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Me acosté esa noche muy tranquila, me sentía como una niña pequeña cuando iba a un parque mágico o recibía la muñeca que tanto había esperado.
-Qué bien se sintió ser suya por un día. - sonreí mientras acomodaba mi cabeza en la almohada.

Por la mañana, llegué al trabajo y de inmediato comencé a guardar las cajas, estando allí, el señor Lee llegó y me pidió recoger rápido las cajas, ya que el correo postal cerraba temprano los sábados.
Estando todo listo, me fui al correo, allí como de costumbre, uno de los chicos venía a ayudarme.
-Oye, ¿Cómo te llamas? - me pregunto mientras procesaba los envíos.
-Lee ____. - dije serena.
-Yo soy Mark, ¡Mucho gusto!
-Igualmente.
-¿Tienes novio?
-Soy casada. - le mostré el anillo y este comenzó a reír.
-Lo siento, es que me pareces muy hermosa.
-Gracias de todos modos.

Me regresé a la empresa, debía dejar mis horas de trabajo para así poderlas cobrar.
Estando en la empresa, la chica de recepción me pidió un minuto de mi tiempo para dejarme saber que el señor Lee me quería ver en su oficina.
Llegando a la oficina del señor Lee, este se levantó de su silla y me pidió tomar asiento, rápidamente hice lo que me dijo y espere a que me dijera la razón por la que estaba ahí.
-______, haces muy bien tu trabajo, por eso quiero que seas mi secretaria. - me quedé impactada, no esperaba ese anuncio de momento.
-¿Su secretaria? ¿Así tan fácil y rápido?
-No es fácil, tienes experiencia de trabajo, sabes utilizar computadoras, así que eres la indicada.
-Bueno, está bien, pero, ¿Cuándo comienzo?
-Comenzaras el lunes, yo mismo te voy a adiestrar y te ayudaré con cada cosa que tengas que hacer para mí.
-Está bien, encantada de trabajar con usted, señor Lee.
-Dime Dongwook, ya estamos en confianza, ¿O no?
-Sí, pero es la costumbre.
-Bueno, pues cambia esa costumbre.
-Está bien, Dongwook. - sonreí.
-Vamos a casa, tengo algunas cosas que hacer hoy.

Me fui a casa primero, rápidamente me cambié de ropa y baje a la cocina para preparar el almuerzo, esta vez solo prepararía arroz y alguna carne, ya que habían algunas cosas del día antes guardadas en el refrigerador.

Mientras preparaba la comida, llegó alguien a la casa, pensando que era Dongwook, caminé hacia la sala para recibirlo, llevándome la sopresa de que era Yaren quien había llegado.
-¿Y mi marido? - preguntó sin mirarme.
-Aún no llega de su trabajo.
-Cuando llegué, dile que Dahee y Ji Hyeon van a venir a quedarse un tiempo en la casa.
-Está bien. - Yaren asintió y luego salió de la casa, al parecer iba a buscar a las chicas antes mencionadas.

Dongwook llegó a casa una hora más tarde, enseguida corrí hacia él para avisarle que Yaren fue por las chicas que mencionó, este se quedó serio ante mis palabras y luego se fue a su habitación.
Un rato más paso y Yaren llegó con las chicas a la casa, ambas traían maletas y venían muy abrigadas, al parecer Yaren las traía del aeropuerto.
-Entren, están en su casa. - las mujeres pasaron a la casa.
-Vaya, que lugar tan lindo. - las chicas admiraban la casa, sin darse cuenta que Dongwook las observaba desde las escaleras.
-Yaren, ¿Puedes venir aquí? - este habló tranquilamente.
-Sí, ¿Qué sucede?
-¿Qué hacen estas mujeres en mi casa? - Yaren se quedó muy seria.
-Ellas vienen a quedarse conmigo un tiempo, quieren ayudarme en esta etapa de mi vida y pues les di la bienvenida.
-¿En mi casa? - a Yaren se le volteó la tortilla, lo mismo que nos hacía a Donghyun y a mí, ahora el señor Lee se lo hacía a ella.
-Yo vivo aquí, también puedo traer a quien yo quiera.
-Lo siento mucho, pero no es así. - el señor Lee bajó las escaleras y se acercó a las chicas - Estás mujeres se van de mi casa ahora mismo.
-¿Por qué?
-Querida Yaren, que no se te olvide como trataste a mi familia todos estos meses, no los querías aquí, heriste a ______, te robaste su teléfono y hasta le impediste comer de las cosas que yo comparaba, así que hoy soy yo él que no quiere que estas mujeres estén aquí, en mi casa.
-Está bien, si es así, me iré con ellas a mi departamento, no regresaré hasta que se vayan a Busan.
-Haz lo que quieras, pero aquí no las quiero.

Ese sábado fue el mejor de mi vida, al fin Yaren se había tropezado con la misma piedra que nos lanzaba a Donghyun y a mí.

A pesar de la discusión, Dongwook no perdió el apetito, tan pronto Yaren se fue, este se me acercó tranquilamente para invitarme a comer.
-______, vamos a comer algo, ¿Quieres pizza o una hamburguesa?
-Realmente no quiero ninguna de las dos.
-Entonces, ¿Qué quieres?
-Hice el almuerzo, pero con Yaren discutiendo lo olvide por completo.
-Bueno, pues vamos a comer. - Dongwook se levantó de mi lado y me tomó en sus brazos para llevarme hasta la cocina.
-Oye, bájame, puedo caerme.
-No te vas a caer, te tengo bien sujetada. - su rostro se acercó al mío, esta vez el beso fue suave y dulce.
-Dongwook, tengo miedo.
-¿De qué? - me bajó.
-No sé cómo vaya a actuar delante de Donghyun cuando regrese. - baje la cabeza.
-¿Por qué lo dices?
-Por muchas cosas. - lo mire a los ojos - ¿Qué pasará cuando vayamos a la cama y tengamos nuestra primera relación? Ya no soy virgen como le había dicho, ¿Qué me dirá o que reacción tendrá cuando se de cuenta de que ya no lo soy?
-Es cierto, no pensamos en eso. - Dongwook se puso tenso - Pero no te preocupes por eso, lo podemos solucionar.
-¿Cómo?
-Te lo diré cuando él regrese a casa.

...

Señor Lee (Lee Dong Wook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora