Señor Lee (Lee Dong Wook)

12

Dongwook se tranquilizó al saber que no iba a someter cargos en contra de YooNa.
Acepte no llevar a esa mujer a la cárcel, pero eso no significaba que me iba a quedar tranquila, ella se tendría que ver la cara conmigo antes de que se fuera.

Al día siguiente regrese a casa junto a mi hijo, quien por ese día no iba a ir a la guardería. Para mi hijo y para mí preparé un rico plato de pasta y preparé una batida de frutas.
Dongwook llegó cuando iba a servir la comida, por lo que se unió a nosotros en la mesa.

-¿Por qué la ocasión especial?

-Estoy feliz hoy, tengo a mi hijo conmigo y eso me tranquiliza. - le sonreí a Jacob.

-¿Sabes? YooNa y los niños se van a quedar en mi nueva casa. 

-¿A dónde irás tú? 

-A la casa en donde nuestra historia comenzó. - sonrió. 

-¿Te vas a divorciar de YooNa?

-Sí, me di cuenta que esa mujer es malvada.

-¡Que bueno! - dije seria - Ya era hora de que abrieras los ojos.

-Siempre los tuve abiertos, simplemente me descuide con quien menos pensaba que saldría lastimado. 

-¿Cómo? 

-Nunca pensé que YooNa le fuera a hacer daño a alguno de mis hijos, mas bien pensaba que podría atacarte a ti o quizás a mí mismo. 

-Eso es para que veas quien es ella. Aunque quiera aparentar que está  arrepentida por lo que hizo, yo sé que no lo esta. 

-Mas le vale que se tranquilice porque no la voy a salvar dos veces.

Varios días después, llego a casa Lee Jung Suk, con él traía varios regalos para Jacob y unas hermosas flores para mí. 

-¿Cómo estás? - lo deje pasar a la casa. 

-Muy buen, ¿Y ustedes? - dejo los regalos en el sofá y a mí me paso las flores. 

-Estamos bien. - sonreí - Las flores están muy lindas, ¡Gracias!

-Quise darte un detalle hermoso, pero no sé bien que es lo que te gusta. 

-Con las flores está bien. - me senté. 

-¿Y el niño? - se sentó a mi lado. 

-Está con su padre en la casa de su tía Dinora. 

-Vaya, la hermana más terrible que tiene Dongwook. 

-¿La conoces? - asintió - Yo también creo que es terrible. 

-Lo es. La conozco desde hace mucho tiempo y no deja de ser entrometida, busca pleitos y mucho menos controladora.  

-Dime eso a mí, tuve muchos problemas cuando estuve casada con su hijo. 

-¿Fuiste esposa de Donghyun? - asentí - ¿Sabes lo que le paso? 

-¿Qué paso con él? 

-Su esposa lo abandono con los dos niños que tiene y se marcho con su mejor amigo. 

-Bien merecido se lo tiene. Por su culpa caí demasiado bajo y por eso nunca pudimos ser felices.

-¿Cuánto tiempo fueron esposos? 

-Tres meses mas o menos.  

-¿Te separaste de él por culpa de su esposa? - asentí. 

-A causa de esto, me envolví con Dongwook, quien si estuvo conmigo todo el tiempo y me ayudo mas que mi propio esposo. 

-¿Aun amas a Dongwook? - Jong suk me miri fijo a los ojos. 

-Lo amo, pero no tengo en mis planes regresar con él. 

-Bueno, entonces, ¿Puedo pedirte una cosa? - me puse tensa, ya sabía lo que Jong suk iba a decirme.

-Claro, dime. 

-¿Podemos salir aunque sea por un tiempo? Tú me agradas y creo que a tu lado puedo ser feliz y darte a ti la felicidad que te mereces. 

-Sería un honor, pero...

-____, ya llegamos. - en ese instante Dongwook llego a la casa junto a nuestro hijo. 

-Mamá, disfrute mucho. - mi hijo corrió hacia mí.

-Yo tengo que irme, ¿Podemos vernos luego. - Jong suk se levanto del sofá.

-Te acompaño a la puerta. - Dongwook se ofreció acompañar a Suk hasta la puerta por lo que me quede muy nerviosa en la sala, ya que no sabía que pudiera pasar entre ambos en mi ausencia. 

Al Dongwook estar de regreso, me dijo que Jong Suk se había marchado tranquilo y que le aviso que me estaría llamando pronto. 

-Bien. 

-¿Cuánto llevabas a solas aquí con él?

-Un rato. - dije dejando a mi niño en el suelo. 

-¿Acaso no pudieron ir a un parque algo parecido? 

-¿Estás  celoso? - me acerque a él. 

-Sí, estoy muy celoso y también molesto, no me gusta que estés con un amigo mío sabiendo que fuiste mía primero.

-¿Sabes una cosa? Hoy me pregunto si aun te amaba.

-¿Qué le dijiste? 

-Que sí, aun te amo, pero no puedo estar contigo. 

-¿Por qué no? - Dongwook se acerco y unió nuestras cabezas fuertemente. 

-No quiero sufrir a tu lado. 

-No lo harás. Si antes fui duro contigo, está vez no será así, lo prometo. _____, dame una oportunidad y verás lo que es un verdadero amor. 

-No puedo, tengo mucho miedo. 

-Dame la oportunidad y de tu miedo me encargaré yo mismo cuidadosamente. - sonrió mientras se acercaba para darme un beso. 

-Está bien, te daré la oportunidad, pero esta será la última. 

...