Señor Lee (Lee Dong Wook)

09

Narra ______

Dongwook llegó cuando me encontraba orando por mi el bien de mi hijo, de inmediato me puse de pies y fui a preguntarle por mi hijo.

-No he sabido nada de él. - me abrazo.

-A mí no me han llamado tampoco.

-Ya sabemos que está bien, solo hay que esperar a que nos llamen.

-Está bien. - entramos a la casa.

-¿Me puedo quedar aquí contigo esta noche? - asentí - ¿Te comiste todo lo que te deje?

-Sí. Por cierto, preparé la habitación de Jacob, creo que es muy grande para que siga durmiendo conmigo.

-Me parece bien, él es todo un hombre, debe dormir solo. - Dongwook me abrazo.

-¿De verdad nos llevarás a tu casa?

-Sí, al menos hasta que den con el responsable de esto.

-Aceptare ir contigo, quiero lo mejor para mi hijo. - Wook me abrazo.

Esa noche me quedé en espera de noticias sobre mi hijo, no pude dormir ni un poco a pesar de que Dongwook estaba a mi lado.
El café esa noche no duró nada conmigo, lo tomaba a cada rato y de la peor manera, ya que no sabía prepararlo como Dongwook lo hacía.

En la mañana, Dongwook despertó, yo estaba acostada a su lado cuando este me regaló una sonrisa.

-¿Dormiste bien?

-Sí. - respondió.

-Yo no pude, estoy aterrada.

-¿Quieres un masaje? - asentí - Siéntate.

Me senté en la cama, Dongwook se acercó y con suavidad comenzó a darme masajes en la espalda y cuello.

-Se siente bien. - admití con gusto.

-¿Podemos tomarnos un rato para nosotros? - dejo de acariciar mi espalda.

-Sí, por favor.

Me recosté en la cama, Dongwook se posicionó sobre mí y con suavidad comenzó a besar mi cuello, también mis labios y rostro.

-Eres hermosa. - sonrió - Te amo tanto que no me arrepiento de esto.

-Yo también te amo, pero tengo miedo a que todo salga mal.

-Todo está bien... - besos mis labios - Y estará mejor cuando vayas a casa conmigo.

3 días más tarde

Acaba de llegar del salón de belleza cuando alguien me llamo, de inmediato conteste escuchando nuevamente a mi hijo.

-Jacob, mi amor, ¿Cómo estás?

-Mamá, ya voy contigo. - dijo seguro, está vez ni siquiera lloraba.

-Claro mi amor.

-Dejaré a tu hijo cerca de tu casa en unos minutos, no llames a la policía o lo mataré frente a tus ojos.

-No llamaré a nadie, lo prometo.

Fue como una camara lenta delante de mis ojos, al llegar a casa mi hijo estaba solo ahí, su rostro estaba húmedo y su cabello había desaparecido.

-¡Oh Dios! - me baje del auto u corrí hacia él.

-¡Mamá! - grito mientras me abrazaba con fuerza.

-Ya estás conmigo, nunca más te dejare ir. - lo bese.

-¿Qué le pasó a tu cabello?

-Se me pegó un chicle.

-¿Te hicieron daño? - negó - ¿Comiste bien?

-Sí, me dieron pizza. - limpió su nariz - Una mujer me llevo ropa también.

-¿Viste quien era?

-No, tenía la cara con pintada.

-¿Pintada? - asintió - Está bien, vamos a entrar a la casa.

Jacob y yo llegamos a un hospital de la zona, no podía dejarlo en casa sin saber si estaba mal de salud.
Mientras los médicos le hacía análisis a mi hijo, la policía llegó a entrevistarme, también a tratar de sacarle alguna información a Jacob que pidiera ayudar a encontrar al culpable del secuestro.

Dongwook llego al hospital dos horas más tarde, no había llegado antes porque YooNa estaba en una cita junto a los demás niños.
Dongwook rápidamente se puso al día con todo lo ocurrido y luego se fue a sentar junto a mi hijo.

-Hoy nos vamos a quedar en mi casa, ¿Te parece? - mi hijo negó - Mamá también irá.

-Así es, iremos con papá. - el niño me miró con dudas y al final se volvió a negar.

Jacob fue dado de alta esa misma noche, estaba bien de salud, por lo que no tenía de que preocuparme.
Al llegar a casa, Dongwook me ayudó a preparar las maletas que nos llevaríamos a su casa, también me ayudó a dejar todo bien cerrado para que nadie fuera a entrar a la casa.

-¿Estás seguro de lo que vas a hacer? YooNa se puede molestar.

-No importa, vamos a mi casa.

-Vamos.

...