Viernes 26 de junio de 1992.
Ministerio de Magia Británico.
Sala de reuniones del Wizengamot.
Harry se sentó en su respectiva silla en la sala de reuniones, puede que su voto fuera ejecutado por alguien más, pero era su mero derecho el estar ahí.
Además, era divertido.
Luego de unos minutos el invitado de honor para esa reunión llegó, Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore entró por la puerta.
Todas las miradas se dirigieron hacía el director apenas entrar, algunas eran burlonas, otras venían cargadas de rencor o ira, algunas eran indiferentes, otras llenas de decepción, preocupación, alegría o confusión.
Era el centro de atención pues.
Dumbledore se sentó en la silla enfrente de toda la corte, la silla era la que se usaba para cualquier acusado, pues dado lo ocurrido todos querían interrogar al director, por lo mismo se había decidido que para esa reunión no podía actuar como jefe brujo, así que se designó a Amelia Bones como jefa bruja interina.
La elección de Amelia no fue complicada, fue la de más destacable participación en la batalla del ministerio de magia, siendo la mujer que derrotó en un duelo al supuesto aprendiz de Grindelwald, mismo que antes casi había matado a Alastor Moody.
Amelia se aclaró la garganta para asegurarse de tener la atención de todos y al tenerla le dio un asentimiento al ministro para iniciar con la reunión.
- buenos días a todos, por el poder que me otorgó el ministerio, doy por iniciada esta sesión extraordinaria del Wizengamot, bajo la jefa bruja interina Amelia Bones - Dijo Cornelius mientras se sentaba de manera más digna en su silla, quería dar la impresión de un ministro respetable dada la difícil situación.
- gracias ministro - Amelia volteó a ver a todo el Wizengamot y después a Dumbledore.
- el día de hoy, señor Dumbledore - Dijo Amelia mientras Albus asentía, realmente nunca le había gustado el título de Lord.
- lo hemos citado para que, dada la difícil situación que acabamos de vivir, nos de toda la información pertinente al mago tenebroso Gellert Grindelwald, recuerde que esta frente a todo el tribunal mágico de Reino Unido, así que cualquier omisión de información repercutirá en un castigo severo, lo mismo aplica para cualquier clase de mentira -
Dumbledore asintió de forma tranquila antes de que Amelia continuara.
- Antes de iniciar con la declaración de Dumbledore - Amelia volteó a ver a todo el Wizengamot. - ¿Alguien puede dar alguna información adicional a la ya obtenida hasta el momento? -
Nadie parecía querer decir nada hasta que Harry se puso de pie.
- jefa bruja, yo quisiera presentar un recuerdo que, a pesar de sonar como una petición fuera de lugar, es por mucho algo relevante para esta sesión - Dijo Harry ganándose miradas de todos, aunque nadie se atrevió a contradecirlo, al fin y al cabo, les convenía.
Un error de Harry significaba menos poder para él y más para ellos.
Amelia asintió con la cabeza y con una seña de su mano un Hit Wizard trajo un pensadero y otro recogió el recuerdo cuando Harry se lo dio.
Aunque claro, había que hacer todo más creíble, así que después de entregar el recuero Harry alzó su varita y dijo.
- yo Harry James Potter, juro por mi vida y mi magia que el recuerdo entregado es completamente real y que no ha sufrido modificaciones por medio de magia, además contener información importante para el juicio del día de hoy. -
ESTÁS LEYENDO
Harry Potter: La luz que muere
FanfictionAlbus Percival Wulfric Brian Dumbledore era capaz de prever sucesos muy próximos o futuros, pero su mentalidad provocaba que se creyera incapaz de equivocarse, y que cuando lo supiera lo negara, en sus falsas esperanzas de ver lo mejor de los demás...