9.16 Hotel (1)

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Llegando a la puerta que daba a las escaleras Ángel respiró profundamente – iremos despacio.

– Iré adelante – le dijo Sirios poniendo la mano sobre su hombro, abrió la puerta en un movimiento y apuntó con su arma.

– ¡Ten cuidado!, podrías dispararte con esa cosa – le dijo Ángel un poco asustado y Sirios sonrió.

Recordándolo, Sirios jamás le dijo qué clase de persona era antes de ser mordido por zombis – quédate tranquilo.

La puerta del quinto piso se abrió y Liam llegó a las escaleras, se asomó para encontrarlos y bajó de prisa – iremos por el estacionamiento.

– Pero dijiste que estaba invadido – se quejó Ángel.

Liam los alcanzó y tiró del cuello de Sirios – silenciadores, no necesitamos alertar a todos los zombis de la ciudad.

– Seguro cariño – respondió con una sonrisa e hizo un movimiento de negación tras darse cuenta de lo que dijo – quise decir.

– Usa esto – le lanzó un casco y otro a Ángel.

Liam abrió la puerta del estacionamiento y apuntó con su ballesta, Sirios apuntó con dos pistolas y Ángel se quedó atrás abrazando su mochila.

El estacionamiento rebosaba de zombis y docenas de ellos se lanzaron al ataque, Sirios sacó una granada y la lanzó lo más lejos posible, Liam recargó la ballesta y avanzó en dirección a una camioneta.

Sirios miró hacia atrás asegurándose de que Ángel no se quedara y tiró de su brazo para obligarlo a avanzar, llegaron a salvo a la camioneta y lo lanzó sobre el asiento trasero.

[Único vehículo con gasolina], [¿qué ya nadie se preocupa por llenar el tanque?], [>,<]

La camioneta arrancó y Liam volteó a su derecha, Sirios ya tenía puesto el cinturón y eso le dejaba una persona.

– Lo tengo, lo tengo, no lo tengo, esta cosa está atorada.

– Ponte el cinturón de seguridad.

– Dije que lo tengo, ya quedó, lo vez.

Pasaron por encima de cinco zombis para dejar el estacionamiento y salir a la ciudad.

– Eso fue increíble, no tenía idea de que pudieras disparar así, Sirios, fue grandioso.

Sirios miró a Liam sintiéndose incomodo por la pareja y tosió secamente – Liam también estuvo increíble.

– Él nació así, lo tuyo fue asombroso.

– Ángel – lo interrumpió Liam – vas a explicarme porqué usaste un código rojo, ahora.

– Ah, alguien ingresó al sistema del laboratorio de manera remota, descargaron un tercio de la investigación.

Liam golpeó el volante.

– Destruimos toda la información antes de irnos y traje los discos de respaldo.

– Buen trabajo.

Después de esa conversación Sirios sintió que necesitaba levantar la mano – tengo que preguntar, ¿por qué es tan malo que alguien ingrese al sistema?, sí estamos trabajando en una cura y más personas están al tanto y nos ayudan, es algo bueno, ¿no?

Tanto Liam como Ángel voltearon a verlo.

– No, no es algo bueno – fue Liam quien respondió – esa persona necesita saber que hay información valiosa en ese laboratorio, lo que reduce la lista a grupos de investigación de la empresa Unite, la empresa responsable del virus zombi y si descubren la cura no la producirán para salvar al mundo, sino para salvarse a ellos y después comprometer a los gobiernos del mundo, será como salir de un apocalipsis para entrar en otro.

No soy un virus, soy un acosador (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora