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Narra ______

Escuché todo lo que el señor Lee habló con su novia, fue imposible no hacerlo, ya que él le estaba gritando.
Tan pronto la discusión terminó, subí por un libro a mi habitación, el cual tomé y de inmediato me lleve a la sala.
-¿Qué haces? - preguntó el señor Lee, había bajado y no me di cuenta.
-Fui por un libro, estoy aburrida.
-Vamos a preparar la cena, ¿Te parece?
-Sí, vamos. - dimos unos pocos pasos y llegamos a la cocina, allí dejé el libro sobre la encimera y luego fui a lavarme las manos.
-Oye, me gusto mucho el almuerzo, fue un rato agradable a pesar de la decisión que tomé. - el señor Lee se acercó con una sonrisa.
-A mí también me gusto, aunque no me hayas dejado hablar y me dieras la razón.
-¿Qué ibas a decir?
-Bueno, aunque quiero evitar caer en las garras de lo tentación, no puedo negar que me... - Yaren apareció.
-Amor, quiero comer pizza, ¿podríamos ir a comer afuera hoy?
-Sí. - el señor Lee aceptó la invitación de su novia - ______, traeré pizza para ti.
-No es necesario, estaré bien. - sonreí.
-Vamos, el bebé no puede esperar. - el señor Lee asintió y con cierta decepción se fue con Yaren.

Como antes había decidido, tomé mi camioneta y me fui a la ciudad a comprar comida, esta vez decidí pasar por un lugar en que solo se vende comida coreana hecha al estilo casero, allí ordené lo que se me apetecía y regresé a casa para comer allí.
Ya en casa, Donghyun me llamó nuevamente, esta vez por videollamada para mostrarme el lugar en donde se estaba quedando.
-Es muy lindo. - le dije mientras comenzaba a comer.
-Lo es, cuando tenga el nuevo trabajo, te voy a traer aquí en mis primeras vacaciones.
-Vaya, me parece bien.
-Oye, ¿Estás comiendo sola? - asentí - ¿Y mi tío?
-Se fue con Yaren a comer pizza. - suspire - Yaren mi hizo una de las de ella hace un rato, tu tío no estuvo de acuerdo y la echó de la casa, tuve que intervenir ya que él estaba cegado y su decisión era firme, gracias a Dios no la echó y su enojo pasó un rato más tarde.
-Vaya, esa mujer sí que es cruel.
-Ayer tomó mi teléfono y envió un mensaje para que no prepararan los envíos de hoy, cuando llegué a mi puesto de trabajo, no había nada allí, gracias al cielo el señor Lee no se enojó y entre todos arreglamos el desmadre que hizo.
-Esa mujer ya me tiene harto con sus ataques, estoy loco por llevarte de ahí. - hasta que mi esposo dijo algo bueno.
-Hazlo antes de que sea demasiado tarde.
-Lo haré, solo ruegale a Dios que me den este nuevo trabajo.
-Claro que lo hago, solo espero que mis ruegos lleguen al cielo cuanto antes.
-Bueno, tengo que colgar, estoy muy cansado y tengo que aprovechar estas horas para dormir.
-Está bien, hablaremos luego. ¡Te amo!

Termine de comer luego de un rato, enseguida recogí la basura y salí a la calle para dejarla en el bote, cuando voy a entrar nuevamente a la casa, Yaren y el señor Lee llegan en esos momentos.
-_____, espera. - el señor Lee se baja de su auto casi corriendo y se acerca a mí - Te traje pizza.
-¡Gracias! - sonreí al igual que él.
-No agradezcas, ve a comer.
-Recién comí algo, pero la guardaré para más tarde.
-Amor, me voy a dormir. - Yaren se metió entre nosotros.
-Ve, ¡qué descanses! - Yaren pasó muy pegada de mí, luego abrió la puerta de la casa y la tiró en nuestra cara sin respeto alguno.
-Que mujercita. - dije sin pelos en la lengua.
-Veo que ya no te guardas tus palabras ante Yaren.
-Lo hago, es solo que se está volviendo molesta para mí. - eso no era bueno, si su actitud seguía así, la iba a golpear en cualquier momento, y no me importaría ni un poco su hijo.
-No le hagas caso, solo son las hormonas. - el señor Lee me regaló una sonrisa y luego entramos juntos a la casa.

Al día siguiente, me fui a trabajar luego de desayunar con el señor Lee, ya que Yaren se fue temprano y ni siquiera le dejó una nota a su esposo, quien notó extraño su ausencia tan temprano.
Estando en el almacén recogiendo las cajas, noté que mi teléfono no estaba en mi bolso, tampoco lo tenía en mis bolsillos, ahí entre en dudas, porque tampoco lo vi en la casa.
-Que extraño. - nunca lo olvidaba.
Seguí trabajando hasta la hora acordada, ya luego de dejar los envíos en el correo postal, regresé a casa, en donde me esperaba el señor Lee con una sonrisa.
-¿No fue a trabajar? - pregunté pasando por su lado.
-No, estaba haciendo algunas cosas en la calle, ¿Y a ti cómo te fue hoy?
-Bien, aunque no sé en dónde está mi teléfono. - dije frustrada.
-¿Quieres que te llame a ver si está aquí en la casa?
-Si, por favor. - el señor Lee llamó varias veces mientras buscaba por toda la casa, sin dudas mi teléfono no estaba ahí tampoco.
-No está aquí.
-Y aquí fue que lo dejé, nunca lo tomé de mi mesa de noche, porque ahí no estaba cuando me desperté.
-Yaren. - dijo el señor Lee algo molesto.
-¿Qué pasa con ella?
-Ella se lo llevó, por esa razón se fue tan temprano.
-¿Para qué lo quiere? Ahí no hay nada, solo contactos y fotos de mi boda.
-No lo sé, pero la llamaré en este mismo momento. - Yaren negó tener el teléfono a pesar de que el señor Lee la amenazó con llamar a la policía.

Me duché y luego de un rato bajé a la cocina para comer algo, allí estaba el señor Lee con la sirvienta que Yaren había metido a la casa.
-No quiero que este aquí, en este lugar somos cuatro personas y entre todos podemos limpiar, así que vete ya. - el señor Lee hablaba como si la mujer no quisiera obedecer.
-No puedo irme, la señora Yaren me pidió quedarme aquí.
-Oiga, el dueño de la casa soy yo, y si te digo que te vas a ir, te vas a ir. - el señor Lee tomó a la mujer por un brazo y la sacó de la casa arrastrada, cuando regresó, me miró molesto y se fue a sentar en el comedor.
-Calma, no pierdas tanto el control, eso te hará daño.
-Lo sé, pero es que aquí Yaren manda más que yo. - asentí - Oye, al menos miente aunque sea un poco.
-No puedo. - reí.
-¿Estás bien? - me pregunto.
-Sí, aunque tengo ganas de un abrazo. - lo miré con una sonrisa.
-¿Te lo puedo dar? - asentí, así que el señor Lee se levantó de la silla y llegó hasta mí para abrazarme.

Esta vez sus brazos estaban tensos, su cuerpo me apretaba más hacia el suyo, podía sentir su corazón en mi oreja y su respiración aun agitada.
Cuando me soltó, su mirada y la mía se quedaron fijas, ninguno quería ceder ante la mirada del otro, fue así como él me beso, olvidando lo que el día antes habíamos hablado.
-Oye... - le dije aun cerca de él.
-No digas nada. - me levantó en sus brazos y sin decir nada me llevó hasta el sofá, allí me sentó sobre él y dejó que fuera yo quien tomara el control del asunto, ya que era yo quien estaba sobre él.
Lo volví a besar, mientras lo hacía, él acariciaba todo mi cuerpo, desde mi espalda, mis glúteos, las caderas y hasta mis piernas. Dejé de besar sus labios y pasé a su cuello, el cual trate con amor para no dejar marca alguna. Dongwook esta vez dejó de tocarme solo con su manos, ahora sus labios también eran parte de un recorrido intenso por mi cuello, lo que causaba que mi piel se erizaba y que comenzara a jadear suavemente muy cerca de él.
Sus labios bajaron un poco más y llegaron hasta mis senos, en donde pidió permiso para pasar, sin saber que decía, solo dije que sí, enseguida sus manos bajaron mi camisa tomando control de mis senos.
Me estaba calentando más y más a cada segundo, mis caderas comenzaban a bailar sobre su miembro erecto esperando ese momento tan deseado, pero que al parecer aún no era el momento.
Mi camisa desapareció, también la de Dongwook, quien ahora metía sus manos por mi falda, las cuales eran cálidas sobre mis glúteos y caderas, lo que se sentía muy bien.

Dongwook rompió un nuevo beso para acostarme de lleno en el sofá, de ahí tuve una mejor vista de su cuerpo, era fuerte, grande, ideal para mí.
-_____, pide que me detenga, por favor. - estaba posicionado entre mis piernas, solo las finas telas de nuestras prendas inferiores evitaban el momento tan deseado por los dos ese día.
-No quiero hacerlo, quiero sentirte, quiero saber que sabor tiene tu piel. - ya no dije más, Dongwook se deshizo de lo que quedaba de nuestra ropa y volvió a tomar la misma posición de antes, está vez se acercó más a mí y poco a poco me dio esa experiencia de lo que era hacer el amor con alguien a quien deseas con toda tu vida. El momento fue un poco incómodo al principio, pero luego me entregue con toda la pasión del mundo, y vaya que lo disfrute sin nada de remordimientos.

...

Señor Lee (Lee Dong Wook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora