Capítulo LVIII

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*Narra Adrienne*

Después de lo sucedido, había vampiros en la copa de los árboles vigilando la casa, había lobos patrullando el perímetro y el bosque mientras que algunos de hechiceros estaban en el techo vigilando por si alguna criatura inhumana cruzará el perímetro de patrullaje pudiera defender la casa. Los niños y ancianos se encontraban dentro de la casa. Peter insistió en que yo también debería de estar dentro de la casa pero me negué rotundamente ya que si se necesita ayuda en el perímetro yo podía brindarles mi ayuda.

Cada hora, algún vampiro o lobo me informaba como se encontraba el perímetro, en estas cuatros horas después del ataque no ha habido noticias alarmantes, todo parecía estar en orden pero tenía el presentimiento de que algo malo podía pasar.

De un salto, llegué hasta el techo donde se encontraban los jóvenes hechiceros monitoreando, me posicione en una esquina donde tenía vista de toda la parte trasera de la casa, me senté en el borde de la casa esperando —rezando— a que nada malo pasará. El hermano de la niña que estrelló el plato en mi cara se sentó a mi lado.

—¿Crees que vuelva a atacar? —preguntó rompiendo el silencio entre nosotros.

—Tengo la esperanza de que no se vuelva a repetir —dije aún con mi mirada fija en el panorama—, pero hay que ser realistas, los perfeccionistas no se detendrán hasta tener mi cabeza.

—No solo quieren tu cabeza —dijo lo cual hizo que fijara mi mirada en él—. Algunas de las personas que están en esta casa son sobrevivientes de ataques de los perfeccionistas, son personas que los retaron, huyeron de repulsivas manos, todas estas personas buscan justicia por sus difuntos...

—¿A ti te buscan? —lo interrumpí.

—Como te lo había dicho antes, los perfeccionistas atacaron mi hogar hace algunos años —comenzó a explicar—, mis padres eran unos hechiceros muy poderosos de la zona, ellos protegían a todo el pueblo pero un día, los perfeccionistas quisieron alimentarse de los habitantes de aquel pueblo, claramente mis padres lo impidieron. Meses después, los perfeccionistas regresaron con vampiros poderosos que atacaron todo el pueblo, algunos lograron huir pero otros lamentablemente no.

»Mis padres atacaron a los perfeccionistas, lucharon por su pueblo pero lamentablemente no vivieron para contarlo. Cuando estaban a punto de asesinar a mi hermana logré llegar a casa, ataque a los perfeccionistas y salve a mi hermana. "¡Lo pagarás maldito impuro!" fue lo que logré escuchar antes de salir huyendo con mi hermana en brazos.

»Desde ese día los perfeccionistas me buscan solamente porque los ataque para salvar a mi hermana, lamentablemente también buscan a mi hermana por ser "impura".

—¿Impura? ¿Por qué? —pregunte curiosa.

—Los perfeccionistas creen que los vampiros son la raza inhumana más pura que existe —explicó—, pero aquellos vampiros que son hijos de padres humanos o son convertidos no lo son, sus padres tienen que ser vampiros de nacimiento para que ellos puedan ser puros.

—¿Todos los antepasados tienen que ser vampiros por nacimiento? —pregunte confundida—. Eso quiere decir que tienes que ser un descendiente de los primeros vampiros que existieron para ser un vampiro de sangre pura.

—Así es —asintió con la cabeza.

Confundía y sorprendía recordé cuando encontré mi archivo dónde decía que era sangre pura, en ese momento pensé que era un error y ahora pienso que los perfeccionistas no saben quién realmente quien soy o simplemente no saben escribir.

Ambos guardamos silencio nuevamente y fijamos nuestra mirada en el horizonte vigilando el perímetro.

Horas más tarde, el cielo se tiñó de naranja anunciando que el atardecer había llegado y como esperaba, no había noticia alguna de algún movimiento inusual en el perímetro. Los vampiros insistían en que debería de terminar la guardia, claramente me negué rotundamente ya que tenía miedo de que bajemos la guardia y nos ataquen, pero todos los vigilantes estaban agotados así que decidí darles un descanso.

AdrienneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora