Capítulo LXIV

283 21 0
                                    

*Narra Peter*


Di un brinco y desperté de ese extraño sueño, ese sueño que se sintió tan real que en el pecho había creado un vacío. Me dio un poco de gracia al pensar que la imaginación era increíble, y con mi sueño compruebo que mi imaginación sobrepasaba los limites.

Me levanté de la cama y salí de la habitación, camine hacia la habitación en donde estaba durmiendo Adrienne para contarle mi sueño. Mi madre siempre me dijo "si le dices tus sueños a los demás, estos no se hacen realidad", yo aún sigo creyendo en eso, así que quiero contarle a Adrienne para que ese horrible sueño nunca pase, porque nunca soportaría perderla.

—Adrienne no vas a creer... —el pecho que tenía en mi pecho se hizo más grande al ver la habitación de Adrienne llena de flores.

«No fue un sueño», pensé asustado.

Corrí hacia la salida y al salir de la enorme casa pude sentir todas las miradas sobre mi, los murmullos se hicieron presente.

—¡Peter! —escuché la voz de Erik llamarme—. Que bueno que...

—¿Dónde esta? —lo interrumpí.

—¿Quién? —pregunto Erik dudoso.

—Adrienne. ¿Dónde está? —pregunté.

Erik no respondió, fijo su mirada en el césped que se empezaba a tornar marrón gracias a la llegada del otoño, su silencio hablo más que mil palabras, mi sueño no fue producto de mi imaginación, no era un sueño, eran recuerdos.

—Adrienne... ¿Esta muerta? —pregunté en un hilo de voz.

—Después de la batalla, buscamos sobrevivientes, pero lo único que encontramos fueron cuerpos de perfeccionistas.

—¿Y Adrienne? —pregunté con miedo.

—Peter, Adrienne fue la causante de la explosión. Ella nos dio la victoria contra los perfeccionistas, probablemente se desvaneció al crear la explosión.

—Entonces hay posibilidad de que este viva —dije con una pizca de esperanza.

—Peter, ella ya no esta, es hora de aceptarlo —dijo Erik.

En ese momento sentí como mi mundo se venía abajo, no lo podía creer, retrocedí un par de pasos sin poder creer lo me acaba de decir. Erik saco un sobre del bolsillo de su pantalón.

—Adrienne lo sabía —me entregó el sobre blanco—. Era su plan, su secreto y le dejo una carta a cada uno de nosotros.

Sin poder creerlo le arrebate el sobre de la mano y lo abrí con rapidez, saque la hoja blanca de su interior y lancé el sobre al aire, enseguida comencé a leer.

Querido Peter.

Sé que estarás completamente confundido por estar carta, y estarás destrozado porque ya no estaré a tu lado como lo prometí tiempo atrás. No podré viajar contigo por todo el mundo, no podré estar contigo por toda la eternidad, simplemente ya no podremos estar juntos.

No te culpes, no fue culpa tuya, fue mi decisión y a decir verdad era la única solución que existía, si todos atacábamos podríamos haber ganado pero muchas criaturas inhumanas morirían, y probablemente me odies en este momento por haberme alejado de ti, pero no podía permitir que más personas murieran por mi culpa.

Muchas personas murieron protegiéndome, y ya no podía dejar que personas inocentes murieran por esta razón, y bueno, finalmente los perfeccionistas me querían a mi.

Te doy mil gracias por haberme dado otro motivo más para seguir luchando, gracias por todos aquellos momentos hermosos que vivimos juntos, y de antemano, te pido perdón por haberte metido en este lio.

Por favor nunca olvides que te ame hasta el ultimo segundo de mi vida, no olvides que fuiste y siempre serás el amor de mi vida, te deseo una eterna vida feliz, sigue adelante, que sea donde los muertos van, yo te estaré cuidando.

Te amo.

Con amor, Adrienne.

 Con el corazón roto, desconsolado arrugue la hoja de papel y la lancé lejos.

—¿Por qué me dejaste solo? ¿Por qué? —susurré para mi mismo.

En ese momento una lluvia de recuerdo llego a mi, recordé a la perfección aquella primera vez que la vi, recordé aquel momento en el que Noah me presentó a Adrienne, recordé aquel momento en el que la invité a salir por primera vez, esa vez en la que besé sus labios por primera vez...

«Adrienne, te amo».

AdrienneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora