Un deseo trastornado.

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Viernes 10 de julio de 1992.

Gran Bretaña.

Hogsmeade.

Hermione observó desde lo lejos como el combate de Harry y Amelia comenzaba, la chica sacudió ligeramente la cabeza, Harry podía arreglárselas solo, ahora ella tenía otra cosa de la que preocuparse.

La chica volteó de nuevo hacía su adversario, el auror mayor Kingsley Shacklebolt, un oponente de cuidado y uno de los primeros maestros de Harry, realmente Hermione respetaba al hombre.

Por eso mismo no podía darse el lujo de contenerse.

Hermione pensando en eso alzó su varita. – Avada Kedavra – Dijo la chica buscando acabar rápido el combate.

Kingsley no cayó por el ataque, sino que la esquivó antes de contratacar con un hechizo aturdidor, el mago era rápido en sus movimientos, no era un auror de alto rango por nada.

Hermione bloqueó el hechizo con un hechizo protego, luego apunto su varita hacía Kingsley lanzando un hechizo color azul claro.

Kingsley alzó su propio hechizo de protección sorprendiéndose por el efecto del hechizo, a pesar de ser un escudo de energía este cayó congelado al suelo con forma de un plato algo hondo.

"¿Qué hechizo es este?, nunca lo había visto". Pensó el auror para sus adentros.

Kingsley saltó hacia atrás reaccionando a tiempo para evitar un hechizo incarcerous, el mago alzó su varita lanzando una maldición explosiva hacía Hermione, chica que desapareció la misma con un solo movimiento de su varita.

El auror de repente desapareció de la vista de la chica y reapareció detrás de ella, apuntó su varita, y de inmediato Hermione cayó de rodillas inmovilizada por un hechizo.

Kingsley bajó su varita, al fin que ya había ganado.

Sin embargo, estaba equivocado.

Kingsley vio con impresión como la Criminal atada desaparecía, y antes de poder reaccionar quedó inconsciente por un hechizo de contusión que le pegó en el cráneo.

Hermione suspiró desde lo alto del edificio donde estaba, realmente el hechizo de duplicación que le enseñó Harry era muy útil.

La chica apareció donde Kingsley se encontraba, quería revisar si todavía estaba vivo, y de estarlo debía de asesinarlo.

Uno podría preguntase el motivo de que Hermione lo quisiera muerto, ella no era del tipo de persona que mataría a alguien solamente porque sí.

La realidad era que Harry les había entregado una lista de blancos, personas que debían matar de tener la oportunidad, gente de alto peligro o importancia, gente como Kingsley Shacklebolt, Alastor Moody, Rufus Scrimgeour, Elphias Dodge, Amelia Bones o Albus Dumbledore.

Hermione pudo corroborar que Kingsley seguía vivo, vivo pero muy débil, seguramente estaba a nada de tener un derrame, la chica decidió no prolongar más el sufrimiento del auror y alzó su varita cuya punta brillaba en color verde.

La maldición nunca pudo ser concretada, pues la chica fue sacada volando lejos perdiendo su varita, al levantarse solo pudo ver con horror quien había llegado al campo de batalla.

Era Albus Dumbledore.

__

Daphne jadeó un poco por aire, realmente estaba agotada, ya se había encargado de sacar del tablero a 5 aurores, entre ellos Alastor Moody, quien ahora llacía inconsciente y su ojo mágico rodaba por el piso.

Harry Potter: La luz que muereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora