11.8 Inconsciente de su identidad

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Durante toda la semana la grieta pintó el cielo de rojo y emisarios de los diferentes reinos del continente llegaron para exigir información. por seguridad el templo fue cerrado y la grieta fue tratada como una señal divina de un futuro acontecimiento que podía ser bueno, malo o milagroso.

- Tus amigas son buenas respondiendo entrevistas - dijo, al darse cuenta de que respondían sin aclarar las dudas y las personas lo aceptaban.

Sary dejó la comida junto a la mesa y se retiró, en toda esa semana no habían intercambiado más de cuatro o cinco frases.

Dogo miró la comida - oye, Sary - aprendió su nombre varios días atrás - lo agradezco, pero lo desperdicias, no tengo estómago - era un alma, no tenía cuerpo físico.

- En su tiempo Calib se alimentaba de amuletos de sangre.

Los ojos de Dogo se agrandaron - aleja eso - no pudo creer que estuviera sentado junto a un panecillo de sangre - yo te llevaba langostas y rodajas de jamón cocinadas por mi novio y así me lo pagas.

Sary frunció el ceño - detente, lo has hecho desde que llegaste, hablas como si me conocieras y cuentas un pasado del que estoy segura que no forme parte, no se con quién me confundiste o con qué dios quieres congraciarte en mi nombre, pero prefiero que te detengas, no te conozco y no estoy interesada en hacerlo, traduce.

Después de cada frase los dos tenían que esperar a que D tradujera y él se tomó un minuto.

[-_-]

[Mis ordenes vienen de mi maestro lindo, no de ti], [pero traduciré porque por alguna razón que desconozco le agradas a mi maestro bonito]

Dogo vio que ellos hablaban y tuvo que esperar a que D le diera el mensaje, su mirada se volvió cabizbaja - tienes razón, y lamento eso, no quería incomodarte.

Sary esperó a que D tradujera y luego lo miró - eres, un demonio muy extraño y esto es sangre de cerdo - señaló el panecillo - y sabe horrible, haces bien en no comertelo.

Dogo escuchó la traducción y sonrió, Cielo jamás fue fácil de tratar, él empezó su vida con un poco de ventaja porque eran mellizos, pero de no ser así, sabía que habría caído en el lado malo de su hermana.

- Ya está comenzando - interrumpió la santa.

- Y sigue viva, D, no traduzcas.

Al ver que la voz flotante no explicaba sus palabras, la Santa supo que la habían maldecido y señaló la grieta, cientos de luces similares a estrellas fugaces surgieron de la grieta y se arremolinaron en el cielo, en rededor del templo y hacia el espacio, el espectáculo con forma de lluvia de meteoros no se detenía.

- Son las entradas, tú - señaló a Dogo con odio - provocaste esta catástrofe, a partir de hoy, yo te nombro guardian de las puertas, si quieres salvarte de la condena, debes evitar que algo las cruce - golpeó el suelo con su cetro y alzó la barbilla.

- Traduce - dijeron los tres al mismo tiempo.

[Ah, lo siento, estaba grabando, maestro ¿puedo anotar esto como su nacimiento?]

- Traduce.

Dogo escuchó el mensaje y se rascó la cabeza - oiga, entiendo el problema, pero creo que está exagerando, para empezar, todo lo que hice fue pasar de un mundo a otro, y sí, hubo una explosión, pero tal vez fue otra cosa la que lo causó, porque sí romper el equilibro entre los mundo es tan fácil, cualquiera pudo hacerlo.

- ¿Fácil?

Una mujer cubierta de luz amarilla apareció en el templo, estaba descalza y vestía con una túnica del mismo tono que su piel, todo su ser estaba hecho de luz.

No soy un virus, soy un acosador (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora