Miércoles 2 de septiembre de 1992.
Inglaterra.
Gran Bretaña.
Little Hangleton.
Cementerio.
Voldemort no cabía en su alegría en estos momentos, finalmente, luego de vivir por más de 10 años como un espíritu debilitado, había logrado conseguido un cuerpo, y no cualquier cuerpo, sino uno capaz de hacerle daño a Harry Potter y anular aquella protección sacrificial en la sangre del muchacho, realmente todo había salido algo mejor que a la perfección.
El mago tenebroso acaricio ligeramente su varita, el sentido del tacto regresaba a él después de tantos años, el señor oscuro sonrió profusamente, su regreso no pudo haber sido más esplendoroso, tan magnifico, tan perfecto.
Ahora todas las cartas jugaban a su favor, la sangre de Potter corría por sus venas, ahora ya podría asesinar al muchacho, además, nadie sabía de su regreso, ni siquiera el mismo Potter, podría moverse un tiempo en la oscuridad hasta que sus planes pudieran comenzar.
Voldemort bien sabía del regreso de Grindelwald, el otro señor oscuro antes que él, Voldemort lo respetaba, respetaba sus logros y su gran poder, pero ahora no era más que otra pieza en su tablero de juego, Grindelwald podría debilitar mucho al mundo mágico actual, dejarlos vulnerables hasta ser detenido, dejarlos indefensos ante él, una vez el mundo mágico estuviera a nada en su borde él solo tendría que encargarse de dar el último golpe para ponerlo de rodillas.
Solo tendría que clavar el último clavo en el ataúd.
La ejecución sería fácil, al fin que era una misión sencilla, más para alguien con su inmenso poder, más para él, para el mago más poderoso de todos los tiempos.
Sí, eso sería sencillo, sus poderes siempre fueron muy grandes, siempre fueron excepcionales, increíbles, inauditos, incomparables y ahora estaban completamente de regreso, es más, ahora era más poderoso que antes.
Sí, podía sentirlo, realmente la modificación en el ritual había valido la pena, la sangre de Potter contenía un potencial mágico increíble, realmente impresionante, un potencial a su mismo nivel, quizá aún más, y ahora parte de ese poder también era suyo.
Voldemort apretó su varita ligeramente con una sonrisa, apuntó al cielo y dijo. – más poder – La sonrisa del mago se ensancho mientras una gigantesca tormenta eléctrica llenaba los cielos. – del que nunca imaginé – finalmente Voldemort completó.
Voldemort sonrió una vez más, usualmente no lo hacía, pero en esta situación realmente podía sentir alegría, el mago oscuro realmente se sentía feliz de tener su poder de regreso, pero aún faltaba algo.
El señor tenebroso volteó a ver a su alrededor pensando en eso último, ahora mismo estaba en el lugar de descanso de sus parientes, incluida su madre que fue trasladada a ese cementerio, Voldemort simplemente negó con la cabeza y de un tirón tomó el brazo de Pettigrew y presionó su varita contra la marca tenebrosa, al hacerlo finalmente dijo. – es momento de reunirme con mi verdadera familia -
__
Sureste de Inglaterra.
Mansión Malfoy.
Lucius comía tranquilamente un pedazo de pastel en su mesa, realmente necesitaba un descanso, desde que Harry empezó con sus actividades de mago tenebroso Lucius había estado realmente atareado.
El mago de sangre pura había realizado diversas tareas bajo órdenes del chico, para Lucius el muchacho era realmente un genio, hasta ahora luchaba en tres bandos, el supuesto de Grindelwald, el suyo propio y el del ministerio, y nadie sospechaba nada, realmente brillante.
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Harry Potter: La luz que muere
FanfictionAlbus Percival Wulfric Brian Dumbledore era capaz de prever sucesos muy próximos o futuros, pero su mentalidad provocaba que se creyera incapaz de equivocarse, y que cuando lo supiera lo negara, en sus falsas esperanzas de ver lo mejor de los demás...