Martes 13 de abril de 1993.
Ministerio de Magia.
Oficina de aurores.
Despacho Handsome.
Susan se acomodó en su silla mientras iniciaba la presentación. Por su mente pasaban ideas del contenido de las futuras imágenes, solamente podía suponer; no era que tuviera muchas pistas en realidad. Sabía solamente que Harry, su mentor, le había encargado a Handsome, un investigador privado entre los aurores, una investigación, una lo suficientemente importante como para darle prioridad encima del ministerio. Seguramente Harry había desembolsado una cantidad importante de oro para ello.
La siguiente pista que tenía eran los objetivos, al menos que conocía, con respecto a Harry.... Eso no ayudaba demasiado; parecía que el chico tenía una obsesión nueva cada semana, pero si tuviera una, lo suficientemente clara para darle prioridad, esa sería específicamente a los magos tenebrosos, tanto Grindelwald como Voldemort. Dada la poca presencia de Voldemort recientemente en Reino Unido, al menos luego de la fuga en Azkaban, podría apostar que era más probable, por mera dificultad de conocimiento, que Harry contratará a alguien para saber con respecto a Voldemort.
- Bien, como has de saber, actualmente hay dos señores tenebrosos, uno con la aparente juventud eterna, y el otro con la aparente capacidad de ser solo medio animal, sueltos por el mundo actualmente, específicamente el más discreto de ambos, irónicamente, de momento es Lord Voldemort, quien se encuentra viajando por el mundo buscando seguidores – Inició Looker con imágenes de ambos magos oscuros, señalando con una varilla negra al señor tenebroso.
Susan se felicitó a sí misma por tener una buena intuición.
- Lord Voldemort es actualmente considerado, como te lo recuerdan hasta el hartazgo en los TIMOS de historia de la magia, el mago tenebroso más poderoso de los últimos cien años mínimo, y, por casi todos, el de toda la historia hasta el momento – Lo que parecía ser una grabación, semejante al de las fotos mágicas, de Voldemort asesinando, con su característico rayo verdoso, a un auror antes de batirse a duelo contra otros seis, se presentaban a la par del discurso del agente de la ley.
- Pero no solamente es conocido por su fuerza – Se mostró La imagen de un mortífago andando, máscara puesta y asesinando.- Sino que también por actuar con el secretismo más riguroso. – Un grupo de seguidores del señor oscuro parecían andar en marcha por un pueblo. – Quien-Tú-Sabes – Handsome hizo un burlesco signo de comillas. – Fue lo suficientemente discreto, al menos durante la primera guerra, con sus seguidores, no permitiendo que todos supieran el nombre de los otros, solamente se conocían unos cuantos los unos a los otros. Incluso los miembros de mayor rango, como lo era Lucius Malfoy, no sabían de todos, pero sí los de otros miembros de alto mando, por lo mismo los soplones eran tan valiosos en los juicios; porque mientras más hubiera, más de los nombres podríamos conocer –
- Como ya has de suponer, y sí, uso mucho ese tipo de frases, es cosa mía, el señor tenebroso perdió básicamente todo el secretismo, al menos con los seguidores que tiene actualmente, en el plan de sus súbditos para la fuga masiva de Azkaban. Sin embargo, actualmente se encuentra en marcha y reclutando, y no solo humanos. Por lo mismo la información es valiosa como antaño, y dado ello Harry ha decidido desembolsar una gran cantidad de oro, sí, eso ya lo intuías, ¿No?, bueno, lo hizo con el fin de que yo le suministrara la mayor cantidad posible de esa información, cosa para la que debo decir, sin presunciones, soy el mejor para el trabajo; estuve fungiendo en ello desde hace mucho, durante casi toda la primera gran guerra, así que ya sabía dónde buscar –
- No te halagues tanto, le enseñaras a mi aprendiz a ser arrogante – Dijo Harry aburridamente. - ¿Con qué derecho lo dices tú? – Cuestionó Handsome con una ceja alzada. Susan dio una risa ligera ante la contestación; Harry verdaderamente no le enseñaba a ser humilde.
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Harry Potter: La luz que muere
FanfictionAlbus Percival Wulfric Brian Dumbledore era capaz de prever sucesos muy próximos o futuros, pero su mentalidad provocaba que se creyera incapaz de equivocarse, y que cuando lo supiera lo negara, en sus falsas esperanzas de ver lo mejor de los demás...