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Mi esposo bajó a desayunar justamente cuando terminaba de tomarme mi café, enseguida Dongwook se le acercó y con una sonrisa le hizo la misma pregunta que me hizo a mí: ¿Dormiste bien?
-Sí, de hecho, casi estoy tarde, así que me tengo que ir ya al trabajo. - mi esposo miró su reloj con preocupación.
-¿No vas a desayunar con nosotros?
-No puedo, mi jefe me acaba de llamar, así que nos vemos en la tarde.
-Bien, ¡cuídate mucho! - mi esposo salió de la casa y el señor Lee y yo quedamos solos nuevamente en la cocina.
-Yo también tengo que irme a trabajar, así que te quedas como en tu casa. - este sonrió y luego salió de la cocina, tomó su saco del sofá y luego abandonó la casa.
-¡Genial!

Estaba un poco frustrada, esperaba estar en mi luna de miel junto a mi esposo, tomando el desayuno a esa hora y planeado que hacer bajo el sol en la isla Jeju, en donde pasaríamos una semana de luna de miel.
-Espero que esto termine pronto. - y de verdad lo esperaba, al menos era mejor estar en la casa que Donghyun rentó, y no en la casa de su tío, interrumpiendo sus planes y violando su privacidad.

Bueno, como me quede sola en una casa tan grande, con piscina y una cocina solo para mí, decidí hacer el almuerzo temprano, luego me coloqué un traje de baño y me fui a la piscina.
Al no estar pendiente a nadie, me descuide, deje mi cuerpo solo con las dos piezas del traje de baño, también mi cabello suelto, sin saber que el señor Lee llegaría a casa a medio día.
-¿Estás disfrutando? - lo miré asustada.
-Señor Lee. - me cubrí con la toalla - Lo siento, pensé que nadie llegaría a casa a esta hora.
-No te preocupes, solo yo llego temprano. - se me acercó - Sigue disfrutando de la piscina, el día está genial para eso. - me regaló una sonrisa hermosa y luego comenzó a alejarse de mí.
-Señor Lee... - me le acerqué envuelta aún en la toalla - Me tomé el atrevimiento de preparar el almuerzo, ¿Quiere usted comer?
-¿Almuerzo? - sonrió mientras asentía algo curioso - Bueno, almorcemos juntos, si quieres.
-Está bien, iré a cambiarme y bajaré luego a la cocina.
-Yo haré lo mismo.

Camine junto al señor Lee por toda la casa, cuando llegamos al pasillo, cada quien tomó su camino a su habitación.
Luego de ducharme y vestirme correctamente, bajé hasta la cocina y comencé a calentar la comida, también a preparar la mesa con platos y cubiertos para dos.
-Listo. - escuche al señor Lee cuando entró a la cocina.
-Que bueno que ya está aquí. - me acerqué a la mesa y le serví la comida.
-¡Gracias, ____! - asentí y comencé a servir mi comida - Oye, ¿Cuántos años tienes?
-21 años. - dije ahora tomando asiento a su lado.
-Vaya, eres menor que Donghyun.
-Si. - mi esposo me llevaba cinco años.
-¿Cómo lo conociste?
-Estaba en la universidad de Donghyun visitando con mi grupo estudiantes de la escuela superior, allí mientras nos mostraban la universidad, él y yo chocamos en uno de los pasillos, rápidamente intercambiamos números de teléfono y llegamos hasta aquí.
-Vaya, eso quiere decir que eras menor cuando lo conociste.
-Si, tenía 17 años. - sonreí al recordar lo que mi madre le hizo a Donghyun cuando lo vio llegar a mi casa y darse cuenta que tenía 22 años.
-Que bonita historia. - Dongwook se quedó serio - ¿Ya terminaste la universidad? - lo miré nerviosa.
-Si. - no quería hablar de mi carrera, no era tan extrema como la de mi esposo - Estudié cosmetología.
-¿En serio? - su sonrisa apareció nuevamente - ¿Sabes hacer recortes y pintar cabello?
-Si, señor Lee.
-¿Qué tal si me recortas un poco el cabello luego que terminemos de comer? Digo, si tienes todo a la mano.
-Claro que si.

El almuerzo fue algo interesante para mí, el señor Lee me contó que tenía 37 años, que era actor, pero que ahora se dedicaba a su propio negocio, también me dijo que mi esposo llevaba ese nombre gracias a él.

Estando la cocina limpia, subí hasta mi habitación, allí saqué mis cosas del ropero y entre ellas comencé a buscar mis tijeras.
-Aquí están. - salí de mi habitación y comencé a buscar al señor Lee por todos lados, al no encontrarlo, decidí lanzar un grito - ¡Señor Lee!
-Acá estoy, ven. - estaba arriba, al parecer estaba en su habitación.
-Disculpe los gritos, es que no lo encontraba por ninguna parte. - llegue hasta el pasillo.
-Estaba cambiando mi camisa, no quiero que se llene de cabello.
-No era necesario, tengo la capa de corte y también el cepillo para eliminar los cabellos cortos de la piel y la ropa.
-Oh, no lo sabía, pero ya que estás lista, vamos a mi habitación.
-¿A su habitación? - me puse nerviosa, no había estado a solas con un hombre en una habitación, con excepción de mi esposo, y solo fue una noche.
-Si, espero que no te sientas incómoda, pero es aquí en donde tengo un buen espejo. - al entrar a la habitación me encontré con un espejo inmenso, el cual le daba entrada a su ropero.
-¡Qué inmenso es ese espejo! - dije embobada.
-Oh, es de los años cincuenta, me lo regaló un buen amigo cuando compré esta casa.
-Fue un buen regalo, a mí me hubiera gustado haber tenido uno igual.
-¿Lo quieres? - me miró sonriente.
-No es necesario.
-Hablo en serio, si lo quieres puedo desmontarlo y llevarlo hasta donde vayas. - sonreí al ver su interés por regalarme el espejo.
-¡Gracias!, pero no me lo puedo llevar, ya que aún no tenemos casa propia y si nos llegamos a mudar podría perderlo por no poder llevarlo conmigo.
-Tienes razón. - dijo sentándose en una silla frente al espejo - Cuando estés en un lugar fijo, te prometo que te lo llevaré yo mismo hasta allá.
-Se lo voy a agradecer.
-Bueno, vamos a lo que vinimos. - asentí y rápidamente comencé a preparar todo lo que necesitaba para recortar al señor Lee.

Cuando coloqué la capa de corte, mis manos tocaron demasiado el cuello del hombre, quien sonrió al ver mi rostro ruborizado por haberlo tocado.
Comencé a hacer mi magia, lo que sabía hacer en el cabello del señor Lee, el cual era suave y muy fácil de manejar.
-¿Podría mover un poco el cabello de su frente hacia atrás? - solo me quedaba esa parte, pero el cabello estaba demasiado caído sobre su rostro y no quería seguir tocándolo.
-Hazlo tú, yo te doy el permiso. - otra vez mis mejillas ardían, me sentía tensa.
-Está bien. - me paré delante de él y comencé a recortar, en un momento mientras cepillaba un poco para emparejar el cabello, me quedé viendo el rostro del señor Lee, era sumamente hermoso, sus labios eran gorditos y sus ojos cerrados lo hacían ver perfecto.
-¿Está todo bien? - abrió sus ojos de momento, así que me alejé y asentí con la cabeza - Vaya, me encanta.
-¿De verdad? - pregunté mientras guardaba las tijeras en su bolso.
-Si, me siento divino. - este si era optimista.
-¡Que bueno saber que le gusto! - sonreí.
-Seré tu cliente fijo de ahora en adelante. - me pasó la capa de corte.
-Claro que sí, señor Lee.

...

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Señor Lee (Lee Dong Wook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora