Los once idiomas

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Miércoles 18 de diciembre de 1991.

Noroeste de Inglaterra.

Casa de Harry Potter.

11:00 pm

Harry se encontraba en su habitación pues luego de regresar al colegio, esperó a que fuera algo más tarde para poder ir a sacar más información de Grindelwald, y se encontraba descansando, esto luego del esfuerzo que hizo para ingresar por primera vez a la segunda capa de la mente del poderoso mago tenebroso.

El segundo bloque de la mente de Gellert se basó en apariencia a un complejo laberinto construido en plantas, y cuyos lugares sin salida representaron diversos recuerdos con información en su mayoría poco útil, con la salvedad de algunos conocimientos de encantamientos aprendidos por Gellert en los inicios de sus años intermedios de estudio en su colegio, eso antes de ser expulsado del mismo.

Harry suspiro ligeramente y se paró de la cama dirigiéndose al comedor donde en la mesa ya se encontraba servida la comida, eso por obra de su elfo doméstico. Apenas sentarse noto como la caja que le entrego Alexander Greengrass aun descansaba en la mesa, por lo que luego de pensarlo un poco decidió por fin abrir aquel curioso paquete.

Harry se levantó para poder abrir la curiosa caja luego de observarla un rato, la caja era de metal negro pulido con algunos detalles decorativos de color verde y a modo de seguro de la caja estaba el escudo de armas de la familia Greengrass.

La varita de Harry fue desenfundada en busca de cualquier hechizo en el exterior de la caja, y una vez comprobando la ausencia de estas Harry abrió la caja, donde apenas abrirla pudo observar que en el interior tenía un acolchado color verde, en donde descansaban una carta y unos cuantos libros.

Lo primero que Harry hizo al ver el contenido fue utilizar una vez más su varita, la agitó en busca de cualquier maldición que pudiera contener el interior de la caja, o de los mismos objetos en su interior, y en esta ocasión no encontró ningún peligro de nueva cuenta.

Lo primero que Harry tomó fue la carta cuyo sobre era de un color negro con detalles en verde, mismo sobre que era cerrado meticulosamente por un sello de cera de color plateado con el escudo de armas de la familia Greengrass, y que al abrirlo denotaba estar escrita en un papel plateado y letras en tinta negra.

Sin más miramientos Harry comenzó a leer la carta meticulosamente mientras empezaba a tomar de su taza con chocolate caliente.

«Señor H. Potter».

Mansión Greengrass.

Lord de la antigua y noble casa de los Greengrass: Alexander Greengrass.

Estimado heredero de la antigua y noble casa de los Potter, Harry James Potter, coloco esta carta en la caja que le he entregado con fin de presentarle una propuesta.

Como sabes se hace muy poco tiempo se realizó una sesión en el Wizengamot con fin del cambio de su custodia, y la misma terminó en manos del Lord de la noble casa de los Malfoy, Lucius Malfoy, sin embargo, también has de saber al haber estado presente en dicha reunión que mi persona también tenía cierto interés en la obtención de tu custodia.

En esta cuestión seré bastante directo, soy consciente de que usted es todo menos un ignorante, y por ende no lo tratare como tal, dicho eso, cabe aclarar que soy plenamente consciente de que usted conoce de la existencia de un segundo plan en cuyo caso el primero no concretarse.

Por ende, ya has de suponer que el motivo de esta carta es explicarle este plan de respaldo a modo de propuesta como ya he mencionado.

La propuesta en cuestión consiste en lo que parece algo anticuado en varias perspectivas, pero lo bastante útil para seguir siendo tomado en cuenta contrato matrimonial.

Harry Potter: La luz que muereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora