Harry Potter: La luz que muere

El mejor amigo

Sábado 27 de junio de 1992.

Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería

Un lugar donde prometo no habrá peligro para los niños y que no tiene historia alguna que atente contra nuestra existencia.

Pero abajo hay una gigantesca serpiente asesina.

Un perro endemoniado de tres cabezas.

Un árbol que puede matarlos.

Arañas de nuestro tamaño que pueden comernos la cara.

.... Saben qué, mejor olvídenlo.

Ejem, mejor comienzo con el capítulo de hoy.

Harry se encontraba en la biblioteca del colegio, le había pedido a Dumbledore el permiso de usar los libros de la biblioteca, el director se lo había dado siempre y cuando no perdiera ningún libro ni ingresara a la sección prohibida.

Harry había cumplido.

Simplemente él ya no requería ir a la sección prohibida, ya había leído todo el contenido disponible en esa sección, además algunos de los libros pertenecientes ahí ya habían podido adquirirlos por medio de Barkin and Burkes, quienes no defraudaron a Harry y aprovecharon muy bien los galeones que les había dado en un comienzo.

Eso era otro asuntó que estuvo en la mente de Harry, sus inversiones, hace poco Gringotts le había mandado sus registros de cuentas a las que tenía acceso, las cuales eran: la Potter, la Fleamont y la Peverell (o lo que quedaba de ella).

Cuando Harry había conseguido acceso entero a sus bóvedas pudo registrar todo lo que poseía, en ese momento agradeció haber invertido gran parte de su bóveda de confianza en varios negocios.

En su bóveda de confianza se pudieron contabilizar 50,625 galeones, la misma bóveda se rellenaba cada cierto tiempo, lo que le permitió ir invirtiendo a Harry antes de entrar al colegio.

Harry también se pudo dar cuenta que la fortuna de la familia Potter había menguado por algunos motivos, nadie administraba las cuentas, varios negocios fueron comprados o embaucados por el mismo motivo, el propio dinero que sus padres invirtieron en ayudar en la guerra mágica, varios miembros o socios que murieron en la guerra, entre otros motivos.

La cantidad de galeones que quedaban en la bóveda era de 869,375, suficiente para todavía ser una familia adinerada, pero lejos de lo que habían tenido al inicio de la guerra, donde poseían un aproximado de 2,600,000, unos 100,000 más que la familia Malfoy actualmente.

Harry al ver eso se puso a invertir parte de los galeones que quedaban para recuperar lo perdido lo más rápido posible, algunas de esas contribuciones fueron al mismo banco que ya tenía más sucursales gracias a él en parte.

Además de ello Harry logró conseguir más galeones de mano de quienes escribían historias de su persona sin permiso, permitía que las hicieran, pero ahora ganaba gracias a eso, junto a una compensación claro está.

Por último, Harry ya había logrado publicar algunos compendios de hechizos y libros al respecto, aunque algunos fueron de otros temas, pero claro todos fueron fáciles de vender debido a su nombre y relativamente bajo precio.

Aunque claro su libro más popular era también el favorito de Harry.

¿Por qué y cómo ser menos gruñón con los estudiantes?, una carta para mi profesor favorito, Severo Snake, el pocionista de Hogwarts, el negro murciélago que a veces era rosa.

Era el número 1 en ventas.

Definitivamente se lo echaría a su profesor en cara.

Gracias a todo su esfuerzo Harry logró llevar la fortuna Potter algo más arriba de lo que estaba antes de la guerra, hasta los 2,900,825 galeones.