
- Las pieles de dragón son resistentes, sea ante maldiciones, maleficios, o proyectiles muggle - La voz de Harry se vio interrumpida cuando un alumno de Gryffindor se puso de pie para hablar.
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Harry Potter: La luz que muere
FanfictionAlbus Percival Wulfric Brian Dumbledore era capaz de prever sucesos muy próximos o futuros, pero su mentalidad provocaba que se creyera incapaz de equivocarse, y que cuando lo supiera lo negara, en sus falsas esperanzas de ver lo mejor de los demás...