Venganza, dolor, tortura, oscuridad, sacrificio y rendición

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(Alerta del Autor)

Bien, este es un capítulo más largo de lo usual (más de 3000 palabras), pero también de los más fuertes, según yo, que he escrito, no nos vamos a limitar solo al crucio.

Aun no es tan explícito como podría llegar a ser, pero algunas escenas son más de lo que usualmente los tengo acostumbrados, así que me veo en la obligación de advertirlos, eso a pesar de que la clasificación del fanfiction es madura, veremos como queda para ver si disfrutarían algo así de nuevo, o quizá algo un poco mayor.

Eso lo veremos.

Espero que lo disfruten, quedan advertidos.

Suerte....

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Viernes 16 de abril de 1993.

Noroeste de Inglaterra.

Casa de Harry Potter.

Newt sacudió su cabeza con dolor de cabeza punzante y desorientador. Los ojos del mago se abrieron y cerraron 3 veces en un fútil intento de recuperar la vista ante la luz repentina. Los filtros naturales de su visión tardaron un minuto más en adaptarse cuando, finalmente, aquel sentido básico del ser humano regresó por completo al mago.

- ¿Dónde estoy? – Murmuró él pausadamente y con voz seca. – Bienvenido al infierno, Scamander, te estuve esperando – Una voz sarcástica, jovial y carismática llegó a los oídos de Newt. La cabeza del mago giró a la barrera de energía rojiza que hacía de cuarta pared en aquella celda.

- Grindelwald.... Escuché que te habías hecho un, ¿cómo decirlo?, tratamiento de rejuvenecimiento.... Ciertamente parece que ha valido cada galeón –

- Conservando el humor, admirable de tu parte, Scamander – Grindelwald sonrió de lado a lado mientras se recostaba en la cama, sus manos en la nuca en una relajada posición. – Incluso volviste a tu apariencia de... creo era 1926. Sinceramente no sé qué te pasó luego de esos años, cambiaste demasiado, como personaje de obra de teatro al que le cambiaron el actor –

- Muy gracioso, Señor Scamander.... Fueron años difíciles, ya sabes, rituales y cosas así –

- Ahora, Scamander, parece que te encuentras en una difícil situación, me imagino que el joven Harry ha ido a buscarte, con un cuestionamiento supongo, ¿Te ha preguntado de los Obscurial? – Newt no dijo nada, confirmando la pregunta.

El magizologo se acercó a la pared roja de la celda, su vista recorrió a los lados al resto de prisiones semejantes, finalmente, tras entrecerrar los ojos, pudo ver a Theseus y Lally del lado de Grindelwald, todos en celdas separadas, aunque no podía localizar a Tina. - ¿Buscas a la señorita Goldstein?, lamento informarte que Potter vino por ella hace poco, no temas, te devolverá a tu amada esposa.... En pedazos. –

Newt estampó la mano contra la barrera. Él, adolorido, retrocede sujetando su ahora quemada mano. La extremidad roja resaltaba de su manga semidestruida. – Amigo, yo ya he intentado eso, ¿No es doloroso?, no te recomendaría hacerlo de nuevo, señor Scamander. No creo que desees quedar sin brazo –

- ¿Cómo puedes estar tan calmado, animal? – Espetó Newt con ira poco controlada debatiendo su actitud usual. – Porque sé que no puedo huir solo de aquí, Potter si tiene protecciones competentes, además que, por lo que sé, salir a los pisos superiores sería poco mejor que un suicidio –

- No me interesa si ya perdiste la esperanza, yo voy por Tina – Murmuró él mirando cada lado de la celda en busca de aperturas. – No te preocupes, señor Scamander, planeo llevarte con ella – La fría voz del mago tenebroso llamado Potter estremeció a Newt. – Petrificus Totalus – Lanzó inmediatamente Harry cuando la barrera flaqueó. Newt cayó inmóvil de espaldas.

Harry Potter: La luz que muereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora