Dorset

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Jueves 15 de abril de 1993.

Inglaterra.

Londres.

Ministerio de magia británico.

Dumbledore miró el sarcófago de vidrio enfrente de él, en este estaba el cuerpo de Alastor Moody. Se estaban preparando los ritos funerarios del auror y Albus había pedido preparar el cuerpo, no confiaba en que nadie más fuera lo bastante cercano a Moody para hacerlo, sabía que Alastor no permitiría que nadie menos cercano tocara su cadáver.... Seguramente porque pensaba que desertaría como un zombie o inferí de ser así.

Albus sacó su varita y miró con detenimiento el cuerpo de su amigo, se notaba que había muerto en batalla, eso era extrañamente apropiado para él; Moody nunca hubiera podido descansar en paz si moría de otro modo, él odiaría morir descansando en una cama sin poder moverse, ese no era Moody, el auténtico Alastor había perdido extremidades y sentidos, y a pesar de eso continuó peleando. Un extraño sentimiento de orgullo recorrió al mago, su amigo realmente era un hombre determinado, uno que hizo valer el título de Auror.

El director de Hogwarts movió la varita, con una delicadeza mayor a cualquier otro momento de su vida, para empezar a sanar las heridas del cuerpo de Moody. Albus bien podía desaparecer la mayoría por completo, pero decidió dejar las cicatrices; pensaba que Alastor habría apreciado más que todos pudieran verlas, que supieran que murió como vivió. Dado ese mismo motivó decidió no remendar la ropa.

"Que embustero". No pudo evitar pensar Albus al ver la falta de cierto artículo; el ojo de Moody había sido robado por su asesino. El director frunció más el entrecejo, pero ya no había mucho por hacer al respecto, movió su varita y transfiguró un ojo de vidrio para Alastor.

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Noroeste de Inglaterra.

Casa de Harry Potter.

Habitación de Harry y Daphne

La aparición de los magos siempre había hecho un particular crujido, por ende, no fue de sorprenderse que la persona en el cuarto volteara cuando Harry apareció. El rostro del chico era sereno, pero había algo en sus ojos verdes que perturbaba a la chica que lo esperaba, no supo describirlo, sin embargo, era claro que algo sucedía. La chica estaba jugueteando en una silla cuando él apareció, lista para decir su más reciente hazaña, por lo mismo llevaba consigo el ojo de aquel entrometido Auror en su mano, como si deseara que alguien apareciera para presumirlo. Dado todo ella pudo decir que las siguientes palabras de Harry fueron inesperadas.

– Fuiste imprudente, Hermione – Él repuso secamente. La chica estaba sorprendida por dicha reacción, pero fue incapaz de abrir la boca. Harry empezó a caminar con las manos detrás de la espalda, daba pasos firmes y lentos en dirección a la ventana del cuarto, justo al lado contrario de donde se encontraba Hermione.

- ¿Tienes idea de lo que provocaste con esto? – El cuestionamiento de Harry vino mientras le daba la espalda a Hermione, en ningún momento volteó la mirada. – Yo... mate a Moody –

- Corrección; mataste a alguien que yo, específicamente, afirmé que no tenía el deseo de eliminar, no tienes ni idea de las complicaciones que esto me trae, debo modificar mis planes bastante ahora mismo, él no era cualquier idiota al que nadie extrañaría, incluso ahora estoy a nada de llegar tarde al ministerio. Ellos creen que yo, siendo un mago leal, amable, caritativo, y muy influyente, debo ir a presentar mis respetos al engorroso parapléjico, no solo eso, sino que debo perder mi tiempo investigando su asesinato – La mirada de Harry se dirigió a los ojos de Hermione por primera vez en la conversación, su mirada era helada, sus ojos habían perdido por instancias ese carismático brillo tan característico, además su mano reposaba cerca de la varita, sus dedos se flexionaban por instantes como si buscara tomarla instintivamente en su ira, pero su autocontrol no se lo permitió, la persona frente suya no era alguien a quien deseara atacar, solo eso menguaba su instinto natural de castigar la incompetencia, aun con ello su tono de voz era tan calmado como siempre. El corazón de Hermione se aceleró y su cara perdió todo color.

Harry Potter: La luz que muereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora