Lunes 19 de octubre de 1992.
Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Gran comedor.
Albus Dumbledore veía como todos comían, todos los chicos disfrutando felizmente su estancia en el colegio, aunque algunos profesores no compartían la calma, no con la fuga masiva de Azkaban, misma que helaba la sangre a todos los adultos y estudiantes mayores, pero era claro algo; todos los profesores estaban trabajando al máximo, así la guerra no afectaría a los alumnos, ellos querían que, al menos, Hogwarts fuera para ellos un espacio seguro.
El director suspiró antes de poner su mejor sonrisa, al menos tenía una buena noticia entre todo el alboroto. – Buenos días, jóvenes alumnos, quisiera que por favor me pusieran atención unos momentos; tengo algo que comentarles, por lo que les pido que dejen de degustar sus preciados manjares por solo un segundo, solo será por un momento – Dijo el director más amado del colegio, e inmediatamente todos le prestaron atención.
- El día de ayer el profesor Lupin decidió dejar su puesto; una nueva oferta de trabajo le llegó de la misma ministra de magia, así que les pido que no alarguen sus caras, el profesor fue muy feliz de enseñarles a todos, y estará de vez en cuando apoyando a su nuevo profesor – Dijo obteniendo reacciones mixtas, desde los que se alegraban por su profesor, y los que estaban más tristes porque este no les volvería a enseñar de manera constante.
- Usualmente no comentaría más, pero sé que la curiosidad de todos se eleva por sus cabezas, así que les diré que el señor Lupin ahora trabaja como un auror, siendo el guardia personal de la ministra Bones, un trabajo que, he de decir al igual que ustedes, está a la altura de sus habilidades – Dijo para jubilo de sus compañeros profesores (excepto Snape), pues ellos se alegraban por su antiguo camarada.
- ¿Qué pasará entonces con la clase de defensa? – Cuestionó Percy el prefecto en voz alta, eso para alivio de todos, ya que los presentes se lo estaban preguntando.
- Bueno, su nuevo profesor ya está aquí, pero se encuentra fuera del comedor ya que disfruta de las entradas dramáticas – El director hizo una pausa mientras abría los brazos, a modo de parecer que pronto daría una cálida bienvenida. – Sin más, saluden a su nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras; el profesor Potter – Dijo con una sonrisa mientras Harry entraba al gran comedor.
El chico entraba con un andar calmado, sus pisadas resonaban por el cuarto incluso entre los aplausos, acercándose con cada pisada a la mesa de profesores, donde todos esperaban al chico con una sonrisa (exceptuando a Snape), su vestimenta realmente denotaba su nuevo estatus de maestro, pues su traje negro, en combinación a su corbata y abrigo largo de color verde, denotaba bien su nueva imagen, todo enmarcado por unas gafas similares a las de su padre, unas que nunca solía utilizar, y que realmente no necesitaba, siendo colocadas ahí solo para aclarar más su nuevo puesto de trabajo.
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Harry Potter: La luz que muere
FanfictionAlbus Percival Wulfric Brian Dumbledore era capaz de prever sucesos muy próximos o futuros, pero su mentalidad provocaba que se creyera incapaz de equivocarse, y que cuando lo supiera lo negara, en sus falsas esperanzas de ver lo mejor de los demás...