Liam deseaba que alguien le dijera que escuchó incorrectamente o que estaba teniendo un mal sueño, se llevó la mano a la frente y suspiró – no fue bueno que fueras el primer sujeto de experimentación de tu vacuna.
Dogo sonrió – estoy cuerdo cariño.
- Bien, ¿de qué forma vas a conquistar el mundo?
- Zombis – los señaló – toma algo de tiempo y el material es terrible, en serio, hay algunos que están en los huesos, les agarras la mano, tiras y se desprende, te quedas con un brazo moviendo los dedos y lo único para lo que sirven es para rascarte la espalda, por cierto, ¿no te pica la espalda?, porque tengo muchos de esos – señaló hacia atrás donde había un extraño montículo de brazos con dedos – son automáticos, rascan solos.
[Mensaje entrante, horrible ser humano: esto ya se volvió bizarro, Liam, desde que nos separamos Dogo no ha tenido su inyección, ¿crees que eso pudo afectar su estado de humor?]
- ¿Cuándo fue la última vez que te inyectaste?
- No consumo drogas, soy un asesino, necesito mi cerebro lúcido.
Liam rodó los ojos – sabes a lo que me refiero.
- Hace meses, ¿por qué?
- Porque se te zafó un tornillo – buscó un lugar para sentarse – tus soldados tienen fecha de caducidad, van a dejar de ser carne para ser solo huesos y después de que eso pase no podrán mantener sus extremidades juntas, ¿qué harás después?
Dogo frunció los labios – déjame adivinar, eras ese estudiante que levantaba la mano para decir, ¡maestro!, ¿va a revisar la tarea? – agudizó la voz - ¿por qué le quitas todo lo divertido?, ¿no te das cuenta?, aquí soy el rey – se sentó en su trono – tengo todo lo que quiero.
- ¿Qué harás cuando los vivos reclamen la ciudad?
- Matarlos.
Viniendo del hombre responsable de la vacuna que salvaba a las personas.
- ¿Qué pasó ese día?
¿Qué fue lo que cambió?
Dogo no respondió, se limitó a acomodarse en su preciado trono con las piernas recogidas – nada en particular, ¿por qué?
- ¿Dónde estuviste este último mes?
- Haces demasiadas preguntas, ya me encontraste, ya puedes irte – movió el brazo para indicarle que se fuera – tengo un día muy ocupado y hay muchas habitaciones que llenar.
Justo en ese momento, cuatro zombis entraron a la habitación cargando lingotes de oro, por el estado deteriorado de los zombis cada uno cargaba un único lingote.
- Ah, esto va a tomar años – dijo rascándose la cabeza.
- Asaltaste un banco.
- Seamos honestos, los dueños de ese oro ya deben estar muertos, no lo necesitan y yo sí.
Liam sonrió – tienes que fortalecer a los zombis o no durarán después de la vacuna y necesitas una fortaleza impenetrable, no esto, comenzaremos buscando un terreno libre, separa a los zombis que pueden servir como trabajadores y olvídate del oro, no nos sirve.
- Wou, wou wou, ¿estás demente?, no te olvidas del oro – abrazó un lingote y lo protegió de Liam – tranquilo orito, no escuches al hombre feo.
- Y quítate esa ropa.
Dogo se cubrió con su hermosa chaqueta negra de cuero – no quiero.
- No es a lo que me refiero, va a bajar la temperatura, ponte algo que de verdad abrigue – sacó un mapa del bolsillo interno de su abrigo.
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No soy un virus, soy un acosador (Segunda parte)
RomansaContinuación. .../.../ ubicación de la primera parte https://www.wattpad.com/story/208268032-no-soy-un-virus-soy-un-acosador Después de invadir el sistema de un viajero de mundos, Dogo logró abrirse paso a un nuevo cuerpo y a una nueva vida. Esa nue...