La situación era mala para cualquier trabajador que tomba la iniciativa de golpear a un compañero de trabajo en el primer día y Liam no quería que tuvieran una estancia conflictiva.
El doctor Green se levantó con sangre en la nariz – eres de los militares, ¿no?, quiero que vaya a prisión – señaló a Dogo.
Liam apretó los dientes – hablaré con él.
– No quiero que hables, lo quiero fuera, el general sabrá sobre esto, ese bastardo no puede quedarse.
– Vuelve a gritar eso y voy a perforar tu trasero – gritó Dogo y Liam lo empujó.
– Maldito psicópata.
– Basta – gritó Liam usando la longitud de sus brazos para separarlos – doctor, vuelva a su laboratorio, yo me encargaré de él – tiró del brazo de Dogo y miró la mancha de sangre sobre sus labios, resopló – no te pido que seas un ejemplo de caballero, pero por lo menos tienes que comportarte, porque no importa a dónde vayamos, siempre tendrás que tratar con otras personas.
Dogo miró hacia el médico que se marchaba y luego hacia Liam – sí ya terminaste tu turno, lárgate – dio la vuelta ignorándolo y volvió al laboratorio.
Liam no recordaba que tratar con Dogo fuera tan difícil, hizo un puño con la mano derecha y regresó sobre sus pasos, al ingresar al laboratorio notó que había varias puertas bloqueadas y una sala común donde alcanzó a ver la forma en que Dogo miró al doctor Green, Liam lo siguió y le sujetó el hombro.
– ¿Qué quieres?
– Lo lamento.
Dogo sonrió de forma burlona – ¿y qué es exactamente lo que lamentas?
– No escucharte, sí me dices el problema será más fácil ayudarte, y sí lo que quieres es que dejemos este lugar, estamos a tiempo.
Dogo desvió la mirada y resopló antes de responderle – hay tres vacunas experimentales, tienen pizarras y las identificaron por colores, Magenta, Cian y Blanco, la blanca es la más nueva, todavía está en desarrollo, la Cian es la más avanzada y está la fase de pruebas con animales, pero ese hombre, desarrollador de la Magenta, apresuró las pruebas en humanos, sacaron dos cadáveres hoy y él exigió más voluntarios, va a matar a más personas y no le interesa, ese es mi maldito problema y no necesito tu ayuda – se liberó de su agarre antes de dar la vuelta y regresar con su herramienta de trabajo.
Un trapeador.
Liam se lamentó y miró hacia el médico golpeado, todos los asistentes a su alrededor se apresuraban a llevarle gasas y alcohol para sanar los golpes y lanzaban miradas acusadoras a Dogo.
Después de su primer día de trabajo Dogo regresó al departamento y encontró a Ángel dormido sobre el sillón, abrió el refrigerador y se quedó en la puerta mirando sin encontrar algo que le gustara, sacó de su espacio una paleta y la chupó.
Le quedaban tres en toda la bolsa.
Se sentó en el sillón libre y levantó las piernas, Liam llegó media hora después.
Dogo le lanzó una mirada fría – llegas tarde, muero de hambre, ve a la cocina y prepara algo – siguió chupando su paleta.
Liam se quitó la chamarra y la camisa dejando su torso al descubierto – ¿cuántas dosis tienes?
– Unas veinticinco, ¿por qué? – levantó la mirada y miró el brazo extendido de Liam – ¿qué?
– Seré tu primer sujeto de experimentación.
– Ese soy yo y el segundo está ahí – señaló a Ángel – serás el tercero.
– Bien, seré tu tercer sujeto de experimentación.
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No soy un virus, soy un acosador (Segunda parte)
RomanceContinuación. .../.../ ubicación de la primera parte https://www.wattpad.com/story/208268032-no-soy-un-virus-soy-un-acosador Después de invadir el sistema de un viajero de mundos, Dogo logró abrirse paso a un nuevo cuerpo y a una nueva vida. Esa nue...