Capítulo IV

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Abrí los ojos y lo primero que vi era el techo de una tienda de campaña. Comencé a procesar todo antes de poder levantarme. Cuando estaba lista, me levanté y salí de aquella tienda, cuando puse un pie afuera vi a Peter junto a una fogata que al verme se lleno de miedo e inmediatamente tomo una rama que se encontraba en el suelo y me apunto con ella.

—Te ves ridículo, ¿lo sabes? —dije mientras me sentaba frente a la fogata—. ¿Dónde está mi hermano?

—Fu... fu... Fue a buscar comida —dijo con la voz temblorosa.

—Sabes —lo mire fijamente—, si te quisiera matar ya lo hubiera hecho, o simplemente hubiese dejado que aquel vampiro te matara, pero no lo hice, te salve la vida Peter, y un gracias no estaría mal.

—Gra... Gracias... —tartamudeó aún apuntándome con la rama.

Yo cansada de su acción, estire mi mano y rápidamente la rama pasó de Peter hacia mi. Peter inmediatamente tomó otra rama a lo cual yo, se la volví a quitar.

—Podemos hacer esto toda la noche —dije mientras le quitaba la rama por tercera vez.

—¿Qué eres? -preguntó Peter

—Creo que es demasiado obvio, ¿no lo crees? —lo fulminé con la mirada—. Soy un vampiro, me alimento de sangre, no me quemo con el Sol y mucho menos brillo como papel aluminio. ¡Ah! Y soy inmune a tus estúpidas ramas.

Peter, con su mano temblorosa, lanzó la rama a un costado y tomó una roca que estaba a su costado.

—También soy inmune a las rocas —dije con sarcasmo.

Peter no me quitaba la mirada de encima, me veía con miedo, con desprecio, pero era de esperarse, ¿quién querría a un vampiro?

«Valeria» respondí mentalmente a mi pregunta.

Una sonrisa triste se apoderó de mi rostro al recordar a Valeria, a mi mejor amiga, y la sonrisa se borró rápidamente cuando las imágenes de sus últimos segundos de vida aparecieron en mi mente.

—Noah y yo nos alimentamos de animales —dije tratando de tranquilizar a Peter—, es por eso que fue al bosque a buscar comida, para no matarte.

—¿Por qué me llevaron con ustedes?

—No lo sé, supongo que Noah te trajo ya que te acaban de meter a la lista negra por ser nuestro amigo.

—¿Lista negra? —preguntó con curiosidad.

—Los perfeccionistas son el rango más alto en el mundo de los vampiros —dije—, el vampiro que te atacó era uno de ellos, como él está muerto, hay poca posibilidad de que le informen a los superiores que pasó, pero no tardarán mucho en darse cuenta que tú estas con nosotros y si te encuentran, te matarán.

—¿Eso quiere decir que Noah y tú están en la lista negra? —sonó más una pregunta que una afirmación.

—Así es —dije mientras lo miraba fijamente—. Y si preguntas el porqué, es mejor que no lo sepas.

Me levanté de mi lugar y caminé hacia los árboles para poder buscar algún rastro de Noah. Seguí observando y entonces algo se movió entre los árboles, inmediatamente mis fosas nasales se llenaron de un olor a perro mojado.

«Mierda».

Me giré sobre mis talones y comencé a caminar hacia Peter, él, asustado, tomó la roca y la lanzó en mi dirección, la cual esquive. Cuando estaba enfrente de él lo tomé del antebrazo, lo levante y comencé a caminar para poder salir de ahí pero una silueta humana me detuvo.

AdrienneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora