Señor Lee (Lee Dong Wook)

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Narra ______

Firmé un contrato con el señor Lee, era muy fácil ese trabajo, ¿Por qué no aceptarlo el mismo día?
Cómo todo debía entregar algunos papeles, pero ya los tenis, ya que estaba trabajando en Suwon antes de llegar a la ciudad.

Al llegar Donghyun a la casa, me acerqué a él para recibirlo, luego lo seguí hasta nuestra habitación, en dónde me senté a su lado para contarle que ya tenía trabajo.
-Amor, tengo una noticia para ti. - me miró curioso.
-¿Qué es?
-¡Tengo trabajo!
-¿De verdad? - asentí - ¡Qué bueno!
-Tú tío me abrió las puertas de su empresa para ayudarle con las entregas.
-¿Cuándo empiezas?
-Mañana comienzo con el adiestramiento, el señor Lee me ayudará con eso.
-Me alegro mucho por ti mi amor. - me abrazó fuerte - Por cierto, hice los resúmenes para ti, mientras trabajas con mi tío, puedes buscar otra oportunidad en el lugar que desees.
-¡Gracias!

En la mañana del día siguiente, baje preparada para irme a trabajar con el señor Lee, quien ya estaba listo.
-El último que salga cierra la puerta. - dijo el señor Lee sonriente.
-_____, espera. - mi esposo se me acercó para darme un beso y un abrazo - Que tengas buen día.
-Igual tú. - le sonreí y luego salí junto al señor Lee de la casa.
-¿Estás lista? - asentí - Bien, vámonos.
-Bien. - me subí a solas con el señor Lee en su auto.
-_____, primero debes llegar a la empresa, allí vas a tomar un cajón grande que hay en el primer piso, luego vas a ir al correo postal y harás los envíos de lo que hay en los cajones.
-¿Cómo voy a pagar los envíos?
-Bueno pregunta. - sacó una tarjeta de el portavasos de su auto - Disculpa que la tenga aquí, pero soy yo el que hago los envíos, por eso la tengo tirada.
-Entiendo. - reí.
-No te rías. - me puse seria - Es broma.
-Dongwook, digo, señor Lee, ¿Qué hago luego?
-Vas a pagar con esta tarjeta los envíos, luego vas a guardar en un sobre los recibos y todos los viernes me los entregarás cuando sea hora de salida para ti.
-Bien. - el señor Lee me dio varios sobres, también el código de la tarjeta de crédito y por últimos el código que me dejaba acceder a la empresa.
Antes de llegar a la empresa, que era nuestro primer destino, el señor Lee me encargo traer la correspondencia del correo postal al terminar de hacer los envíos, si me olvidaba de eso, tendría una gran perdida en mi sueldo.
-Bien.

Al llegar a la empresa, enseguida practique cómo poder acceder a la misma con mi código personal, luego, seguí al señor Lee hasta el segundo piso, este estaba vacío a pesar de que ya eran las ocho de la mañana.
-Mira ______, en este pequeño cuarto, están los paquetes que vas a enviar. - entre al lugar, habían al menos 150 cajitas.
-Esto es demandó.
-Tranquila, hay un carrito especialmente para esto, con dos viajes llevas todo el auto.
-Está bien, vamos a comenzar. - metí la mayor parte de las cajas en el carrito, realmente era grande, pero no pasaba nada, luego bajé con el señor Lee hasta su auto y las comencé a acomodar por todas partes.
-Bien, ya están todas aquí, esto mismo vas a hacer en el correo postal, ¿De acuerdo?
-Sí.
-Bien, aquí tienes las llaves. - nerviosa las tomé - El correo postal está nueve luces de aquí, luego doblas a mano izquierda y lo vas a ver justo en la esquina.
-Bien.
-_____, esta es la lleve del apartado de nuestra empresa, recuerda traer la correspondencia.
-Sí, no se preocupes.

Hice exactamente lo que él señor Lee me dijo y llegué hasta el correo, un chico de inmediato se me acercó y me pasó un carrito justamente igual al qué había en la empresa del señor Lee.
-Ya veo de dónde lo saco. - luego de bajar todas las cajas, fui a pagar los envíos, cosa que tomó más tiempo de lo que pensaba, ya que cada caja tenía distinto tamaño y peso.
-Es todo, ¡Gracias! - me dijo la chica que me atendió, enseguida tomé el recibo y luego salí de la oficina postal.
-¿Qué me falta? - mire hacia atrás y vi allí los apartado - Oh, la correspondencia.

Luego de casi dos horas, regrese a la empresa, rápidamente accedí a esta y subí al segundo piso, suponía que el señor Lee estaría allí.
-Oiga, no puede estar aquí. - una chica muy guapa se me acercó.
-Lo siento, estoy buscando al señor Lee. - dije cabizbaja.
-Él está en su oficina, queda en el quinto piso.
-Oh, gracias por decirme. - me fui a subir al elevador cuando la chica me detuvo.
-No puede ir allá sin cita previa.
-Soy la esposa de su sobrino.
-¿Y qué con eso? - la chica se me alteró.
-Mira, yo trabajo aquí, ¿Tienes algún problema?
-Lo siento, no lo sabía.
-Eres una metida, mejor haz tu trabajo y deja a los demás hacer el suyo.
-¿Pasa algo aquí? - llegó el señor Lee de la nada, al parecer no estaba en su piso como pensábamos.
-Nada, eso solo que tuvimos un mal entendido. - dije mirando seriamente al mujer.
-Disculpe, señor Lee, solo estaba protegiendo la empresa.
-Ana, no te preocupes, ve a tu trabajo.
-Sí señor. - la tal Ana se fue.
-¿Cómo te fue? - se dirigió a mí.
-Bien, hice todo lo que me pidió. - le pasé las cartas.
-¡Felicidades! - me abrazó, fue un abrazo lleno de cariño entre los dos.
-¡Gracias, Dongwook! - me miró a los ojos.
-¿Me llamaste Dongwook? - asentí con una sonrisa - ¡Que linda eres, _____!
-¡Gracias!
-¿Vamos a casa? - asentí - Bien, vamos primero por mi maletín a mi oficina. - su mano tomó la mía y juntos entramos al elevador, ahí, el silencio nos traicionó, nuestras manos comenzaron a sudar y nuestros cuerpos a hiperventilar.
-¿Estás bien? - le pregunté.
-Sí, ¿Y tú? - se volteó y quedamos frente a frente - Estoy bien. - su mano acarició mi rostro.
-Señor Lee, ¿Qué haces?
-Me gusta tu piel, es suave, brillante y muy linda. - su rostro se acercó al mío, en ese momento la distancia se acorto y nuestros labios se unieron.

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