Jueves 11 de agosto de 1994.
9:30 Am
Francia.
Los pirineos.
Valle de Ordesa.
El día había vuelto al cielo al igual que el torneo al estadio. Magos y brujas habían tomado sus asientos y estaban expectantes. El torneo seguramente terminaría ese día, siendo que ahora los dos grupos habían sido reducidos a uno solo dado que solamente quedaban 8 participantes, 2 de los cuales acababan de subir a la arena de combate; Harry James Potter y Severus Snape. La capa del profesor Snape hizo un sonido distintivo al moverse. Los dos contendientes se miraron y alzaron sus varitas frente suya. "Supongo que veremos si tu poder ha superado ese límite" Se dijo Snape a sí mismo mientras bajaba la varita y se daba la vuelta dando varios pasos.
- ¡Duelo! –
- Expelliarmus –
- Expelliarmus –
Los dos hechizos tronaron en el aire como una bala de cañón. Las chispas rojas volaron y se formaron como fuego escarlata de las puntas de las varitas de ambos magos. Las llamas rojas se encontraron en el aire y se contrapusieron con fuerza, cada hechizo intentó superar el uno al otro durante un segundo, pero el hechizo de Snape fue rápidamente superado y dio en el pecho del profesor, haciéndolo caer mientras era arrastrado varios metros por el suelo, la varita del profesor voló por el aire y Harry la atrapó con su mano libre.
El árbitro, al verlo, estuvo a punto de declarar al ganador, hasta que sintió como su lengua se pegaba al paladar y veía, con sorpresa, como las dos varitas eran arrancadas de las manos de Harry. El profesor Snape, con la palma abierta, estaba listo para tomar ambos objetos, aunque la varita de Harry nunca llegó a su mano, sino que fue devuelta a la de su portador por la magia del mismo. Tras recuperar los dos sus varitas los hechizos volvieron a volar.
Las luces volaban de la varita de Snape a gran velocidad, pero Harry, sin moverse de su lugar, detenía cada hechizo con gran maestría, moviendo su varita para mandar a volar cada hechizo. El profesor apretó los dientes y echó a volar como un gran murciélago desenvolviéndose con su capa en humo negro. Harry sonrió discretamente mientras el hechizo del profesor; una maldición rompe huesos que en esa área seguramente sería letal, volaba hasta su nuca. Harry se dio la vuelta en apenas un parpadeo, el hechizo de Snape se detuvo en el aire mientras Harry alzaba su mano en su dirección. Todo el público abrió los ojos cuando el hechizo se detuvo y voló de vuelta a su invocador, partiendo la varita de Snape por la mitad hasta llegar a su mano, rompiendo cada hueso de la misma y haciendo al profesor caer al suelo por el dolor.
Todo quedó en silencio hasta que el árbitro, finalmente libre del hechizo del adolorido profesor, declaró; - Ganador, Harry James Potter –
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Harry había vuelto a mirar los siguientes combates, Draco y Hermione habían pasado fácilmente a la siguiente ronda, pero el siguiente combate era el que le llamaba la atención: Annika Vulchanova vs Daphne Lirio Greengrass. Las dos poderosas brujas empezaron el duelo lanzando maldiciones moradas que volaron por todo el campo, las dos esquivaban y usaban escudos mientras trazaban un círculo en el suelo; estaban viendo la máxima expresión de un duelo tradicional entre sangre pura: directo y contundente, frío y burdo que buscaba desmayar lo más rápido posible al contrincante con hechizos poderosos, letales y comunes que mostraban la fuerza bruta de un hechicero en lugar de la explosión de magia impredecible que Harry prefería.
Annika parecía darse cuenta que había encontrado un rival, así que, cambiando de estrategia, había conjurado varias aves que bloquearon las maldiciones siguientes, convocando una gran llamarada de fuego en lugar de una maldición convencional; habían llegado a la magia elemental.
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Harry Potter: La luz que muere
FanfictionAlbus Percival Wulfric Brian Dumbledore era capaz de prever sucesos muy próximos o futuros, pero su mentalidad provocaba que se creyera incapaz de equivocarse, y que cuando lo supiera lo negara, en sus falsas esperanzas de ver lo mejor de los demás...