10.7 Amenazas

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Liam respiró profundamente en lugar de enviar a su sistema a hibernar – Fred, ¿me quieres?

– Mucho.

– ¿Por qué?

– Porque somos hermanos, nos tenemos uno al otro y nos cuidamos, no importa qué haya problemas o esté en peligro, mi hermano mayor siempre va a protegerme.

Liam sabía que cada vez que Fred lo besaba no era a él sino a su hermano Jonathan Milos y se sintió aliviado al escuchar que ese cariño era fraternal, con una madre ausente y un padre estricto, ellos dos solo se tenían uno al otro y era natural que su relación fuera ligeramente más cercana a la que tenían otros hermanos.

De hecho, ese tipo de escenario era el mejor, Liam podía cuidarlo bajo la excusa de un hermano mayor sin llamar la atención, concentrarse en la misión, mantenerse cerca y cuando Lucifer fuera erradicado y los otros viajeros siguieran con sus misiones, él podía dedicarse de lleno a seducir a su hermano menor.

Un omega.

– Habría preferido que fueras un beta – pensó – siempre voy a protegerte, ¿ya te tomaste tu medicamento?

Fred desvió la mirada y abrazó su almohada – sabe feo.

Los inhibidores inyectados dejaban marcas y su padre no quería una sola evidencia de la naturaleza de su hijo, por eso tenían la versión de inhalador y finían que Fred era asmático.

– Espera aquí – fue a la gaveta en donde guardaba el medicamento de Fred y abrió su sistema para comprar paletas de cereza – abre la boca – agitó el inhalador, aplicó el medicamento y cuando Fred frunció los labios e hizo muecas como si hubiera comido limón, sacó una paleta.

Las paletas de cereza eran las favoritas de Sirios y vio el rostro de Fred iluminándose al probarla, como respuesta lo abrazó.

– Buen chico, ahora a ponerte tu pijama.

La ropa que los militares usaban para dormir no podía ser llamada ¡pijama!, se trataba de una camiseta y un pans, Liam se dio cuenta del error, pero no lo pensó antes porque a Dogo le gustaba usar pijamas, lo vio recostarse y él también se cambió para acostarse junto a él.

La cama era muy pequeña, era fácil para Fred acomodarse y abrazarlo metiendo la cabeza entre el cuello de Liam y respirar profundamente.

Antes de que Liam llegara, hubo una persona que se acostó a su lado y lo abrazó cada noche de la misma forma, sin importar la relación consanguínea, estaba muy molesto.

... ... ...

Fred despertó y extendió el brazo sobre la cama, pero el lugar a su lado estaba vacío y no tardó en despertar – hermano – dijo bostezando y se talló los ojos para mirar la habitación.

Esa misma mañana Erick despertó de muy buen humor, en su sistema había un mensaje que hablaba sobre las intenciones de Gregory Yoan de terminar la relación con su novio César Sairus, para su buena suerte esos mensajes fueron entregados a uno de los elementos que falleció el día anterior y Erick podía actuar como si jamás hubiera pasado.

Las noches de sexo eran geniales y en verdad lo necesitaba, un novio musculoso de piel bronceada era exactamente lo que el doctor le recetó para olvidar la misión conjunta.

[Mensaje entrante, Liam: reunión en diez minutos]

– ¿Qué?, L, ¿desde cuándo eres un servicio de mensajería?

[Anfitrión, ¿desea responder?]

Se rascó el cuello y sintió que alguien lo abrazaba por la espalda cubriendo todo su pecho con las manos – dile que espere unos – respondió al sentir algo duro con sus muslos – treinta minutos.

No soy un virus, soy un acosador (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora