Eithan manejaba a alta velocidad por las enormes calles de Londres —lo cual era un poco extraño para mi ya que en Europa manejan diferente que en América, es decir, el volante de los autos están del lado izquierdo, por lo tanto todo era en sentido contrario—, los faros de luz iluminaban nuestro camino, el aire frío recorría todo mi cuerpo, mi larga y ondulada cabellera se movía al compás del viento.
Después de haber recorrido media ciudad, Eithan aparco enfrente de un —lujoso— restaurante.
—¿En verdad? —pregunté bajando de la motocicleta—. ¿Éste restaurante? ¿Ahora me vas a presumir tu dinero?
—No tengo en que gastar mi dinero —dice mientras baja de la motocicleta—. Por otro lado, el dinero se hizo para gastarse, y bueno, yo lo gasto.
—Claro, como siempre el rico humillando al pobre —dije entrando al enorme restaurante.
Eithan rió ante mi comentario a mi espaldas. Caminamos hacia una mesa, él —como todo un caballero—, me ayudó a sentarme jalando la silla hacia él y después empujándola levemente hacia enfrente. Rodeó la mesa y se sentó al otro extremo de la pequeña mesa que nos separaba.
—Señor Style, qué bueno tenerlo aquí nuevamente —dijo una mesera con una sonrisa—. Veo que hoy trajo a otra persona diferente —dijo borrando la sonrisa de su rostro.
—Hola —saluda Eithan un poco incómodo ante el comentario de la mesera—. ¿Puedes traernos una botella de Vino tinto?
—Claro, ¿algo más? —preguntó la mesera un poco molesta, o mejor dicho, celosa.
Asentí con la cabeza y ordené un Sherpherd's pie —pastel de carne de cordero o ternera la cual tiene una capa de puré de papas—. En cambio Eithan solo pidió un plato de papas fritas con pescado.
La mesera asintió, dió la media vuelta y comenzó a caminar en dirección a la cocina. Cuando desapareció de mi vista me atreví a preguntar el porque ella había actuado de esa forma, a lo cual Eithan me respondió:
—Soy un galán, ¿qué esperabas? —dijo con una sonrisa seductora.
Yo reí ante su respuesta y el solo me miraba con el seño fruncido. Después de unos segundos de mi risa indiscreta decidí sacar el tema del mundo de los vampiros para conocer a fondo a el guapísimo doctor que tengo enfrente.
—Y dime Eithan —dije con una sonrisa—, ¿tienes algún poder? ¿De dónde eres? ¿Cuántos años tienes? ¿Tienes novia? Dime, quiero saber todo sobre ti.
Eithan sonríe al escuchar mi última pregunta y aún con su sonrisa dibujada en el rostro respondió:
—Tengo el poder de ser hermoso —dice con su ego por los cielos—, pero otro poder, no tengo. Nací en Australia pero crecí aquí, en Londres. Tengo, para los humanos 26 años, pero en realidad tengo 316 años y contando. Y no Adrienne, no tengo novia, tengo ligues de sobra, pero ninguna que me interese hasta ahora —hace una pausa para después continuar—. ¿Y tú Adrienne? ¿Tienes algún poder?
Sonreí con ironía ante su comentario ya que él sabía la respuesta.
—Sabes perfectamente la respuesta Eithan —dije con una sonrisa—, no sé porque me lo preguntas, todo mundo sabe quién soy, los perfeccionistas me buscan y sabes que cuando ellos quieren algo específican con detalle lo que quieren.
—Lo sé, lo sé, estoy al tanto de todo, pero quiero escucharlo de ti, quiero escuchar de tu melodiosa voz el porqué te buscan.
Sonreí con ironía y recargue mis codos sobre la mesa acercándome a él.
—Me temen —susurré—, es por eso que me buscan, ellos temen que no me puedan controlar, temen a lo desconocido, temen que mi poder pueda terminar con nuestra especie.
—¿Y cuál es tu poder Adrienne Moonlight? —repite mi acción colocando sus codos sobre la mesa.
—Obtener el poder de otros vampiros —dije con una sonrisa.
Volvimos a sentarnos correctamente ya que la mesera había llegado con nuestra botella de vino.
Eithan, con su mirada fija sobre mi, sirvió vino en las dos copas de cristal que se encontraban sobre la mesa; me dio una y él se quedó con otra.
—Nunca mencionaste a tu padre —le di un sorbo a la copa que tenía en mi mano derecha—. ¿Qué ocultas Eithan Style?
Eithan solo se quedó callado y le dio un sorbo a su copa.
—Yo te dije mi pequeño secreto —deje la copa sobre la mesa y volví a colocar los codos sobre la mesa—, ahora es momento que me digas el tuyo.
Nuevamente la mesera nos interrumpió haciendo que yo me sentara correctamente.
La mesera colocó los platillos sobre la mesa e inmediatamente tome los cubiertos para cortar un trozo de mi platillo e introducirlo en mi boca para gozar de su jugoso sabor. Etihan solo introdujo una papa frita en su boca para comenzar a masticarla y después digerirla.
—¿En verdad no me vas a decir tu secreto? —dije cortando otro trozo de mi platillo—. Confía en mí, guardaré tu secreto.
Comencé a masticar el trozo de comida mientras disfrutaba su sabor y al mismo tiempo esperaba una respuesta de Eithan.
—Te acabo de conocer —dice Eithan cortando un trozo de pescado—, eres una fugitiva ¿y esperas que confíe en ti? Dime una razón por la que deba confiar en ti.
—Porqué ambos buscamos lo mismo —dije con una sonrisa—, ambos buscamos venganza, ambos queremos terminar con los perfeccionistas, y si esa no es razón suficiente para confiar en mi, me puedo ir sin decir una sola palabra y no volver a hablar sobre el tema.
El guapo y sexy doctor que tengo enfrente sonrió, tomó la servilleta de tela que estaba sobre la mesa y delicadamente limpio sus labios.
—Mi madre era hija de una familia rica. Sus padres eran amigos de los perfeccionistas, ya sabes, con tal de vivir y tener beneficios uno hace lo que sea —dijo Eithan, después le dio un trago largo a su copa para después continuar—: Un día, un integrante de los perfeccionistas llegó a la mansión donde vivía mi madre, todo iba normal hasta que aquel hombre, sin conocer a mi madre, pidió su mano a mis abuelos, ellos claramente no sé negaron. Unos meses después aquel hombre y mi madre se casaron, nueve meses después nací.
Para este punto, se notaba que Eithan no quería continuar, se notaba que le dolía hablar sobre eso, pero él continuó contando su historia:
—Mi madre fue obligada a casarse, fue obligada a tenerme. Cuando yo tenía cuatro años mi madre huyó de la casa de mi padre, se mantuvo oculta por años hasta que se enamoró de un humano; tuvieron una pequeña hija, mi hermana. Años después, cuando yo tenía veintitrés años y mi hermana dieciséis, aquel hombre llegó a mi casa y asesino a mi padrastro, a mi hermana y finalmente a mi madre. Aquel hombre estuvo a punto de matarme, pero no lo hizo, me dejó vivir, mi padre me quitó lo que más quería y no sé lo perdonaré nunca.
La voz de Eithan estaba ronca por el nudo en la garganta que tenía, sus ojos estaban cristalinos y su mirada estaba fija sobre la mesa.
—Eso quiere decir que tu padre es un miembro de...
—De los perfeccionistas —me interrumpió—, y yo soy un sangre pura, creo que esa fue la razón por la que mi padre no me asesino.
No sabía que decir, las palabras no salían de mi boca, mis cuerdas vocales no funcionaban, mi corazón estaba latiendo rápidamente y mi mente estaba en blanco.
—Pagará por lo que hizo —tome su fría mano que se encontraba sobre la mesa—, tu padre, los perfeccionistas, todos pagarán por el daño que han hecho a personas inocentes como nosotros, lo juro.
ESTÁS LEYENDO
Adrienne
ParanormalAdrienne, una vampiro que nació con un poder único en el mundo haciéndola alguien muy poderosa, por esta razón sus padres tuvieron que sacrificarse para salvarla ya que está siendo buscada para ser asesinada por los líderes de su mundo. Ellos tienen...