Capítulo XII

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Nos encontrábamos en al auto en dirección al supermercado para poder comprar víveres, y tengo que ser honesta, el trayecto fue muy incómodo; después de aquel “incidente” en mi cuarto Peter no me dirijo la palabra, y la verdad no sé si fue por el golpe que le di ó porque asesiné a una persona.

Y dicen que las mujeres somos las complicadas.

Llegamos al supermercado, Noah se estacionó, bajamos del auto y entramos.

—Los veo aquí en una hora, ya saben, cosas esenciales, no golosinas —dice Noah—, y eso lo digo por ti Adrienne.

—Pero yo quería...

—No. Ni gomitas, ni chocolate, ni papas fritas, nada —me interrumpió mi hermano—, solo lo esencial ¿entendido?

—Esta bien... —dije desanimada.

Cada quien tomó un rumbo distinto; yo, por supuesto, me fui al pasillo de las golosinas, lo sé, soy una niña rebelde. Noah fue al pasillo de frutas y verduras, y Peter fue por el pasillo de higiene.

Caminé y caminé hasta encontrar mis dulces favoritos, los tome y los coloque en la pequeña canasta que llevaba en mi mano izquierda.

—Mierda... —susurre cuando sentí la presencia de otro vampiro.

—Nada de golosinas —escuché la voz de Noah a mi espalda.

—¡Mierda Noah! —grite—. ¿Cómo carajos sabes que estaba aquí?

—Adrienne, eres mi hermana y te conozco perfectamente —dijo con una sonrisa—. Nada de dulces.

Hice la cara más angelical que pude para poder convencerlo de dejarme llevar algunos dulces.

—¿Cómo demonios es que sigue funcionando? —preguntó Noah irónicamente—. Está bien, pero pocos, ¿Okey?

Cómo una niña pequeña di brincos en mi lugar mientras veía como Noah desaparecía del pasillo de golosinas.

Yo, con una sonrisa en el rostro comencé a buscar que otras golosinas podría llevar a casa.

«Oh cierto, no tengo una casa».

Cuando tuve las golosinas que quería, comencé a caminar entre los pasillos para comprar algo que si necesitamos.

—Veamos... ¿qué podríamos comprar? —me dije a mi misma viendo las repisas repletas de productos.

Bajaba mi vista y la subía recorriendo detalladamente los productos para decirme que comprar.

Tomé un producto y lo coloque en la canasta que tenía en mi mano izquierda.

—¿Qué haces ahí parado? —pregunte cuando sentí la presencia de Peter.

Al no recibir respuesta alce mi vista para poder encararlo y ver que sus hermosos ojos color café estaban fijados en mi.

—¿Vas a decir algo o te quedarás callado? —pregunte.

—¿Qué vas a comprar? —preguntó como si fuese lo único que se le ocurriera.

—¿En verdad? ¿Solo me vas a preguntar eso? —di un suspiro pesado para después hablar—: Compraré unas gomitas y un par de chocolates. Tal vez compre un par de frutas, no lo sé, ¿tú qué comprarás?

—Creo que también comprare fruta...

Sonreí para después girarme sobre mis talones y comenzar a caminar en dirección contraria de donde se encontraba Peter.

—Iré a buscar que comprar —dije cuando llegué al final del pasillo.

Seguí con mi camino buscando cosas esenciales para vivir, aunque solo necesito sangre, no necesito otra cosa, pero ya que no quiero asesinar personas inocentes tendré que alimentarme como una persona “normal”.

AdrienneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora